Capítulo 14

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Había llegado el gran día.

Jaemin esperaba pacientemente en la entrada de su puerta con dos maletas en los brazos, su sonrisa no podía compararse con nada similar en el mundo, llevaba un atuendo suelto y el cabello reluciente.

Justo detrás suyo estaban su padre y su mejor amigo, riéndose de algo que él no había llegado a oír, se mordió el interior de la mejilla con ansias, Jaemin había estado empezando a dudar sobre esa relación tan extraña que Doyoung mantenía con Jungwoo, pero intentó llenarse la cabeza con ideas paternales, después de todo su padre había sido también como un padre para su mejor amigo. ¿No?

— ¡Jungwoo! ¿Tú no quieres venir conmigo? —Preguntó en cuanto lo tuvo cerca.

—No tengo permiso de mamá.

—Pero, igual vente. No quiero estar sólo con ellos… ¿Y si la mamá de Jeno no me acepta? Es la primera vez que la veré —Jungwoo extendió los brazos en su dirección y sin pronunciar palabra alguna lo abrazó con fuerza, Jaemin lo notó. Su amigo estaba demasiado feliz, muy feliz de hecho, pero… ¿Por qué?

Jaemin intentó preguntarle la razón, abrió la boca pero ninguna pregunta salió de ella en cambio un bocinazo lo regresó a la realidad.

— ¿Nos vamos? —Jaemin se quedó mirando a Jeno pasmado, sintió una punzada en el corazón al ver la sonrisa de su novio y sin darse cuenta comenzó a caminar hacia la camioneta negra amplia de la familia Lee.

Doyoung lo despidió con un movimiento de manos y le sonrió desde la puerta, al igual que Jungwoo, después la camioneta hizo un sonido extraño y comenzó a andar, llevándose al pelirosa lejos de casa.

Jungwoo observó atento como Jaemin y los Lee se perdían en el horizonte y, sin esperar por más se lanzó a los brazos de Doyoung quien lo cogió receptivo. El pelirrojo se acercó aún más para comenzar a frotarse contra el duro cuerpo que tenía frente a él.

— ¿Y Seulgi? ¿A qué hora va a regresar?

—No intentes sonar preocupado, Doyoung—La piel del señor Kim comenzó a erizarse al oírlo tan desinhibido y abierto. En el fondo sabía que ese exactamente era el modus operandi de Jungwoo, sabía también que el pequeño pelirrojo intentaba volverlo loco en cada oportunidad que podía y aceptó conscientemente que él había caído en su juego de poder.

— ¿Qué voy a hacer contigo, Jungwoo? —El nombrado vio directamente a los ojos cafés del señor Kim y boqueó en reiteradas ocasiones. La mano de Doyoung estaba comenzando a dibujarle pequeños círculos en el abdomen, justo por debajo de la camisa, incapacitándolo y devaneándole los sesos.

—Lo que quieras, todo—Empezó a sentirse agitado y retorcidamente excitado. Doyoung apenas estaba comenzando a tocarlo, pero se sentía desprotegido, hipersensible y vulnerable a cualquier petición indecente, además él había estado buscando la situación.

Se relamió los labios con erotismo al sentir los pulgares calientes de Doyoung en su cintura, bajando de a poco hasta la cinturilla de sus bóxer y pantalones, hundiéndole el toque justo allí, en la pequeña curva del hueso de la cadera y piel sensible.

—Quítate la ropa para mí.

Jungwoo se mojó los labios con más ansias y alejándose de Doyoung se desligó de sus pantalones con una patada astuta, dejó a la vista su lechosa y suave piel, subió sus manos y comenzó a deshojar uno a uno los botones de su camisa escolar, lo hizo con suma lentitud para aletargar el sufrimiento de Doyoung quién lo veía seducido desde unos metros de distancia. Movió las caderas con insinuación y se acarició así mismo, luego le sonrió inocentemente.

¿Qué Esconde El Señor Kim? °Dowoo° NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora