Capítulo 8

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— ¿Te has vuelto loco? —La risa de Jaemin hizo temblar la cabaña entera— ¡¿Crees que Doyoung nos dejará acampar fuera a nosotros dos solos?! Ni siquiera nos dejó acampar a Jungwoo y a mí en el jardín de mi casa.

Kim Jaemin estaba tirado en la alfombra acolchonada que relucía en el pequeño pórtico, tenía a su lado a Lee Jeno quien le enseñaba algunas ecuaciones que este no podía resolver, a la derecha Jungwoo comía algunas galletas que Doyoung le había alcanzado a la hora del almuerzo, en el cual el pelinegro no hizo acto de presencia con una excusa muy tonta.

El pelirosa refunfuñó y abrió su cuaderno otra vez. ¿Tenía que encontrar una X? ¿A quién carajos le importaba la estúpida X? Se giró hacia Jeno para rogarle con la mirada.

—Ayúdame.

Jeno se rió por lo alto y se inclinó hacia su novio.

—Funciones, es como la respuesta a la pregunta. Toma la primera, por ejemplo, tienes que encontrar el valor de X. ignora todo lo demás, la verdadera pregunta es ¿X es igual a…? entonces haz la ecuación para encontrar la respuesta—El rubio se encogió de hombros como si su explicación hubiese sido la mejor.

Jaemin en cambio alzó las cejas y quiso preguntarle en que idioma le había hablado.

—Oh, bien. Si ya lo pillé, seguramente saco una A en mi examen, gracias.

— ¿Quieres que te ilumine? Porque puedo iluminarte sin problemas con mi sable laser.
—Bromeó.

—Cállate y promete que me mantendrás.

—Sin problema. —Jeno se enderezó—Por cierto, ¿Y si Jungwoo se queda con tu padre para convencerlo sobre nuestra noche fuera mientras nosotros vamos al pueblo?

— ¡¿Qué?! ¡No! —Jungwoo hizo un mohín infantil y les dio la espalda, así que para eso lo habían llevado.

Jungwoo resopló con fuerza. Quería decir algo pero no podía o no se atrevía. Así que sin más se dispuso a dormir extendiendo su cuerpo a lo largo se cubrió con todas las sabanas que pudo y cerró los ojos con fuerza.

De repente un líquido entre frio y caliente cayó en su mejilla. Cerró sus ojos con más fuerza y limpió su rostro. Otra gota cayó en su frente, luego en su nariz. Pensó que quizá la cabaña tenia goteras, se lo diría a Doyoung. Se sentó tan rápido que su cabeza comenzó a dar vueltas y lo único que distinguió fue la sonrisa del Sr. Kim y un vaso de agua en su mano.

—Aún no cambias, te duermes en cualquier lugar—Musitó él alegremente.

Jungwoo lanzó un suspiro pesado mientras procesaba todo lentamente.

— ¿Me tiraste agua? —Lo acusó con un fingido enfado.

—Sólo fueron cinco gotas de agua.

— ¿Y Jaemin? ¿Qué estás haciendo aquí de todos modos? Creí que te dolía la cabeza.

—Se fueron al pueblo a comprar comida, supuestamente lo que hago no es comestible.

— ¡Oh, mierda! —Jungwoo echó una mirada al lugar, al parecer ya había anochecido y gotas gordas de verdad caían afuera. Llovía torrencialmente, frunció el ceño. “Qué desgraciado” Jaemin lo había conseguido, ahora tenía una excusa para no regresar a la cabaña con ellos. Así que ese era su plan, llevar a su mejor amigo para sacrificarlo en casa mientras él tenía sexo con su novio quien sabe dónde.

—Ese lenguaje—Doyoung levantó una de sus cejas arrogantemente— ¿Quieres comer?

—Sip, pero algo que no hayas cocinado tú.

¿Qué Esconde El Señor Kim? °Dowoo° NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora