Capítulo 23

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Era una buena tarde de domingo.

La brisa era ligera, pero ocasionalmente su soplar agitaba las ramas del árbol viejo que adornaba el patio de la casa de Seulgi. En el oriente, empezaban a formarse pequeñas nubes y el lugar estaba quieto, ella se arregló el cabello en un pequeño moño y entró a su cocina, tenía el fin de semana libre y quería aprovechar que su pequeño hijo aún estaba en casa, notó cosas muy extrañas con respecto a él pero prefirió esperar a que él mismo se las contara.

Cuando llegó hasta la cocina vio a Jungwoo sentado en la mesa pequeña que estaba en el lugar, él parecía un poco perturbado y Seulgi se le acercó para brindarle cariño, le acarició la cabeza con sus finos dedos y luego le sonrió.

Jungwoo le había dicho horas antes que tenía que hablar con ella de algo muy urgente y ya era el momento, Seulgi lo entendió por la mirada triste de su hijo, lo primero que se pasó por la cabeza fueron los posibles problemas en la escuela o la amistad rota de Jaemin, pero en cuanto se acomodó a lado de su hijo lo notó más tenso que de costumbre.

— ¿Pasa algo, cariño? —Preguntó Seulgi mientras soltaba un pequeño suspiro—¿Jaemin? ¿La escuela?

Jungwoo miró a otro lado.

—Snoopy, sabes que no hay nada que puedas decir que me haga dejar de quererte— Ella sonrió y Jungwoo tragó más grueso que de costumbre—Lo sabes.

—Es qué…—El pelirrojo miró a su madre por un momento pero no pudo evitar sentirse culpable, entonces sus ojos comenzaron a aguarse como si una pequeña tormenta hiciese acto de presencia en su pequeño cuerpo—Yo...

— ¿Jaemin aún no se disculpa contigo?

—No, no es eso—Jungwoo se arregló el flequillo con sus dedos, como si quisiera evitar cualquier contacto visual con su madre—Adivina.

— ¿Te gusta alguien de tu escuela? —Seulgi sonrió un poco, pero no escuchó nada de Jungwoo— ¿Qué es? —Ella comenzó a preocuparse— ¿Es sobre chicos y chicas?

—Mamá…

— ¿Eres gay? —Ella colocó sus manos sobre la cabellera espesa de Jungwoo y comenzó a darle suaves caricias, como si intentara calmar el dolor de su hijo con aquello. Cuando Jungwoo asintió, un vacío se pegó en su corazón, no odiaba a las personas homosexuales pero ella tenía el sueño de tener nietos y una nuera hermosa, luego se puso a pensar que quizá aquello era simplemente un capricho adolescente, claro, los adolescentes y jóvenes solían estar siempre en busca de experiencias, tenía la ciega esperanza de que su hijo se rectificara más adelante, aún lo creía, así que sólo decidió apoyar a Jungwoo hasta que aquel capricho se le hubiese esfumado—Mi amor, ya lo sabía.

—Lo siento—Murmuró Jungwoo con los ojos empañados en lágrimas.

—No pidas perdón, tontito—Seulgi hizo un mohín y se acercó a su hijo para abrazarle cálidamente, le apretó un poco hasta que Jungwoo dejó de hipar—Sé que pronto todo esto que sientes pasará…sólo deja que el tiempo fluya, ¿Está bien? A veces nos gustan  cosas extrañas pero después de pensarlas mucho, volvemos a nuestra forma natural.

Entonces Jungwoo se sintió menos culpable, aunque aquello no hubiese sonado exactamente como una aceptación, era un gran paso. Por eso, sólo asintió con movimientos erráticos antes de enderezarse e intentar sonreír.

Una vez que su madre lo había dejado ir a su habitación Jungwoo sacó su teléfono celular para revisar el mensaje que Doyoung le había enviado, ellos habían tomado esa costumbre de enviarse mensajes cortos cada quince minutos, estiró las piernas por un rato y luego presionó el botón de “Ver”

¿Qué Esconde El Señor Kim? °Dowoo° NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora