lección quince

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«Dedicado a: @DIAM4NDIS (feliz cumpleaños bb),   @babyboylwt,   @braveryakalarry,   @MichelRamirezMaganda» 

Parpadée rápidamente cuando una sensación de calor en el cuerpo me invadió. Mis ojos lagañosos localizaron un brazo fuerte y pesado que descansaban sobre mi cintura. Harry parecía una enredadera con sus extremidades por sobre mi cuerpo. Sus piernas casi cubrían por completo las mías, su cabeza descansaba en mi pecho, emitiendo pequeños ronquidos por su boca. Todo él estaba pegado sobre una parte de mi cuerpo, dándome demasiado calor. Joder, y qué pesado era. Yo mismo aseguraba que no era una pluma.

Cuando me despierto por las mañanas, muchas veces nos encontramos en ésta posición. O yo sobre él. Pero siempre juntos. La verdad era que, no me molestaba en los absoluto. Porque sentir su cuerpo cerca mío, me daba la sensación de estar lleno. Completo.

Casi siempre me levanto yo antes que él, porque tiene el sueño pesado. Y no me importaba, porque podía admirar más de cerca sus facciones sin tener que avergonzarme cuando él me atrapa mirándolo. Los crespos de su pelo daban leves cosquillas en mi mandíbula. Era tan brilloso y se notaba que siempre lo cuidaba, ¿será su cabello natural? Era maravilloso.

A veces, el hecho de poder estar juntos me parece tan extraño. Después de todo, mi primera impresión de él fue pésima. Y no me refiero a la personalidad (tal vez sólo un poco) si no a su atractivo en persona. Es decir, mírenlo. Mierda, era todo lo que yo nunca fui ni voy a ser. Atractivo, alto e inteligente -la Universidad de Londres era un claro ejemplo- y musculoso. Mis pequeños rollos sienten vergüenza al lado suyo. Sinceramente, creo que cualquier hombre se decepcionaría de sí mismo si se encuentra con alguien como él.

A decir verdad, al principio no me agradaba mucho pero, jamás imaginé que terminaría teniendo una relación y viviera con él. Y maldición, no sé cómo convenció a mi madre de que yo lograra despertar junto a él. Sé que ella lo adora demasiado a Harry y también siempre sospeché que ella sabía sobre nuestra relación, pero nunca pensé que me dejaría estar con él. Al parecer, Harry siempre termina sorprendiéndome de distintas formas. Y mierda que era inteligente. Yo no podría enfrentar a mi madre sin terminar traumado por sus palabras.

Una pequeña risa se escapó de mis labios. .

Sentí un mordisco en mi cuello y me sobresalté. Miré hacia abajo y vi la cara oscura y adormilada de Harry, con sus ojos abiertos.

—¿Estabas despierto?— Qué vergüenza si me hubiera visto babeándome por él.

—Acabo de despertar, ¿por qué estabas riéndote mientras me veías dormir?— bostezó y acomodó su mentón en mi pecho, clavándome suavemente sus barbilla en él. —Vi una clavícula deliciosa delante de mis ojos y me tenté—rió.

—No, en realidad yo no...—suspiré y salí de debajo de su cuerpo.— Aunque sea un día de descanso, creo que deberíamos levantarnos, ¿qué quieres para desayu-

Su mano tiró de mí, dejando medio cuerpo mío arriba del suyo. Sonrió levemente y rozó sus dedos con mi mandíbula.

—¿Y mi beso de buenos días?—rió, acomodándo su cabeza en la almohada.

Rodé los ojos —Otra vez con esos caprichos...— 

—Si no me das un beso, no me levantaré. No señor.— cerró sus ojos y entrelazó los brazos, con un gesto enojado. Parecía todo un niño de cinco años. Y era yo el que tenía 18.

Suspiré y acerqué mi boca hacia la suya. Mis labios rozaron los suyos, tratando de centrarse en su boca. Lamí su labio inferior y gemí alto cuando sentí sus manos en mi trasero. ¿No era sólo un beso, Harry? Nunca podemos esperar nada más que eso con él. Sonrió y jugueteó con el enredo de lenguas. Iba a cambiar de posiciones hasta que sonó el timbre del apartamento.

Math teacher » l.s auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora