Un silencio incómodo reinaba dentro de mi habitación. Harry estaba callado, pensativo, mirando mi fracaso de prueba. Sus dedos se movían por el collar de su cuello, toqueteandolo con apuro. Su ceño estaba fruncido levemente. Repasaba seriamente mi prueba, mirando detalle por detalle.
—Louis.
—¿S-si? — levanté mi cabeza hacia él y lo miré.
—Parece que escribiste todas las respuestas mal a propósito, ¿por qué lo hiciste?
¡¿Cómo lo descubrió tan rápido?!
—Si habrían sido una o dos respuestas habría pensado que me equivoqué...pero cambiaste muchas de ellas. — siguió hablando. Yo jugaba con la lanilla de las puntas de mi sweater. — Además, eres tan tonto que dejaste las marcas donde escribiste las respuestas correctas.
Mi mandíbula tembló y cerré los ojos. ¿Cómo podía ser tan estúpido de olvidar eso?
—uhm...
—¿Podrías decirme la razón?— su semblante cambió y sus ojos se oscurecieron. Mostró una sonrisa aterradora que mandó escalofríos por todo mi cuerpo. Sabía que estaba enojado y no podía decirle la verdad, así que suspiré y lo enfrenté con la mirada.
— No lo sé, quizás solo me quería deshacer de mi aburrimiento. Últimamente no he tenido ninguna diversión... Además de que no he tenido ninguna cita...
Sus palabras me interrumpieron.
—¿Tienes novia?— gruñó con enojo del cual no entendía por qué. Sus ojos se oscurecieron aún más y apretó fuertemente las manos en la hoja. Su ceño se arrugó y pensé que iba a explotar en cualquier momento.
—¡No, no! No tengo, pero a mi edad... —mis manos revoloteaban al frente mío, tratando de explicarle. Su cara se aflojó y sonrió tranquilamente. Respiré hondo y me dejé caer en el respaldo de la silla, agotado.
— Ya veo. — yo solo asentí a su respuesta. Vi cómo se acercaba a mi rozando su pierna con la mía, casi susurrándome. — Así que solo estás caliente.
¿Cómo llegó hasta aquí esta conversación?
— ¿Qué? ¡No! Yo no...
— Podrías habermelo dicho antes. — dijo y plantó su mano grande y caliente en mi muslo derecho. Pude sentir su aliento chocar contra mi sonrojada mejilla. —Te ayudaré. Quieres liberarte un poco ¿cierto?
—Harry...
Tiró de mi hacia su regazo, sentándome allí. Sus labios se chocaron con los míos, en un movimiento brusco. Sus grandes manos se movían por toda mi cintura, hasta llegar a mi trasero, dónde hundió una mano por allí. Clavó mi cuerpo sobre el suyo, inmovilizándome allí. Abrí mis ojos como platos cuando me di cuenta de la situación. Mi maestro estaba besándome y toqueteandome, y lo peor de todo era que... se sentía malditamente bien.
Su lengua se enredó con la mía, jugueteando con ella. Su mano dejó mi trasero para colarse por debajo de mi abrigo, haciéndome estremecer por su mano fría. El sweater estaba por arriba de mi pecho, y él jugaba con mis tetillas, mordisqueándolas.
— Espera, ¡Harry! — sus labios sobre mis pezones me callaron completamente. Lamió el izquierdo, succionándolo.
— Lo has estado acumulando, ¿verdad? ¿No es mejor si te liberas un poco? — Me empujó hacia arriba, con él sosteniendome por la cintura. Plantó un suave beso en mis labios y me sentó en su ahora, antigua silla. Él se acomodó entre mis piernas y bajó la cremallera de mis pantalones negros. Abrí los ojos ante su acción.
— ¿Qué haces, Harry? ¡No! — Era muy tarde porque ahora había liberado mi media-erección, sosteniéndola con sus manos. Sus ojos nunca habían dejado los míos y eso me hacia sonrojar más. Lamió la punta de mi pene, haciendo que se estremezca por sí solo. Mi corazón palpitaba rápidamente y sus orbes verdes me traían loco. Plantó una de sus manos grandes en un lado de mi cadera deteniendo mis movimientos. — ¡Harry!
Él sonrió. — Qué lindo eres... — mordí mi labio inferior para no gemir de frustración cuando él dejó mi pene y se acercó hacia mi oreja, primero mosdisqueándola y luego hablando. — ¿Has aprendido tu lección?
— ¿Qué? — se levantó del piso, para posicionarse cerca mío.
— Era una broma y un pequeño castigo. — su sonrisa de satisfacción se apoderó de él.
— ¿Br-roma? ¿de verdad? — una pequeña punzada estuvo en mi corazón, pero la ignoré.
— Sí, pero si vuelves a hacer lo mismo otra vez. No sé lo que podría hacer...
— ¡Lo siento! — él sonrió y llevó su mano hasta mi cabello, donde jugueteó con él y lo peinó suavemente, haciendome bajar mi cabeza, avergonzado.
— Está bien, ya que te disculpaste. Te perdonaré...
Mi corazón se desaceleró a medida que él se alejaba de mi. Estaba aliviado, pero...¿por qué me siento un poco decepcionado?
Harry se sentó en la otra silla y empezó a rebuscar por su bolso.
— Una cosa más...ya que te negaste a decirme la razón, no tengo otra opción... — Dejó caer en la mesa algunos libros y apuntes que seguro me explotarían la cabeza. — Esto. — señaló las actividades y los libros. — Y esto... — un gran cuadernillo con cuentas estaba ahora apoyado sobre la mesa. Yo lo miré suplicante. — Termina todo eso para la próxima semana.
Es un monstruo.
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Math teacher » l.s au
FanfictionLouis no será bueno para las matemáticas, pero sí lo es para otras cosas. Adaptación del manga "Katekyo."