lección siete

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— ¡Piedra, papel, tijera! — Louis maldijo en voz alta cuando había dado en el lugar incorrecto. La tijera corta al papel, por lo tanto, él era el perdedor. Se dejó caer en su asiento enfurruñado mientras su compañero festejaba por los aires, haciendo enfurecer más al castaño.

— ¡Ahora está decidido! ¡Louis será nuestro último camarero disfrazado! — él abrió la boca para protestar pero no podía hacerlo, las reglas eran las reglas. Se hundió más en su asiento y apoyó la cabeza fuertemente en su mesa, mientras escuchaba a sus compañeros de clase reír entre ellos.

Estaba frito. Tendría que estar ridículamente vestido para su festival en la escuela. Haría como camarero, que era peor, porque todos lo estarían mirando como un jodido payaso. El disfraz que le habían elegido para que usara era tan vergonzoso como él mismo. Por su mente pasaban grandes ideas sobre escapar antes de que se de la apertura de ello y así, nadie más que sus compañeros podrían burlarse de cómo estaba disfrazado. No dejaría que Harry vaya tampoco, o que se entere, porque sus planes serían arruinados. 

— Así que has perdido ¿eh? ¡Eres realmente desafortunado en el piedra, papel y tijera! — estaba por insultar al idiota que había dicho eso cuando se dio vuelta y vio quién era, Logan. Se limitó a mirarlo mal y volver a su lugar en la mesa, mientras el otro se colgaba de su hombro y se reía sin él. — Oh, bueno. ¡Está bien! Incluso puede llegar a gustarte. 

— Eso lo dices porque no estás en mi lugar. — escucho la carcajada del hombre y se estremeció cuando sintió a Logan muy cerca suyo. 

— Louis, últimamente no juegas conmigo para nada. — Logan respiró sobre su oído y Louis trató de zafarse de su agarre, pero la fuerza del otro era más poderosa que la suya. — ¡Éste es tu castigo! — El castaño le restó importancia al chico y siguió lamentándose por adentro suyo. — Quizás te has conseguido una novia...

Louis abrió los ojos de repente y se ruborizó al acto. Bien, no era especialmente una mujer con la cual salía. Va, ni siquiera sabe si salen o no. Harry había dicho que eran amantes, pero no lo había visto desde la última vez que le había dado clases. Es decir, ¿pueden decir que están realmente saliendo? Louis no lo sabía. Había un enorme nudo en su garganta que pedía por ser desatado, pero, por otra parte, el castaño no sabía cómo hacerlo. Le resultaba muy difícil ser capaz de entender a Harry. 

— No una novia-a... — dijo asustado. Vio que el semblante de Logan cambió y sintió cómo los brazos de éste lo apretaban más hacia él. Tragó saliva y decidió cambiar ese incómodo tema. Tocó el hombro del muchacho y lo golpeó suavemente varias veces, tranquilizándolo. — Siento no haber podido pasar mucho tiempo contigo, ya que tengo un tutor y varias tareas. 

Logan se sorprendió por su dulce tacto y sonrió al mismo tiempo, fascinado por la belleza del chico al lado tuyo. Entonces, decidió hacer una cosa diferente...

— Si esa así, la próxima vez... — tiró del cuello de la camisa blanca que tenía Louis para poder acercarlo más y se detuvo cuando vio la cantidad de chupones en la parte superior de su espalda. No podía creer lo que estaba viendo.  Estaban todas rojas y nuevas, cómo si se las hubieran hecho ese mismo día. Ese acto no podía estar hecho por una mujer, ¿o sí? 

— Hey, no tires tan de repente. Me ahorcarás. — Louis se  encogió de hombros y se alejó del chico, que ya comenzaba a asustarle. Arregló bien su camisa y chaleco -pertenecientes al uniforme del colegio- y comenzó a conversar con sus compañeros de clase, sin tener la menor idea de la fuerte y severa mirada de Logan sobre él.

(...)

Louis se encontraba realmente nervioso sentado en su silla giratoria mientras veía cómo Harry corregía la actividad que hace media hora, estaba haciendo. Sus pensamientos cambiaron de rumbo y se dirigieron hacia cómo venía vestido hoy su tutor. Esa camisa beige aireada hacia un muy buen conjunto con sus jeans apretados. Sus inquietantes rulos venían hoy atados hacia atrás por una colita negra. A Louis le encantaba cómo le quedaban esos peinados locos que se hacía, si bien no le convencía mucho las ropas que traía -medio raras- algo en él hacía que le quedaran sumamente excitantes. Así que sí, se estaba babeando por su profesor particular. Que alguien le diga urgentemente si estaba prohibido porque él ya no sabía lo que no se le estaba permitido hacer. 

Math teacher » l.s auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora