lección cinco

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[Nos estamos acercando al final...

...no joda, falta banda. Disfruten]

(continuación del capítulo anterior)

xxx

— Abre la boca. -Obedecí y la abrí ligeramente, suficiente para que su lengua pasara y jugara con la mía. —Bien.

Empujó mi cuerpo hacia atrás, dejaándome caer devuelta lentamente al suelo. Sus manos estaban por cualquier lugar de mi cuerpo; bajaban de mi torso hasta mi cintura, dónde desaparecían por abajo de mis pantalones. Ahogué un gemido cuando su experta lengua lamió el lóbulo de mi oreja, mordiéndolo. Su mano vagaba perezosamente por debajo de mi camiseta, apretando mis pezones.

— Ah, ¡Harry! no- — medio grité cuando bajó el cierre de mis pantalones y apretaba suavemente el bulto entre mis piernas que iba creciendo. Tomó mis labios con los suyos y succionó, mordiéndolos. Su lengua entro en mi cavidad bucal y el beso profundizó. Yo no sabía que hacer. — ¡Evan no hizo esto! ¡espera!

Harry soltó una risa en mi cuello y levantó la vista, cruzando sus orbes con los míos. —Podrías estar mintiendo, Louis. Tengo que chequear cuidadosamente tu cuerpo. 

— Yo no estoy mintiendo... ¡ah! — Sacó mis bóxers y mi pantalón tirándolos a algún lugar. Chupó tres dedos en su boca y bajó hasta mi entrepierna. Lamió la punta de mi pene y sacó el presemen restante que estaba posado arriba. Me miró por última vez y enterró su boca alrededor de mi pene, haciéndome sacudir de placer. Lancé un grito agudo y apoyé mis pequeñas manos en su cabeza, tirando de los largos crespos que colgaban de ella. 

Justo cuando pensé dejarme llevar por el asunto, sentí dos largos dedos presionar en mi entrada, haciéndome doler. Gemí de dolor y cerré los ojos, tirando más fuerte de los pelos de Harry para castigarlo, cosa que no lo tomó así, porque ni le dolió.

En su lugar, adentró más sus dedos y bajó la cabeza devuelta, para enterrar toda mi polla en su boca. Abría adentro mío sus dos extremidades, y luego agregó la tercera. Mordí mi labio al saber que él no iba a parar aunque yo se lo dijera, así que elevé mis caderas para que mi pene chocara contra su boca. Él solo sonrió y lo mordió de repente.

— ¡Harry! — senti los fuertes espasmos dentro mío, avisándome que estaba por llegar. Pero antes de eso, Harry retiró la boca y los dedos y yo no pude estar más triste.

— Paciencia, bebé. — abrió su cierre del pantalón y se adentró dentro mío en una fuerte estocada. Grité y lo maldije mil veces, pero él solo esperó a que me acostumbre. — Trata de relajarte.

Empezó a moverse arriba mío, dando suaves y lentas estocadas, sin dejar de mirarme a los ojos. Mi boca estaba entrecerrada y la buscó, besándome mientras los movimientos se volvieron más fuertes y rápidos. Al minuto, me corrí en mi estómago, antes que él. Quién se derribó arriba mío cuando lo hizo.

Te amo. — las palabras fluyeron de mi boca antes de que pudiera detenerlas. Tapé mi boca con mis manos y abrí los ojos como platos, sonrojándome. Él levantó la cabeza y me miró, antes de sonreír y besarme la frente suavemente. Vi que sus mejillas estaban teñidas de un leve tono rojo y sonreí mentalmente.

— Te tomó mucho tiempo darte cuenta de eso. — dijo para unir nuestras frentes juntas y cerrar los ojos, dejando un leve beso en mis labios. 




Math teacher » l.s auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora