007

719 131 11
                                    

×
Seré condenada al infierno, pero valió la pena
×

—¡Saludos a Su Majestad, la reina!— se dejó caer de rodillas y encorvó su espada para que su frente pudiera tocar el suelo.

La reina le vio sin interés, haciendo una seña con su mano para que las demás sirvientas que se encontraban en la habitación salieron. Ellas, con gran apuro, salieron de los aposentos de la reina.
No era un secreto para nadie que la reina y el rey dormían en habitación separadas, lo que sí era un error era afirmar que la reina es desinteresada respecto a los amantes que traía cada cierto tiempo traía su esposo.

Ella sabía cada sucio secreto que guardaban con cautelo los concubinos, esto era gracias a quien ahora de encontraba con la frente en el suelo.

—Levántate. No hagas tanto drama.

Inmediatamente ChaeYoung se levantó, pero nunca levantó su mirada del suelo. Con una mano encima de otra sobre su estómago, mostró su lado más sumiso.

—¿Y bien? ¿Cuáles son tus avances?— se paró y se sentó en su cama, viendo fijamente a la sirviente que temblaba en demasía.—¿Puedes dejar de temblar? No voy a comerte.

—S-Sí, claro.— aclaró su voz luego de su tartamudeo —Y-Yo... ¡Merezco el más grande castigo! — espetó, volviendo a estar de rodillas.

La reina giró los ojos con molestia, de verdad le fastidiaba esa actitud.

—Yo decidiré eso basado en la información que me des. Por ende, dime ya de una vez lo que sabes.

—Esta sirvienta inútil no pudo sacarle nada de información al concubino.

Se crispó al presenciar como la reina abandonada su expresión fastidiada a una fría.

—¿En serio? Mn, entiendo. — exclamó mientras se acercaba a un hermoso florero que se encontraba al costado de su cama.—¡¿CÓMO PUEDES SER TAN INÚTIL?! ¡TE DI SOLO UNA MALDITA TAREA, SUCIA PUEBLERINA!— tomó el florero y lo estampó contra el suelo, rompiéndose en miles de pedazos.

—P-Pero yo pued- tengo una descripción sobre su comportamiento y personalidad. Lo he estado observando con mucho detenimiento. Eso la puedo ayudar, ¿verdad?

Y como si no hubiera gritado ni tampoco roto un florero de la furia, dijo calmada,— ¡Oh! Hubieras empezado por ahí. Adelante, estoy para escucharte.

—Kim SeokJin posee una personalidad cautelosa. Nunca dice nada sobre él, sus palabras son limitadas y si no tiene que hablar es mejor para él. Expresa todo lo que no puedo con su cuerpo, es bastante notorio cuando se avergüenza o cuando se pone nervioso. También, las expresiones que da, dicen todo lo que le faltó decir.

>>—Pensé que sería fácil sacarle información, pues como Su Majestad lo dijo es un simple huérfano con suerte. Todas las personas que usted me ordenó que extinguiera o eran muy vulnerables y a la mínima muestra de amabilidad te decían hasta donde estaban enterrados sus familiares o tenían el ego tan alto como las puertas del castillo y me presumían en la cara que iban a llegar a ser los favoritos del rey, que iban a quedarse con todo. P-Pero SeokJin es raro, cuando recién llegó y adrede entré en su habitación sin tocar, no le dio importancia y ante mis repetidas disculpas solo asintió. También le di información sobre el castillo y los amantes masculinos justo como usted me dijo que hiciera, pero no mostró reacción alguna como si hubiera dicho una trivialidad. Además, sus miradas... siento que me ven hasta mi alma y sabe todo lo que he hecho.

—Primero, no digas extinguir, suena feo. Mejor di encargar, sí, encargar.

—S-Sí. Las personas que usted me encargó...

Moon, the storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora