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Un "gracias" salió de la boca de Gilbert en un susurro para su prima detrás del asiento. Ella lo miro por el espejo y levantó sus pulgares.

—Cuentanos un poco de ti Anne. Ayer solo supimos que tienes nuestra edad, trabajas y que eres hija de los Cutberth. — dijo Cole manejando.

La pelirroja se puso tensa y Gilbert lo noto.

—Pues... No hay muchas cosas que contar. Mis padres fallecieron hace mucho por un accidente así que me quedé bajo custodia de los Cutberth, mis tíos abuelos por parte de mi padre.

—Ay Anne, eso es terrible yo— Anne interrumpió a Diana antes de terminar la oración que iba a decir.

La pelirroja no quería la compasión de nadie.

—Me gusta leer, escuchar música, trabajo en una cafetería de medio tiempo luego de la universidad para poder costear los gastos de mi casa y universidad. Claro, eso no cubre con todos mis gastos, afortunadamente mi familia tenía buenos recursos económicos así que un me queda y hasta me sobra para cuando termine mi carrera. En realidad no soy una persona muy interesante.

—¿Qué es lo que estudiarás? — pregunto Gilbert interesado.

—Al inicio quería estudiar nanotecnología, una carrera difícil si, pero me gustaban los retos. Aunque bueno, la universidad para esa carrera también estaba lejos y yo no quería irme tanto tiempo de Avonlea. Pero bueno.  Luego antes de entrar a la universidad decidí mejor estudiar para ser docente.

—Eso suena interesante querida. Yo quiero dedicarme al arte, me encanta el arte. — menciono Cole.

—Anne, deberías de ver una de las tantas pinturas que tiene Cole, son verdaderamente INCREÍBLES. — Diana volteo a ver a la pelirroja.

—Claro, cuando tengamos más tiempo me las muestras Cole. — respondió Anne.

Luego de eso los cuatro jóvenes se conocieron más. Cole y Diana se iban más por el mundo de las artes, pinturas, música. Los dos chicos tenían habilidades extraordinarias con la pintura y el piano. Mientras que Gilbert se iba más con el mundo de la medicina, luego de contar cómo su padre había fallecido a causa de un problema pulmonar el quiso estudiar eso, querer salvar vidas y tener la satisfacción de el hacerlo era lo que más le motiva para estudiar eso. En Fin. También contaron como es que cada uno de ellos estaba ahí. Cole había escapado de casa de sus padres al igual que Diana. Los padres de Cole no aceptaban que el fuera Gay y los de Diana no aceptaban que ella quisiera dedicarse al piano pues decían que no tendría futuro. Y Gilbert, pues el estaba ahí porque ninguno de sus padres estaba con el, Anne siento empatía por el y por los demás chicos. Sin duda le indignaba las circunstancias en los que se encontraban cada uno de los chicos.

—Pero por suerte estamos en casa de tía Rachel. Ella desde un inicio nos brindó apoyo, tanto moral como económico, nos entendió y nos recibió en su casa. — dijo Diana.

—Me alegro, la señora Lynde es alguien de admirar. Mira que recibirlos sabiendo que si sus hermanas saben que ustedes están con ella armarían un caos.

—Si, así es... — dijo Cole en un suspiro. —Hemos llegado, ninguno de ustedes me dijo dónde querían comer así que fue el primer lugar que se me ocurrió. Además, las bolas de arroz son mi comida favorita.

—Ya que, solo quiero comer. ¡BAJEN SUS TRASEROS DEL AUTO Y ENTREN AL MALDITO RESTAURANTE, TENGO HAMBREE! — grito Diana hambrienta.

—Como ordene Madam. — respondió Anne con burla.

Los chicos entraron y hablaron de cosas sin importancia. Anne se dió la oportunidad de conocerlos un poco más y se dió cuenta de que eran personas divertidas, cada uno con características diferentes y con una historia diferente que contar. Sin quererlo una sonrisa espontánea salió de su rostro, cuando la pelirroja se dió cuenta de eso la sorprendió pero no la quitó. Ella quería superar las muertes y la tristeza que la vida le había otorgado.

Al terminar de comer, los tres chicos pelearon por quién pagaría, estaba más que claro que Anne no traía dinero ya que tenía planeado solo darles un recorrido. Al final ganó Diana y se retiraron de la mesa.

—Amo las bolas de arroz con mi alma. — comento Cole sobándose la panza.

—Yo no pero tenía hambre, gracias primito. — Diana le apretó los cachetes a Cole.

—¡No lo puedo creer! — Anne escucho una voz que reconocía.

Ella volteo y vio ahí a Ruby Gillis con su grupo de amigos.

—¿Eres Anne Shirley?, ¡No lo puedo creer, estás saliendo! ¡CON PERSONAS! ¡Esto es increíble! — expreso Ruby impactada por ver a la que fuese su mejor amiga por fin saliendo.

— Si, así es, bueno

— ¿Y no nos vas a presentar a tus amigos? — pregunto la rubia interrumpiendo a Anne.

—Ah, si. — Anne los miro nerviosa. — A todos ustedes les presento a Diana Barry, Gilbert Blythe y Cole Mackenzie, sobrinos de la señora Lynde. — la pelirroja al mencionar los nombres de los jóvenes hicieron una señal de saludo con la mano.

— Encantada de conocerlos, mi nombre es Ruby Gillis. Ellos son Jane y Billy Andrews, Tillie Boulter, Charlie Sloane y Moody Spurgeon. — cada uno de los mencionados hizo una pose rara al presentarse.

— ¿Ya se van?, Me encantaría conocerlos más. — menciono Jane.

— ¿Van en la universidad de aquí no?, Mañana podemos quedar y conocernos un poco mejor. — dijo  Cole.

— Bueno, eso nos parece perfecto. — respondió Tillie por todos. — Nos vemos mañana. Y Anne, es renovador verte socializar de nuevo, espero no los amargues a ellos también. Bueno, nos vemos. — diciendo eso todo el grupo de amigos se fue hacia una mesa.

Anne pensaba en la mala suerte que tenía ese día. En el camino pensó en las palabras de Tillie: “espero no los amargues a ellos también”. Claro que no, ella no iba a amargar a nadie. No podía amargar a nadie si ella se alejaba, así como lo hizo con sus antiguos amigos. Lo bueno fue que ninguno de ellos cuestióno el por qué de las palabras de Tillie.

—Hemos llegado señorita Shirley. Fue un gusto, espero mañana vernos en la universidad. — comenzó a despedirse Cole.

—¿Quieres que pasemos por ti mañana, anda, si que si? — pregunto Diana.

—Mañana tengo que hacer cosas antes de entrar a la universidad. Pero gracias, de verdad.

Y así Anne despidiendose de cada uno, entro a Tejas Verdes con una mueca de cansancio. Todo el día teniendo que aparentar estar alegre es cansado, aunque bueno. No todo fue malo, la pelirroja tenía que admitir que en momentos olvidaba sus penas y sonreía genuinamente, pero al instante el sentimiento de tristeza la volvía a invadir, dejando la sonrisa vacía.

𝑭𝒂𝒌𝒆 𝒔𝒎𝒊𝒍𝒆.           (shirbert) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora