08.

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—Necesitas ayuda Anne, necesitas superar todo esto, hazlo por ti, por Matthew, por Marilla, por todos aquellos que ya no están contigo pero que de un modo siguen estando ahí, protegiendote. Piensa que ellos no querrían verte así.

—Es que no puedo Diana, en algún momento ustedes también se irán y yo me quedaré sola de nuevo.

— No tienes por qué depender de alguien Anne, como te dije hazlo por ti, yo te ayudaré ¿Y sabes que?, Prometo no dejarte sola.

—¿Encerio... Lo... Prometes? — a este punto Anne ya estaba más tranquila, aún abrazada a Diana.

—Lo prometo, alma gemela.

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—¿Y ella está bien?

—Si Gilbert, físicamente ella está bien.

—Voy para allá. — hablo Gilbert tras la línea antes de colgar.

Diana suspiro, ya le había avisado a Cole y a Gilbert que Anne estaba bien, que ya se encontraba en Tejas verdes. Estos dos reaccionaron de inmediato y ambos ya estaban en camino hacia la casa de Anne.

Diana en el tiempo que hablo con Anne, la convenció  de ir a terapia para que pudiera superar todo aquel dolor que ella traía consigo. Y también la convenció de quedarse con Anne un tiempo en Tejas verdes, claro está que la pelirroja dijo que no tenía por qué hacerlo, pero al final Diana ganó.

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Con el tiempo Anne fue mejorando, no lo admitía pero la presencia de Diana en su casa y las constantes visitas de Cole y Gilbert habían influido mucho en su actual estado. Cole, Diana y Gilbert se convirtieron en alguien fundamental en la vida de Anne. Gracias a las terapias, a los desahogos, a las salidas y principalmente a esas tres personitas Anne finalmente dejo salir todo aquel dolor que cargaba consigo misma. Con el tiempo aquella sonrisa falsa fue convirtiéndose en una genuina, honesta y el dolor ya no se hacía presente cada que lo hacía. Ahora podía recordar a Matthew, a Marilla, a Jerry, a Josie y a sus padres con nostalgia, pero ahora felíz y orgullosa por haber superado aquella depresión que tanto la había frenado.

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—Y dime Anne, ¿Ya le aceptaste la cita a mi primo? — pregunto Diana pícaramente.

—¿Qué?, Espera.... ¿Cómo lo sabes?

—Soy Diana Barry querida.

—Bruja Barry querrás decir. — las dos soltaron un par de carcajadas. — Es que... No sé, es complicado.

—¿Qué sientes por el Anne? — Anne suspiro.

—Siento muchas cosas Diana. El me ayudo mucho con mi depresión al igual que ustedes, me acompaño a varias citas con la terapia cunado ustedes no podían ir a acompañarme, se convirtió en alguien muy importante para mí, ¿Sabes?, A veces cada noche pienso en sus lindos rizos, en sus pequitas, en sus ojos verdes/avellana, en su mandíbula Diana, ¿Has visto su mandíbula?, En sus labios, en su sonrisa, en su forma de ser conmigo...

—okey, okey, ya me quedo claro lo enamoradisima que estás de mi primo, entonces ¿Porqué no sales con el?, ¡Vamos!, Que ya me tiene arta.

—Okey, si, estoy enamorada pero no se, ¿Será correcto?, Somos amigos, si esto no llega a funcionar...

—Ash Anne, me artas. El que no arriesga no gana. Asi que, me hagarras ese teléfono — señaló el teléfono de Anne— y le dices que si, que aceptas salir con el. Por dios, los dos ya me tienen ¡Arta!

—Okey pero no te enojes :(

—Hazlo pues, quiero ver qué lo hagas, ¡Ahora!

—¡Cómo friegas Diana! — Anne rodo los ojos y tomo su celular.

𝑭𝒂𝒌𝒆 𝒔𝒎𝒊𝒍𝒆.           (shirbert) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora