—No está en su casa. — Les informo Gilbert frustrado por el celular. Ahora que su tía Rachel les había contado más a fondo la historia de la pobre pelirroja ellos se sentían más que culpables por haberla llevado con sus antiguos "amigos".
—La tía Rachel dijo que trabajaba en una cafetería luego de la universidad ¿Y si está ahí? — contesto Cole al otro lado de la línea.
Gilbert colgó el teléfono y se subió de nuevo a su auto.
No hubo ningún rastro de Anne en su trabajo. Los siguientes días tampoco dió rastro, ni en su casa, ni en la universidad, ni en su trabajo. Los Lynde preocupados estuvieron a punto de informar a la policía de su desaparición pero no. Al intenso atardecer del viernes, Anne Shirley apareció. Su cara más apagada que nunca y sus ánimos hasta el suelo.
Diana, que iba cada tarde a revisar si había algún rastro de la pelirroja en su casa, estalló de emoción y alegría al ver que un auto estaba estacionado en la entrada de Tejas verdes. Corriendo llegó hasta la puerta y la tocó. Pero hasta ahí, siguió tocando y nadie atendía. Ella observo el auto que estaba estacionado y si, efectivamente era de Anne, en el había llegado la pelirroja a la universidad.
—¡Se que estás ahí Anne! — le gritó desde el otro lado de la puerta. —¡Escucha, se que todo es una mierda, todo lo que te paso es, es una jodida mierda pero se que tú puedes... Puedes hacerlo, te quiero ayudar Anne, juro que quiero hacerlo, por favor Anne! — Diana sentía mucha tristeza e impotencia al ver a una persona tan rota, tan lastimada y más le dolía saber que nadie hubiese estado ahí para ayudarla, para manejar todo ese dolor. Aún esperanzada por una respuesta se sentó frente a la puerta.
Anne no tenía nada que ver con Diana Barry, ella no quería tener que ver algo que ver con ella o con sus primos. Oía los gritos de Diana desde su cuarto.
“te quiero ayudar”.
Tarde.
La noche tan solitaria había caído en Avonlea, una Anne recién bañada bajaba por los escalones de esa gran casa. Sentía hambre, mucha de hecho. Haberse mal pasado esos días le estaban cobrando factura. Se veía más delgada y con ojeras muy marcadas.
Estoy bien — pensó.
Antes de preparar su cena diviso por la ventana y para su
gran sorpresa, aún estaba Diana Barry sentada frente a su puerta. Se veía cansada. Sin más y con algo de molestia abrió la puerta dejando caer a Diana de espaldas hacia el helado piso de Tejas verdes.—Oh Anne, no puede ser. — y antes de que dijera algo la abrazo con unas fuerzas infinitas. Anne viendo que no la soltaba, decidió separarla de ella.
-¿Qué haces aquí Diana?- preguntó Anne sospechando el porque ella estaba ahí.
-¿Qué que hago aquí?, ¡Por dios Anne, desapareciste por una semana y ahora vuelves y preguntas eso!, ¿Te parece poco?, ¿Porqué?, Nos tuviste muy preocupados a todos.
—No tenían porque preocuparse, ustedes son increíbles, ¿Porqué se preocuparían por alguien como yo?
—Eres nuestra amiga Anne. Tía Rachel nos contó por lo que pasaste, ¿Porqué no nos dijiste?
—No quiero su pena Diana, no quiero que me vean con pena, con lastima. Si, aún no superó todas mis perdidas, pero me cansa, todo cansa, ¿Pero sabes que más cansa?, Mantener esta sonrisa. Cada día, cada hora, minuto, segundo que pasa duele más y para que nadie me vea así tengo que sostener está sonrisa ¿Y sabes?, Aún así me miran con pena, con lastima. Aborrezco esto Diana, lo odio, ¿Acaso no puedo ser feliz? Quisiera serlo, de verdad que lo quiero, pero al parecer la vida y el destino no.
En este punto Anne estaba sentada en una de las sillas del comedor con miles de lágrimas recorriendo su pecosa mejilla y con las manos tapando su cara. Diana sin pensarlo la abrazo como si no hubiera mañana. Anne era un alma rota y Diana haría todo lo posible por salvar a esa chica con cabello de fuego.
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𝑭𝒂𝒌𝒆 𝒔𝒎𝒊𝒍𝒆. (shirbert)
Fanfiction𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒇𝒂𝒌𝒆 𝒂𝒏𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 𝒔𝒎𝒊𝒍𝒆 𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒇𝒂𝒌𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝑰'𝒎 𝒂𝒍𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕. 𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒘𝒐𝒏'𝒕 𝒔𝒂𝒚 𝑰'𝒎 𝒇𝒆𝒆𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒊𝒏𝒆 𝑨𝒇𝒕𝒆𝒓 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝑰 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒕𝒉𝒓𝒐𝒖𝒈𝒉, 𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒍𝒊𝒆. 𝑭𝒖𝒄𝒌 𝒂 𝒇𝒂𝒌𝒆 �...