Capitulo IV

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                                  Maraton 2/3

—¿Piensan que los aulas son para hacer cosas indevidas? ¡Son para estudiar! Ambos, me tienen muy cabreado. Tienen una casa, una cama, para hacer esas cosas. A la escuela se viene a estudiar, no a besarse con sus novios. —dice por enésima vez él director. Ha repetido lo mismo, porque al parecer eso es lo unico que le cabrea —De castigo, van a limpiar el aula de arte. Tres dias tienen para que ese lugar quede limpio, asi que les recomiendo empezar ya.

—¿Y las proximas clases? —pregunta Ben a mi lado. Aún no puedo creer que me besé con el, solo hemos hablado un par de veces, y fue porque queria que le pasé mis apuntes.

—Pues no van, se pierden las clases, haber si asi dejan de lado su amorio en la escuela— decido callarme, porque ya le aclare tres veces que no somos novios, ni tenemos un amorío.

Ambos estamos sentados uno al lado del otro, el director esta detrás de su escritorio, mirandonos mal, como si en algún momento fuera a explotar de cólera.

—¿Algo mas para decir? —pregunta el hombre, y ambos negamos— Bien, vayan a limpiar.

—Bien— gruño, tomo mi mochila y salgo del lugar. Siento las pisadas detrás de mi, y me giro encontrándome con los ojos verdes de Benjamin— ¿Por qué me besaste? No, mejor dicho, ¿Por qué estabas tu en ese salon?

—¿Tan ciega eres? —pregunta, y frunzo el ceño, saca de su bolsillo un celular, el mismo que tiene Morris—  Al parecer es tu admirador.

—¿Mi admirador? —casi me largo a reir— deja de delirar y vamos a buscar las cosas de limpieza, a ver si terminamos esto en menos de dos dias.

El asiente y vamos hacía el closet de limpieza. Sacamos todo lo necesario, y vamos directo al salon de arte. «que desastre» hay pinturas por la pared, y hasta en el techo. El suelo es una mezcla de pintura seca, y pinceles rotos.

—¿Vienes a clases de arte? —me pregunta Ben a mi lado. Niego con la cabeza.

—no, no me gusta el desastre, solamente el de mi cuarto.

—Concuerdo— dice adentrándose al lugar. Deja la mochila sobre el escritorio que suelen ocupar los profesores, hago lo mismo, y comienzo a guardar los lienzos blancos—¿Por qué esta tan sucio?

—Seguramente, expresan sus sentimientos desastrosos— hago las manos como jazz.

El rie— Buen punto.

—Oye— lo llamo y el deja de lado los lapices que se encuentran en el suelo— ¿Por que me besaste? ¿Por que estabas en el aula? ¿por que fue todo eso.

Se encoje de hombros— Morris es mi mejor amigo, y el es...una buena persona. Hoy me presto su celular, porque estoy esperando unos mensajes importantes, de curiosidad entre a su galeria, ¿sabias que tiene una carpeta llena de fotos tuyas? —abro la boca para decir algo, pero la vuelvo a cerrar ya que no se que decir— te conozco desde hace tiempo, te he visto, y la manera que Morris te mira. No quiero que mi mejor amigo la pase mal.

—Aja, ¿y besarme no es traicionarlo? —niega.

—Fue todo un plan, ¿sabes? Obviamente mio— sonrie— hasta donde el me ha contado, nunca se han besado, ¿No? —niego— y tu lo detestas— hago una mueca—en fin, quería ver si en ese salon le seguias el beso a Morris, o sea a mi. Es complicado, pero espero que entiendas.

—Esto fue lo que entendi— suspiro— según tu, Morris tiene fotos mias, como nunca nos hemos besado, tu te hiciste pasar por el, para ver si en realidad siento algo por el, o por lo menos le seguia el beso. Y yo como estupida gemi su nombre, aúnque eras vos el que me estaba besando. Es confuso, pero lo entiendo.

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