22. | ME EXTRAÑASTE?

1.7K 211 148
                                    

con el correr de unos días, la temporada navideña inició.

ya hacía casi dos semanas que yang vivía con su ex profesor, minho, y este se había terminado de acostumbrar a su presencia y por supuesto, a tener al castaño a su lado todos los días.

su relación se había vuelto mucho más estable que antes, casi no habiendo discusiones por nada, sino más bien solo momentos dulces o tiernos entre ambos. no obstante, jeongin todavía sentía cierta cohibición al vivir con minho, pero no sabía que era exactamente lo que lo frenaba.

no sabía si era miedo o temor a que algo malo sucediera, o si creía que su situación era demasiado buena para ser cierta.

lamentablemente, sus padres no lo habían llamado ni una sola vez desde que se había ido, por lo que el menor pensaba que nunca mas iban a volver a aceptarlo, que realmente los había decepcionado.

para acentuar el problema, las fiestas estaban por suceder, por lo que el ambiente familiar y las vacaciones de invierno estaban a la vuelta de la esquina, haciendo que jeongin estuviera un tanto angustiado.

"en qué piensas?" minho, quién a esa altura ya parecía leerle la mente, preguntó recostado en su brazo, mirándolo con detalle en aquel domingo a la noche.

"lo de siempre." jeongin respondió en un suspiro, manteniendo su vista en el techo, juntando sus propias manos, sintiendo como un nudo en la garganta empezaba a formarse dentro de su cuerpo. "minho..." lo llamó girándose a él. "tu me quieres... no es así?"

la pregunta del menor tomó por desprevenido al otro, quién arqueó las cejas confundido y segundos después, procedió a tomar a yang de la cintura, haciendo que este quedara encima de su cuerpo.

"ya sabes que lo hago." minho respondió serio, sujetando de su cuerpo con fuerza, como si no quisiera que escapase. "otra vez estas pensando cosas tristes?" hizo una mueca con su boca, odiando verlo así.

"lo siento... pero no puedo evitarlo." jeongin sintió sus ojos humectarse. "es que odio pensar que por mi culpa, mis padres y yo nos hayamos separado... pero a la vez me da mucha tristeza que no se preocupen ni un poco por mi..."

yang empezó a sentir dificultad para hablar, notando a los pocos instantes que había comenzado a llorar, derramando ciertas lagrimas sobre la remera oscura del mayor.

"acaso ese es mi destino? debo separarme de mi familia para ser feliz?"

"jeongin." minho lo frenó, mirándolo serio. "yo creo que lo mejor es que vayas a hablar con ellos... no puedes seguir así."

el dueño de la casa limpió una de sus mejillas con su pulgar, barriendo así sus lágrimas.

"últimamente duermes mal, te cuesta estudiar, y apenas si comes..." el peli negro habló con determinación. "me preocupa saber hasta donde puedes llegar si no solucionas este problema..."

"pero ya te he dicho que no me escucharán... además de que yo no he hecho nada malo... tan solo pedí que me aceptaran como soy." jeongin procedió a sentarse en sus piernas, cruzándose de brazos. "no voy a ir." habló molesto, apartando su vista hacia otro lado.

y si bien minho creía que esa no era una buena idea, en aquel momento lo que menos quería era estresarlo más.

"bueno..." el mayor asintió, tomando a jeongin de la cintura para volver a recostarlo sobre él. "respetaré lo que quieras... tan solo te pido que intentes relajarte. te sentirás mejor..." sugirió sin siquiera sonreír, más eso calmó un poco al otro.

yang asintió sin volver a hablar, por lo que minho lo tomó de su cuello con suavidad y atrajo su rostro al de él para besarlo. luego, acarició con delicadeza las mejillas húmedas de jeongin, terminando por morder divertidamente una de ellas.

𝐌𝐈𝐎 | 𝐦𝐢𝐧𝐣𝐞𝐨𝐧𝐠 - pausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora