33. | TÚ.

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horas más tarde, yang se despertó con un gran dolor de cabeza, dándose cuenta que minho y él se habían quedado dormidos uno al lado del otro, aún desnudos.

el menor quiso pegarse a sí mismo por lo que había hecho, ya que técnicamente, él había sido quien había iniciado aquella situación "íntima". sin embargo, jeongin sabía con exactitud que ambos debían hablar respecto a sus sentimientos.

sólo que, en aquel entonces, luego de haber tenido sexo y de haber evitado toda conversación verbal posible, yang creyó que lo mejor sería dialogar más tarde.

por eso, sin hacer ruido alguno, tomó sus cosas de la habitación y, cambiándose con velocidad, salió minutos después del departamento de minho.

al estar en la calle, una brisa fría y fuerte lo envolvió por completo, haciéndole poner la nariz roja y sus manos en los bolsillos, logrando que su caminata fuera más rápida a fin de entrar en calor. sólo que para cuando estaba por cruzar de cuadra, este se olvidó de mirar a los costados, quizás porque estaba distraído o quizás porque el conductor había sido despiadado, más una mano lo tomó de su brazo, atrayéndolo hacia atrás de vuelta, haciendo que yang se volteara al instante, chocando su cuerpo con el suyo.

"estás loco o qué mierda te pasa?" minho, quién parecía haber corrido hacia él a fin de evitar el accidente, vestido con apenas un jogging y una remera manga corta, suspiró en aquel aire frío y lo miró molesto, expresión que jeongin conocía ya demasiado bien. "jeongin." llamó de nuevo su atención, aunque no le dio pie para hablar, empezando a caminar, tirando de su brazo, de vuelta al departamento, a fin de que pudieran conversar en privado.

no obstante, en el entre tanto, jeongin no pudo evitar sentir cierto temor por lo que fuera a pasar. 

en sí, no tenía idea sobre qué sería de su relación, más temía de que minho quisiera cortar lazos con él en definitiva, o lo que es peor aún, maltratarlo verbalmente otra vez.

por ese motivo, antes de que pudieran llegar a la puerta de entrada, el menor cayó de rodillas al piso y empezó a llorar en silencio, de repente sintiendo que todo lo que ambos estaban viviendo era demasiado. que sus emociones eran demasiadas.

"jeongin—"

"lo siento... pero no puedo..." el menor comentó entre lágrimas, no queriendo alzar la vista para cruzarse con la mirada del otro. "y-yo no puedo más, minho..." agregó encorvándose, más el peli negro optó por arrodillarse para poder mirarlo cara a cara. "todo lo que pasó entre nosotros... las cosas que tú me dijiste... lo que yo empecé ayer... nosotros... siento que estamos en una montaña rusa que no termina nunca..." suspiró entre frases, finalmente mirándolo a los ojos, dándose cuenta por primera vez que el mayor parecía expresar compasión, o al menos un poco de lástima en su mirada. "necesito tener respuestas, minho... necesito saber qué va a pasar con nosotros... porque sinceramente me estoy volviendo loco."

jeongin dejó de hablar y alzó su cabeza, descubriendo en ese entonces que el peli negro evitaba poner su vista en él. 

"yang... yo no quiero que sigamos en esta locura que tu dices..." empezó a decir lentamente, mirando a su alrededor las calles vacías que rodeaban la vereda de su departamento. "en realidad, nunca quise que todo este problema sucediera..." agregó, volviéndose a él, sujetando una de sus manos con la suya, apretando esta segundos después. "lo cierto es que he sido un idiota y que estoy seguro que nada de lo que diga podrá reparar el daño que causé en ti." 

minho fijó su vista en él, haciendo que jeongin se sorprendiera por la expresión en su rostro que mostraba; parecía que iba a llorar de la desesperación, o que estaba reprimiendo sus sentimientos sin éxito alguno, frunciendo la boca y el ceño.

"minho..."

"pero así soy yo. soy un adulto sin remedio que no sabe cuales son los límites de las cosas, y tampoco entiende cuando las personas son importantes para mi..." continuó, usando su típico tono inexpresivo, hablando con ira contenida. ira hacia sí mismo. "lo cierto es que lastimo a todos sin darme cuenta..." prosiguió, bajando su vista a sus manos. "honestamente no te merezco... eres demasiado bueno para mi, jeongin." terminó de decir, pero el más chico no le dio tiempo a que pudiera respirar, y lo abrazó con fuerza, rodeándolo con ambos brazos.

si bien yang sabía que minho tenía sus errores, estaba seguro que este no era la mierda de persona que decía ser. desde que lo había conocido, pese a las peleas infantiles y estúpidas que habían tenido, el peli negro se había encargado también de protegerlo, ayudarlo y quedarse con él cuando más lo había necesitado. y eso valía demasiado para jeongin.

y, aunque todavía podría no conocer bien lo que "estar enamorado de alguien" significaba, jeongin creía que lo que sentía hacia minho era en definitiva algo único y especial. y no quería dejarlo escapar.

"puede que no seas lo suficientemente bueno para mi... pero aún así eres lo que más quiero." lo miró con decisión. "así que por favor quédate junto a mi, minho."

jeongin dijo expectante, pero el mayor tan solo sonrió como nunca antes lo había hecho, confundiéndolo más.

"no tienes por qué preocuparte... pues no planeo irme a ningún lado." respondió, no dándole tiempo a yang para reaccionar, depositando sus labios en los suyos al instante.


𝐌𝐈𝐎 | 𝐦𝐢𝐧𝐣𝐞𝐨𝐧𝐠 - pausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora