Era un día tranquilo en el reino Champiñon, el sonido de los pajaros se hacía presente y la luz del sol estaba más que radiante.
Mario se dirigía al castillo debido a que realizaría un viaje con su novia, irían al festival que se celebra anualmente en New DonkCastillo de Peach
¿Estas lista, mi princesa Peach? -preguntó Mario-
Si, mi heroe -contestó Peach, tomando a Mario de la mano- ¿Nos vamos?
En eso ambos salieron rumbo a New Donk.
Al llegar a la cuidad, muchos reconocian a la pareja y decidian tomarse fotos con ellos, eran celebridades y mas aún con lo sucedido cuando Bowser habia secuestrado a Peach para casarse con ella, niños y jovenes se encontraban imitando las aventuras de aquel fontanero y otros mas vestían ropajes alusivos al rey de los Koopas, basicamente Mario, peach y Bowser impulsaron moda en aquella metropoli
Woah! nunca esperé que todo lo que vivimos fuese a convertirse en una tendecia aqui, es extraño porque siempre creí que estabamos alejados de este lugar, y de los demás reinos. De cierto modo me resulta incomodo, pero es genial -comentó Mario asombrado por ver y presenciar todo-
Aún recuerdo la primera vez que me salvaste, habia oido de tí porque los aliados de Bowser lo alertaban y hacían que él colocara mas obstaculos para que te impidiera pasar -dijo la princesa entre risas- ah, o cuando esa bruja me robó la voz y el dragón no pudo secuestrarme, hubiera querido que lo hiciera para explotar su castillo, me tenía harta
Hehe, ay mi Peachy -dijo Mario sonriendo- oh mira, llegamos al hotel
Habían pasado unos minutos desde que la pareja se instaló en el lugar, se dieron un rato para convivir entre ambos antes de salir a la celebración que se llevaría a cabo en el centro de la ciudad
Finalmente la pareja estaba lista, y como era una espectacular celebración Mario llevaba un smoking color negro, con camisa blanca y un sombrero tambien de color negro, al igual que sus zapatos, y claro, no pueden faltar sus guantes; por otro lado, Peach llevaba puesto un vestido largo de color rosa pastel, accesorios del mismo color al igual que sus zapatos.
Llegaron al centro de la ciudad transportados en un carro muy elegante, como eran invitados principales ellos debían estar en primera fila, y asi fue
La celebración comenzó, Pauline, alcaldesa del lugar, tambien conocida por ser una gran cantante subió al escenario a interpretat sus canciones mas conocidas, y una que otra que estaba en proceso de creación. Todos los invitados bailaban a la par de la musica y se divertian, fue algo elegante pero muy alegre. Al cabo de unas dos horas, Pauline decide saludar a quien fue su amor en el pasado
Que tal Mario? Es genial verlos por aquí -saluda la castaña en un tono coqueto-
Oh, hola Pauline -dijo Mario amablemente, aunque un poco incomodo-
Peach se estaba percatando de la situación pero decidió actuar como si nada para no causar polemica
Hola Pauline, un gusto ¿Me recuerdas? -dijo Peach con un tono gentil-
Oh, claro que te recuerdo. Si tu fuiste la protagonista de aquella ultima hazaña, fue divertido -habló Pauline entre risas-
Vieja loca
Pensó Peach
No se que hay de divertido en querer que te cases con alguien a la fuerza, pero si fue entretenido viajar por muchas partes del mundo ¿No es así, mi heroe? -comentó la rubia para calmar un poco el ambiente-
Si, mi princesa Peach -habló Mario tomando de la mano a su novia-
Pauline al verlos sentía impotencia porque en el fondo seguía amando a Mario con la misma intensidad, y él era la inspiración en todas sus obras
Oye Mario ¿Podemos hablar, a solas? -preguntó Pauline-
Mmm, si claro -contestó Mario-
Peach ardía de celos por dentro pero decidió confiar en él
Mario y Pauline se dirigían a las afueras del salon, donde nadie los viera, pero Peach decidió espiar
Afuera del salón de eventos del centro de la ciudad
Ay Mario -dijo Pauline en un tono de profunda melancolía- no es correcto ni mucho menos apropiado lo que te diré pero... Te extraño demasiado; han pasado años desde nuestra ruptura y no he dejado de amarte, tus besos, tus caricias, extraño esa voz que me despertaba cada mañana antes de ir al trabajo, tambien extraño esos momentos en los que me salvaste de ese gorila, incluso cuando hablamos de un posible matrimonio; no te lo dije hace un año porque estabas por milesima vez salvando a aquella chica que lo cambió todo. Te suplico que me dejes sentirte por ultima vez
Mario claramente al escuchar esa ultima frase se quedó immobil, y Peach que andaba espiando comenzó a llorar
Salió corriendo al baño del salón lo mas rapido que pudo para secar sus lagrimas
N...no, no puedo hacerlo, tengo novia y la respeto. No le haría daño con una estupidez de tal magnitud, mira, te lo digo de una vez, deja ir lo nuestro, te está haciendo mucho daño y quiza estas perdiendo a hombres que buscan algo contigo -habló Mario con mucha seguridad- tu vales mucho, y no mereces vivir atada al pasado, eres lo suficiente capaz de salir adelante, y aunque ya no sienta nada por tí, te respeto y te admiro como mujer, y si el destino lo decidió asi, es mejor seguir con nuestras vidas
En eso se acerca Pauline bruscamente intentando besar a Mario, pero él la detiene
No, no lo intentes -Mario no se inmutó, solo entró al salón nuevamente en busca de su amada para dirigirse al hotel-
En ese preciso instante Peach salia del baño, ambos partieron al hotel, y cabe destacar que durante el camino no dijeron ni una sola palabra
Al llegar al hotel, los dos se dirigieron rapidamente a su habitación, de inmediato Peach se asomó por el balcón para admirar aquella vista de la ciudad, aquello la consolaba. En eso Mario aparece detràs de ella para darle un abrazo y decirle unas cuantas cosas
Nunca haré que te sientas insegura por lo nuestro, te amo y te respeto y no sería capaz de dejarte ir, me concediste una oportunidad hace casi un año y no creas que la echaré a perder, yo no vivo encadenado al pasado ademas la vida es lo suficientemente corta como para hacer eso, y ahora lo que mas me importa eres tú. Tú eres mi presente y quiero que seas mi futuro, eres la mujer mas valiosa y encantadora, y una de las personas mas importantes en mi vida -dijo Mario-
Peach volteó a verlo con sus ojos llenos de lagrimas, recordando lo de hace un rato pero feliz sabiendo que hay alguien en su vida amandola plenamente
No tienes que decirme nada, dejemos esto atrás, tienes derecho a llorar, hazlo -dijo Mario suavemente-
En eso la princesa abraza al hombre mientras lloraba suavemente, él simplemente la acariciaba con delicadeza para calmarla mientras pronunciaba una frase
Te amo, mi princesa Peach -habló Mario-
Ambos se acercaron lentamente para sellar aquella frase con un tierno beso
-Fin-
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Ti amo- Mareach/Luaisy (One shots)
Hayran KurguEn este libro reúno a dos de mis shipps favoritos del mundo de Super Mario, cada capítulo será una historia diferente de ambas parejas, espero les guste.