Capitulo VIII

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Finalmente.

Las escaleras habían sido muchas y muy largas, pero habia valido la pena.

La habitacion al final de estas era muy grande, pero muy peligrosa a la vez.

Un pequeño pasillo hecho de piedra era la unica llegada al centro de la habitacion, donde se encontraba inocentemente una pequeña cadena de lo que parecía de ser plata sobre una almohada envejecida por los años, el resto era solamente un gran vacío que culminaba en un suelo duro con algunas irregulaciones pareciadas a espinas.

Sonriendo con suficiencia, L avanzado por el pequeño pasillo sin miedo con su cachorro flotando junto a él, con el toad gritando ahora con miedo al no ver ningún suelo cercano bajo sus pies.

Llego al pequeño círculo y, al asegurarse de que no había ninguna trampa, tomo el susodicho collar entre sus manos y lo observo.

...

No... era lo que habia esperado en realidad.

El supuesto collar mágico consistía básicamente en una cadena de plata que sostenia un medallon redondo de lo que parecía bronce. Tenía seis agujeros vacíos a su alrededor junto con una escritura al reverso que bo pudo identificar.

Toda la magia que pudo tener la pieza  de joyería claramente había desaparecido, ahora siendo poco más que un accesorio un poco pasado de moda.

L sabia que tal vez, si investigaba un poco mas, podría saber para que se utilizo este collar y ver si ellos podrían darle algún uso, pero por el momento, era mejor llevar su tesoro a casa.

L se sorprendió de lo sencillo que había sido. Habría apostado sus armas favoritas a que el heroe habría llegado y arruinado su plan como lo hiso con muchos otros, pero al parecer se había equivocado.

"Detente ahí!"

Oh, bueno. Hablando del rey de Roma.

A pesar de sus mejores instintos, L no pudo evitar sonreír a esta situación. Por fin, por fin, tendria su oportunidad contra el heroe. Podría medir su fuerza y ver que tan capas era, y por fin podría experimentar una lucha intensa contra alguien, algo que no habia tenido la oportunidad de hacer en mucho tiempo.

"Hmm, me preguntaba cuando se uniría a mi heroe" comenzo con voz baja y ligeramente divertida "Ya me estaba preocupando de que mis muchachos hubiesen jugado demasiado rudo contigo"

No era verdad, estaba preocupado de que el heroe halla jugado demasiado rudo con ellos.

"Escucha, no quiero pelear" comenzo el heroe con voz cautelosa "pero si no me entregas el collar y al capitan junto con tu rendición, me temo que no tengo más remedio que usar la violencia!"

L rio ligeramente divertido.

"Nunca te tome como un tipo pacifico heroe" respondió el soldado comenzando a darse la vuelta para enfrentarse finalmente al mayor enemigo de los koopas "siempre terminas usando la violencia, y sinceramente, no esperaba que yo fuera-"

Y...

Se congeló.

Frente a el estaba un hombre vestido con una camiseta roja de manga larga, overol azul y guantes blancos. Una golea roja con una m ocultaba su cabello castaño, y su vigote ondulado perfectamente peinado incluso después de la batalla que tuvo contrastaba con sus ojos impresionantemente azules. Una mirada determinada grabada en sus razgos.

Pero todas esas cosas no le importaban a L, lo unico que le importaba era el enorme parecido físico entre ellos dos.

Su corazon comenzó a bombear erraticamente en su pecho, un nudo en su garganta cada vez más grande le impido terminar su discurso. Estaba seguro que, si no hubiese sido entrenado para no mostrar debilidad ante nadie, habría estado temblando. Su cuerpo no respondía y sus músculos estaban tensos, estaba congelado.

La fuerza del verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora