La fuerza del verde

Capitulo X

L cerró la puerta de su habitación con una suavidad bastante sospechosa.

Había salido de la sala del trono tan pronto Kamek habia terminado la historia, habia necesitado de un espacio seguro para reflexionar.

~Hace muchos años, habian existido dos bebés~

L se acercó a su escritorio y, sin previo aviso, arrojo todos los papeles de este.

~Dos gemelos de ojos azules, dos humanos~

Cuando terminó, atacó los cajones.

~Una cigüeña se encargaba de llevarlos a casa~

En el momento de que el inocente pedazo de madera se vio desprovisto de elementos que arrojar, se paseo por la habitacion sin inmutarse por pisar los papeles en el suelo.

~El mayor llego a salvo, pero el menor...~

Un inocente objeto de vidrio volo por la habitacion, estrellándose y explotando en un millón de pedazos.

~Lo abandonaron, lo dejaron para morir, creian que no valía la pena~

Su puño conecto con la pared, pero el dolor no le importo.

~Creian que era inutil~

Volvió a golpear la pared, y luego otra, y otra ves...

~Pobre~

Finalmente se separó del muro, estando seguro de que si seguía su mano terminaría por romperse.

~Debil~

Con un grito ensordecedor, callo de rodillas, finalmente exhausto por su arrebato.

No lo habian querido.

El tendria que haber estado muerto.

El no... ese hombre... Mario...

Odio. Era la mejor palabra para expresar lo que sentía. Odio al hombre que lo habia superado, Odio hacia las personas que lo habian engendrado por abandonarlo, y Odio hacia sí mismo, por obligar a los Koopas a tener que cuidar de la basura que otro no quiere.

Recuerda aquellos días cuando niño que lo molestaban porque era diferente. Ahora veía su punto, ahora comprendía todo.

Era un inútil.

Era el hermano de su enemigo.

Era un-

"L!"

Tubo unos segundos antes de que el malvado y caprichoso rey koopa entrará en su habitación. Su cara era de pocos amigos y, literalmente, echaba humo por la boca.

"Quien demonios te dio permiso para irte de esa manera?! Estaba a punto de-" se detuvo abruptamente cuando noto todo el destrozo en la habitacion, sabiendo que su amigo era casi un fanático de la limpieza "Whoa, que paso aquí? Parece como si uno de los chomps se paseo por tu cuarto"

Bowser, oh Bowser. El lo sabría? Se lo había ocultado también?

"Lo sabías?" No pudo evitar preguntar.

"Como?" Respondió más confundido que antes "Saber que? De qué estas hablando?"

Entonces no. Kamek le había mentido a él también. Aunque, si era sincero, podía ver su razonamiento, el magikoopa solo quería protegerlos.

"Oye, estas bien? Cuando Junior y yo no te vimos en la sala del trono nos preocupamos, tu nunca te vas así como así" El enojo se disipó considerablemente en el rostro del rey, estando aún más confundido "Hay algo mal"

"Bowser..." el en verdad quería seguir como antes, como si nada hubiese pasado, pero ya no podía ignorar esto "No soy quien crees que piensas"

"Como?" La confucion aumento en su mirada.

"Mario..." sus puños se apretaron, su garganta parecía cerrarse cada vez más. L tenía que hacerlo, tenía que contarle a su rey "Mario... es mi hermano, es mi gemelo"

Esperaba una explosión, un grito, incluso una bola de fuego, por eso quedó muy confundido cuando escucho un pequeño y casi indescifrable.

"Que?"

Le conto todo, no obvio el más minio detalle. Desde el abandono hasta su llegada, incluso algunas pequeñas teorías que se formaron en su cabeza con respecto a esto, pero cuando terminó, no pudo evitar bajar la cabeza con vergüenza ante su gobernante, estando dispuesto a cualquier castigo.

El Koopa estaba mortalmente callado, algo muy extraño considerando que era Bowser. Casi esperaba que comenzará a gritarle, quería ser reprendido, castigado, cualquier cosa contal de quitarle esta horrible deshonra en el.

"Tu... sabes que esto no cambia nada, verdad?"

Que?

L levantó la cabeza rápidamente para encontrarse con una expresión serena pero decidida de su rey, en lugar de la enfadada que esperaba.

"Como no puede cambiar nada Bowser?" Dijo un poco mas brusco de lo que pretendía, pero no le importo "No escuchaste? Mario es mi hermano, tu mayor enemigo, tu ruina para tus planes, es mi familia"

"Ahora, sabes que eso no es verdad" por fin, el koopa parecía enojado, pero no lo suficiente "Puede que ustedes nacieron de la misma sangre, pero no lo convierte en tu hermano"

L estaba... atónito. Nunca, en todos lo años que habia conocido a Bowser, esperaba que dijese algo tan sabio y maduro, no contesto, invitándole a seguir.

"Tu no eres su hermano, eres demasiado importante como para que alguien como el sea tu hermano" se cruzo de brazos con decisión, no aceptando otra respuesta "Acaso ustedes dos crecieron juntos?"

L parpadeo.

"No"

"Acaso ustedes dos jugaron juntos?" prosiguio.

"No"

"Acaso el te protegió en tus malos momentos? Acaso el estubo para ti cuando lo necesitaste? Acaso lo ayudaste cuando estaba perdido?"

"No..."

"Acaso-" se corto en su monologo abruptamente, adoptando una cara de inseguridad. Coloco una de sus manos en el hombro del humano, como temiendo algo "Acaso... quieres ser su hermano?"

Y L comprendio.

Bowser temia que ahora, con la nueva información que habia adquirido, quisiera volver a su reino de origen, de regreso con el.

Y L moriría antes de que eso pasara.

"No"

La sola idea de traicionar a los Koopas lo repugnaba. Este era su reino, este era su hogar, aquí, con un perro fantasma leal hasta el final, aquí, con un magikoopa cascarrabias pero inteligente, aquí, con un maravilloso sobrino que nunca se cansaría de mimar, aquí con-

Aquí, con su hermano el rey.

"Como siempre puedes hacerme sentir mejor?" Dijo con una carcajada.

"Te conozco desde que usas pañales enano, tengo mis trucos"

Hablaron un poco mas de cosas más triviales, antes de que un soldado los interrumpirá por un goomba que exigía audiencia con el rey. No queria, pero Bowser se obligo a si mismo a levantarse y retirarse, prometiendo seguir hablando más tarde.

L lo vio irse con una sonrisa, negando las payasadas del mayor.

Pero cuando estubo finamente solo, sus pensamientos se ordenaron para finalmente hacer una promesa.

El mataría a mario, no importa si el muere también, se encargaría de que ese plomero bigotudo no cause más daño ni a el ni a su familia nunca más.