Capitulo VII

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Arriba, abajo, centro izquierda, izquierda, derecha, centro derecha.

Incorrecto

Abajo, centro derecha, centro izquierda, derecha, izquierda, arriba.

Incorrecto

Izquierda, centro derecha, abajo, derecha, centro izquierda, arriba.

Incorrecto

En este punto, L considero de forma muy seria de volar la puerta.

Habian pasado aproximadamente diez minutos desde que los chicos se habian llevado al héroe a la planta baja para darle el tiempo suficiente como para tomar el paquete e irse.

Solo que, muy al contrario de lo que habia pensado en un principio, la puerta no era tan sencilla de abrir.

Habia renunciado hace mucho el desifrar la letra (era tan antigua que ni siquiera el, con toda su educación en idiomas, podría desifrar en tan poco tiempo) y habia comenzado a probar combinaciones al azar par intentar encontrar la correcta.

El toad estaba calmado ahora, aunque L apostaría que mas que calmado estaba cansado, siendo vigilado de cerca por su cachorro quien gruñir constantemente al ver cualquier movimiento por parte del capitán.

L estaba preocupado, no por fallar en su misión, porque incluso si no abria la puerta llevaría ese collar a su rey, si no por los dos jóvenes koopas peleando allá abajo.

No era un tonto, habia escuchado cientos y cientos de historias de las hazañas del heroe del reino champiñon contra el ejército koopa, incluso habia vivido algunos tan cerca que era imposible no recordarlos.

Un ejemplo de estos era un recuerdo no muy agradable.

Hace algunos años, Bowser, Junior y el habian decidió tomar unas vacaciones en una remota isla paradisíaca. El habia invitado al profesor y el les habia enseñado sus mas recientes inventos, un pincel mágico capaz de hacer tu imaginación realidad y una mochila capaz de lanzar agua de formas muy creativas, aunque esta también contrarestaba el efecto del pincel.

Se habian divertido probándolo, tanto que el profesor les habia obsequiado los aparatos a el y a Junior (la mochila y el pincel respectivamente) como agradecimiento de la invitación de L.

Pero a partir de ahí, las cosas se fueron abajo.

Alguien habia entrado a sus habitaciones en el hotel donde dr quedaban y se habia llevado el equipaje del profesor junto con la mochila de agua (cual era su nombre otra vez? ¿ACUA?). El pincel de Junior se habia salvado, pero L estaba seguro de que solo había sido así ya que temian demasiado a Bowser como para hacer algo en contra de el.

No recordaba haber visto al profesor tan en panico como aquel día y realmente no lo culpaba, una importante parte de su trabajo estaba en riesgo por un ladrón cualquiera, y el no sabia que hacer.

Bowser estaba furioso, tanto que casi rostisa el hotel entero y se excedió tanto como para no solo establecerse en el volcán para no ser molestados, si no que habia puesto una piscina de todas las cosas en el cielo e habia llenado la isla con sus súbditos.

L habia ayudado al profesor a buscar sus cosas (a consta de las quejas de los dos koopas) y habian partido a una isla cercana en busca de alguna pista, recordando que un barco habia partido a ella la noche anterior.

Les tomo un dia, pero al final encontraron al ladrón. Un chico joven que habia pensado que podía llevarse las maletas de los turistas e irse sin que nadie se diera cuenta, incluso fue tan tonto como para abandonar la mochila pensando que era solo un juguete inutil.

No llamaron a la policía, no, L se encargo personalmente de darle al chico una lección que no olvidaría nunca, solo después de otorgarle lo que merecia a ese sucio ladrón fue que llamaron a las autoridades.

Nadie se metia con alguien a quien apreciaba o valoraba.

Al volver, lo unico que querian era descansar de todo este lio, y de paso encontrar el invento perdido del profesor.

Lo que encontraron en su lugar fue, en opinion de L, un tremendo caos.

Sus fuerzas, destrozadas, su base, destrozada, su rey y su principe, echados de la isla.

En el dia en que de fue, fueron derrotados por ese saltarin de cuarta.

Ese evento fue lo que recordaba a L que este tipo no era alguien con quien podía jugar.

Siempre quiso acabar con el de una buena y maldita vez, si no fuera por Kamek, se habría desecho de el hace bastante tiempo.

Bueno... ese pensamiento era incorrecto, L lo sabia. Cientos y cientos se han enfrentado a ese héroe y habian perdido, sabia que con el no seria diferente.

El hombre era fuerte, y lo sabia.

Y aun asi, L mando a dos niños a enfrentarlo.

Morton y Roy eran increiblemente competentes, L estaba seguro, no por nada serian miembros de uno de los rangos más altos del ejercito, pero... habian enfrentado a este heroe antes y habian perdido, muchas veces, demasiadas veces, pero eso no les habia impedido luchar.

L prácticamente los habia criado desde su nacimiento junto con Bowser. Recordaba con cariño cuando su amigo lo llamó pidiendo ayuda para cuidar a estos siete pequeños huérfanos, y los momentos felices que habian vivido juntos.

Jamas se perdonaría si les pasara algo.

Izquierda, abajo, derecha, arriba, centro izquierda, centro derecha.

Incorrecto

Esto se estaba volviendo ridiculo.

Su cachorro ladrón un par de veces preocupado, antes de regresar su atención al toad que habia echo un pequeño movimiento.

Ahora no era el momento de reflexionar, tenia que concentrarse y completar la misión. Mientras mas rapido abriera la puerta, mas rapido se irian de aqui.

Por mucho que quisiera conocer a este individuo.

Arriba, izquierda, centro izquierda, derecha, centro derecha, abajo.

No.

Centro derecha, izquierda, arriba, derecha, centro izquierda, abajo.

No.

Arriba, izquierda, centro izquierda, abajo, derecha, centro derecha.

Click.

El suelo se movio violentamente bajo sus pies causando que polvo callera del techo, los botones brillaron cada uno con un color diferente antes de que las puertas comenzaran a abrirse para revelar una larga escalera de piedra en buen estado a pesar de los años que tenia.

L sonrio victorioso, era hora de acabar con esta misión y volver a casa.

Pidiendo en silencio a los chicos de entretener un poco mas al héroe, comenzo a subir las escaleras con una velocidad alta seguido de su cachorro que arrastraba no muy amablemente al toad.

-No! No, déjenme ya! ¡MARIO!-el capitan intentó correr cuando sintio que lo arrastraban hacia atras

El camino espectral no perdió tiempo cuando mordió la mochila en un intento de que permaneciera quieto, solo para gemir confundido cuando sus dientes tomaron un pequeño pañuelo blanco permitiendo que el toad corriera.

Aunque no llego muy lejos, ya que el perro solto el pañuelo rápidamente y se lanzó a su presa, inmovilizadolo en el suelo.

Decidiendo que no queria que su prisionero escapara nuevamente, el cachorro lo tomó de la mochila con una fuerte mordida y foto a unos metros del suelo, evitando el contacto de los pies del capitán con la firma piedra de la cueva.

L dio una media sonrisa divertida antes de que reanudará su subida por las escaleras.

Tenia un collar que encontrar.




La fuerza del verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora