Capítulo IV

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Por el momento, el mapa parecía ser falso.

-No te preocupes Mario- dijo un toad azul sonriente -seguro que encontramos ese collar en menos de lo que come un yoshi-

El heroe del reino champiñones solo suspiro.

A menos de una semana del festival, la princesa lo envía a buscar una especie de collar a sarasaland para de una vez por todas mantener a bowser a raya.

Mario había sido enviado en la búsqueda junto con un toad azul, un toad amarillo, toadette y el capitan toad. Eran pocos pero eran capaces.

-es muy extraño, jamas había visto estas cuevas antes- el toad amarillo dijo fascinado -muy interesante-

-los soles te persiguen, las tortugas te latiman, las flores te dan poderes de fuego y esto te sorprende- dojo t.azul rodando los ojos.

T.amarillo lo miro molesto.

-encontraron algo capitan?- grito mario al otro lado de la cueva, donde dos toads habían decidió mirar.

-aun nada Mario!- la voz era femenina, por lo que toadette contesto -solo más rocas-

El rojo suspiro y se froto las sienes con cansancio.

El nunca se lo dijo a nadie, pero en esta época del año el heroe más famoso de los reinos se sentía... vacío.

El siempre supo que algo faltaba en su vida, no sabia el que, pero algo faltaba. A mediados de la primavera el siempre soñaba con el llanto, el dolor y la perdida de un niño, pero lo más importante fue el verde.

El verde jamás falto.

Tal vez jamas lo admitiría, pero se sentía solo. Todas esas carreras, todos los deportes e incluso todas esas fiestas las realizaba porque no quería estar solo. Todos sus amigos hiban y platicaban entre si, como si el tiempo no pasase.

Apreciaba esos momentos en donde estaba junto a sus amigo, ya sea paseando junto a yoshi, jugando dobles junto a DK e incluso compitiendo contra Wario, cualquier cosa que le quite esos pensamientos de soledad.

Quizás sea hora de buscar a una pareja...

-Mario!- un grito chirriante los saco de sus pensamientos -ven rapido! Creo que encon-AHAAA!!!!-

La cueva tembló ligeramente, soltando algunos pedazos de piedra de las paredes y el techo, antes de detenerse.

-Capitan?!- grito frenético el toad azul corriendo al lugar en donde se encontraban el Capitan  y Toadette, solo para chocar con esta última.

-Ouch!- dijo mientras se flotaba la cabeza -oye! Qu-

-Mario! ¡Mario!- grito la niña con coletas euforicamente -el... el capitan fue...-

-Toadette, toadette calmate- tranquilizo mario a la niña -respira profundo y cuéntame lo que sucedió, despacio-

-o...ok- ella tomo una gran bocada de aire y la solto lentamente -mario... el capitan fue secuestrado!-

-secuestrado?- esperaba que se perdiera, o incluso que se lastimada ¿pero secuestro? -quien lo secuestro?-

-Un perro!-

-...-

La cueva quedo completamente silenciosa.

-un perro?- dijo el toad amarillo confundido -aqui no hay perros-

-si era un perro! Pero era muy extraño. Era todo blanco y podía volar!- dijo haciendo gestos con las manos -encontramos un agujero extraño y por eso te llamamos! Pero entonces el perro apareció de la nada, tomo al capitan y lo arrastro por ese agujero!-

La fuerza del verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora