Contigo. (FINALIZADA)

Claridad.

- Vas a hacer un agujero en el suelo.- Zhan detuvo a Pietro.

- Ya lleva mucho tiempo allí.

- Recuerda que aunque no es algo peligroso, es un proceso lento y delicado.

- El estará bien.- Yibo sonrió.

- En verdad ya no soporto la espera, si hubiera sido por mi Hua no entraba a ese quirófano, para mi el es perfecto de cualquier forma.

- Así es como se debe amar.- Zhan  palmeo la espalda de Pietro.- Con un amor puro e incondicional que vea mas allá de lo físico y las limitaciones.- Observo a Yibo y sonrió.- Pero también debes pensar en lo que quiere Hua y esto fue su decisión, el quería borrar esa marca para siempre y con ella su pasado.

- Tienes razón.- Pietro asintió.

- ¿Familiares del joven Chen?.- Una enfermera se acercaba.

- ¡Yo!.- Pietro se acerco.- Soy su esposo ¿Cómo salió todo?.- Lucia nervioso.

- La operación fue exitosa.- La enfermera sonrió.- El joven esta siendo trasladado a su habitación en estos momentos.

- ¡Gracias!.- Pietro sonrió dejando escapar un suspiro de alivio.- ¿Cuándo puedo verlo?

- El ahora esta bajo los efectos de los sedantes, así que por ahora duerme, pero puede ir a su habitación y acompañarlo hasta que despierte.

- Esta bien...- Pietro asintió con emoción.- ¿Pueden venir conmigo?.- Apunto a Zhan y Yibo.- Son parte de nuestra familia y están aquí para verlo también.

- Por supuesto.- La enfermera sonrió.- Venga conmigo, como guardián del joven Chen el doctor quiere dejarle algunas indicaciones.

- Vamos...- Pietro se acerco y tomo el brazo de Yibo.- Vamos.

El procedimiento quirúrgico de Hua había sido un éxito un procedimiento el cual mas que con fines estéticos tenia fines curativo, con aquel ultimo paso finalmente Hua acababa con su pasado y dejaba ir todo su dolor, ahora seria un hombre feliz y sin resentimiento, el cual se dedicaría a vivir la vida junto a quien mas amaba.

Su historia con Darren Wang había llegado a su final, al igual que su mejor amigo Zhan, Hua había decidido enterrarla junto con el. El acercamiento con sus tíos los Wang al principio fue un tanto incomodo pues a pesar de que estos mostraron todo su apoyo hacia el y le expresaron el dolor de saber por lo que había pasado gracias a su hijo para el era difícil verlos a los ojos pues aunque no le gustaba mentirles no podía decirle que el final que tuvo su hijo había sido diferente al que ellos creían.

Se sentia culpable al no revelarle la verdad pero prefería seguir engañándolos a que supieran la realidad, habían sufrido bastante al enterarse de quien era su hijo y que tan sucio podía ser así que no estaba dispuesto a agregarles mas dolor, el señor Wang nunca volvió a hablar de su hijo pero era claro que le dolía todo lo que había ocurrido con el sobre todo su final porque al fin de cuentas se trataba de su hijo, sangre de su sangre, a quien había cuidado, protegido y amado, la señora Wang por un tiempo cayo en una profunda depresión a causa de las desilusiones pero sobre todo el dolor y la culpa pues no dejaba de sentirse responsable al pensar que había fallado en la crianza de su hijo.

Ambos padres estaban heridos y rotos, pero así como el tiempo se encarga de sanar las heridas así fue obrando en estas dos personas que poco a poco fueron subsanando su dolor, aun sin olvidar al hijo que tanto amaron. Hua empezaba de nuevo a mejorar su relación con sus tíos, regresando a ser ese sobrino amoroso y atento que antes fue, se encargo de ellos, los acompaño y estuvo cuando lo necesitaban, así fue como de sobrino paso a ser un amado hijo para los Wang quienes agradecían al joven por no haberlos abandonado a pesar de todo lo que había sufrido, ahora tenían un hijo que cuidaba de ellos con mucho amor y al cual también amaban de la misma manera, a pesar de ello nunca olvidaron a su hijo, su retoño.