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19. La apuesta

-Albafica, no puedo creer el alcance que tuviste en tan poco tiempo, tus fotos y vídeos fueron las que tuvieron mas reacciones- los dos jóvenes se encontraban en el departamento del mayor, con ropa holgada e informal, mirando una reconocida película en Netflix.

-Y que lo digas, tuve que cerrar mi cuenta anterior en Instagram por precaución, pero en cuanto cree una nueva recibí muchas a invitaciones a salir y bueno...ya tu sabes- el peliceleste subió una ceja volteando la mirada con una leve risa llevándose un poco de palomitas a la boca.

-¿Ya te arrepentiste?- cuestiono el mayor, bajándole el volumen al televisor.

-Aun no, digamos que estoy en un equilibrio, todo lo malo en realidad tiene su lado bueno. Amigos nuevos, conocer lugares nuevos...

-Si y Minos- respondió algo jocoso.

-Ja, a lo ultimo.

-Eso dices ahora, debe a ver algo que te atraiga de el.

-Por supuesto que lo hay, ademas tuve momentos interesantes con el, pero algo entre nosotros, eso no pasara.

-Al menos existe algo de química, en cambio con ese bicho estúpido- soltó sin pensar, dejándose totalmente vulnerable.

-¿Kardia?- pregunto de inmediato.-Cierra a boca, se te caen las babas.

-No soy tan fácil, tal vez quiera sorprenderme o intentar decir "Contigo no cogeré a la primera"- alzo los hombros restandole importancia al ambiente que el mismo había provocado.

-¿Entonces de que te preocupas? Si no quieres que pase a mayores no pasará, no lo dejarás. Aunque sea dale el gusto, ¿no te da curiosidad?- esta vez el peliceleste lo cuestiono mirándolo con curiosidad.

-No digo que vaya a pasarla mal, pero recuerda que esta Pandora y eso, no quiero traer problemas de mas y algo mucho mas importante, soy hombre. Luego de eso le diría que si.

-Dudo que eso suceda, Degel, hasta quien sabe que podria suceder en futuro. Bueno no lo sabrás si no lo intentas- volvió a su lugar.

-Entonces hagamos algo- volteo hacia el menor, con un aire temerario.-Si te atreves a ir con Minos, yo iré con Kardia.

-No tengo miedo, acepto completamente-respondió determinado. Los dos estrecharon su mano en un trato sincero.

-Degel, si llega el momento¿ se lo contaras?- pregunto señalando las partes intimas del contrario.

-Si, lo haré, aunque su reacción sea lo peor, pero lo haré.

-Entonces también yo- los dos quedaron en silencio observando la pelicula que ya habia perdido todo su interés. Albafica decidió hablar primero.

-Y AHORA QUE TERMINAMOS, ¿QUE TAL SI NOS VAMOS A PERREAR?- el peliverde lo miro sorprendido y luego cambio a un gesto de emoción.

-Al fin te encontré, bro.

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