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9. Húmedo

Retiro sus tacos para ponerse algo mas comodo, volveria a su tierra natal junto con Pandora, Minos, Verónica y ese tipo de cabello alborotado llamado Kardia.

Su hermano menor, Camus, se habia molestado cuando le aviso que volveria a irse, queria pasar mas tiempo con el y no solo verse en su cumpleaños o Navidad. Pero Camus debia continuar sus estudios en Grecia, y ella debia seguir trabajando para manterlos a los dos, pese a los pedidos de Camus de que el podia conseguir un empleo y estudiar a la vez aun se lo prohibia, al menos hasta que fuera mayor, no queria que su pequeño hermano pasara por lo mismo que el.

Deshizo su peinado, su cabello era sedoso y lacio, nunca lo habia cortado, llegaba a cubrirle toda la espalda mientras que su hermano tenia hermoso cabello lacio y rojo, que llegaba solo a la altura de su diafragma. Suspiro, desabotono los botones de sus mangas y busco algo mas comodo para pasar la noche. Encendió el televisor mientras se sentaba en el sillón de la sala, al parecer se estaba emitiendo un programa donde mujeres escogian su vestido de novia.
Recordó cuando ella tuvo que modelar en una pasarela específicamente dedicada a ese tipo de vestidos. ¿Alguna vez se casaría? ¿O alguien se fijaria sin tener dobles intenciones?
Continuó viendo el programa, la novia tenía un presupuesto considerable pero su madre quería algo más tradicional.

12:00 p.m

Se despertó por los sonidos emitidos de los golpes a su puerta sus lentes se habían aflojado y estaban casi a la mitad de su rostro, junto con su cara algo somnolienta daban una imagen tierna. Se levantó de inmediato provocando la caída de sus lentes, bostezo, aún seguía con sueño. Con pesadez se dirigió hacia la entrada y la abrió sin siquiera fijarse en el pequeño visor de la puerta para ver quien era. Se encontró a un hombre de espaldas, parecía que estaba a punto de irse, para ser mas específico era Kardia y estaba a punto de irse, pero giro inmediatamente al escuchar la puerta abrirse. La vio, incluso de esa manera tan sencilla se veía hermosa y sus ojos, sus hermosos amatistas, al fin pudo apreciarlos sin el vidrio de los lentes. Mentiría si no dijera que también miro sus piernas al descubierto, no sabía si era genética o ejercicio pero reconocía que nunca había visto unas piernas así en su vida.

-Vine a traerte esto- Kardia traía en su mano una pequeña libreta negra.

-¿C-Cómo es que sabías mi dirección?

-Ah eso, bueno no te enojes con el pero Verónica me lo dijo- más de mil insultos fueron a parar hacia Verónica en la mente de Geraldine. Agachó la cabeza, le apenaba estar de esa manera y más que el otro se hubiera tomado la molestia de venir a devolverle su pertenencia.

-¿Dégel?- se quedó en completo silencio. Su corazón comenzó a latir muy fuertemente.

-...

-¿Quién es Dégel? ¿Acaso es tu novio? ¿Por qué su nombre esta en la portada de la libreta?- Kardia moría de curiosidad y algo de celos sólo de pensar que en la vida de la mujer ya había otro hombre. Lo que no espero fue la reacción de la chica, prácticamente le arrebató la libreta, estaba completamente colorada.

-¡No es algo que te interese!- se encerró dentro de la habitación de un portazo dejando totalmente desconcertado al mayor.

-¡Y gracias!- abrió la puerta sólo para agradecerle, volviendo a la cerrar de un portazo. Pese a esa reacción tan repentina a Kardia no pareció disgustarle, sino que aumentó su interés por saber que escondía esa bella mujer.

                               ~🍒~

Una lluvia torrencial azotaba a Volos, era de esas lluvias que anunciaban el fin del mundo. Pero el mundo de Shion aún giraba y al menos no le estaba yendo tan mal como creía. Tocó el timbre, Dohko se ofreció a pasar a buscarlo pero su orgullo lo obligó a rechazarlo y ahora se lamentaba. Un aroma a una exquisita comida llegó a sus fosas nasales y en frente de el estaba su jefe temporal, con un delantal que traía un diseño de Tigger, personaje de Winnie Pooh.