Tenía la mirada cansada en algún incógnito punto del mar. Haberse mudado a Volos junto con su amigo no era mala idea después de todo, algunas semanas bastaron para acostumbrarse a la bella ciudad. Desde el pequeño balcón tenía la fortuna de apreciar el mar tan puro, tanto como el mismo. El tintineo que formaba las paredes de la taza con el choque de la cuchara metálica lo hacía perderse aún más de sus pensamientos.
Manigoldo le había dejado unos preciosos recuerdos, a pesar de haber terminado la relación. No le guardaba rencor, él no era así. Si bien, le hubiera gustado poder tener una linda y duradera relación con ese hombre, no podía forzar seguir un noviazgo que ya no funcionaba en muchos aspectos.
"El café debe estar frió...de nuevo"
Cerró los párpados y esbozó una pequeña sonrisa. Su mente se quedó en blanco olvidando momentáneamente sus problemas y simplemente se dedicó a disfrutar de la brisa que venía de la mano de una noche fresca y relajante. Una estruendosa e inesperada melodía, hizo que su cerebro enviará un choque eléctrico a su columna haciéndolo despertar de su mundo. Tomó su teléfono que descansaba pantalla abajo en la mesa de su balcón. Al confirmar quien era el emisor de la llamada mostró una sonrisa amigable.
"¡Hola Sasha!" saludó animadamente a la otra persona en el teléfono.
"¡Albii! ¡Te extraño tanto amigo!" Albafica se puso de pie para apoyarse sobre el barandal que lo aseguraba "¿Cómo te esta yendo en tu nuevo depa?"
"¿Nuevo? No es tan~ nuevo como dices, solo que hasta ahora no viniste a visitarme y tampoco estamos muy lejos que digamos" a pesar de lo dicho no no iba a reclamarle nada, eran amigos y ella tambien tenía sus propios asuntos "...pero no puedo quejarme después de todo, tengo una hermosa vista al frente"
"Jaja ay albi, lo siento en verdad."
"No pasa nada."
"Jeje...por cierto¿No me digas que tienes un vecino sexy frente a ti?" Sus mejillas tomaron un color rosa muy cálido. Sabia lo ocurrente que podía ser su amiga.
"Jajaja, boba, no es eso" escucho una risilla traviesa por parte de la chica "el mar es verdaderamente genial" poso su vista nuevamente en el mar, admirándolo "Deberías venir algún día a verlo" el reflejo de una tímida luna se hacía presente en las hermosas aguas, lo que generó un brillo en sus hermosos ojos azules.
"Sobre eso albi..." Albafica prestó más atención a la llamada "Se que puede sonar algo descarado de mi parte pero necesitaría que vinieras a Atenas" el peliceste iba a replicar algo, pero la muchacha retomó rápidamente la palabra "¡Es que tengo una excelente noticia! Al parecer una agencia de modelos reconocida en Francia esta buscando a nuevas modelos y harán un casting aquí en Grecia...¡en Atenas!"Albafica en el fondo se alegró por su amiga, sabia que su sueño era poder desfilar en importantes pasarelas y volverse famosa "Y como tu sabes, Alba, necesito tu opinión y compañía." Se conocían hace mucho tiempo, Albafica confiaba plenamente en Sasha y viceversa.
"Pero Sasha...sabes que también tengo trabajo aquí...no lo sé..."no quería fallarle pero tampoco quería abandonar todo así como así.
"¡ALBIIIII! ¡PORFIS, PORFIS, PORFIS! ¡ SOY TU MEJOR AMIGA! Prometo que cuándo sea famosa te devolveré este y todos los favores que me has hecho pero acompañame ¿sí?"
"Sasha, eres mi mejor amiga, no podría reclamarte nada....ah~" lanzó un suspiro "Supongo que puedo pedirle un permiso a mi jefe..." lanzo otro suspiro menos audible "De acuerdo, te acompañare" del otro lado del teléfono se escuchó un chillido que casi deja sordo al pobre chico.
"¡¡Muchas gracias albita eres el mejor!! El miércoles en la mañana te esperare en la estación de trenes ¿si? ¡Te quiero mucho amigo!"
"Esta bien, yo también te qui..."Sasha había finalizado la llamada. Albafica sólo puedo sonreír por lo infantil que podía llegar a ser su amiga pero la quería, gracias a ella pudo adaptarse mejor en la Universidad y también fue un pilar en cual pudo desahogarse después de su última relación. Rasco su nuca, deslizó la ventana transparente y se adentro a su departamento. Era moderno pero a la vez acogedor y sencillo como el le gustaba describirlo, su estilo no era muy singular pero se sentía gustoso de esa manera, también tenia mucho que agradecerle a Shion, de no ser por el se hubiera perdido en el primer día en esa ciudad. Desecho el liquido ya frío en la bacha de su cocina y enjuago la taza para ponerla en el escurridor. Contempló nuevamente la noche desde adentro y se dirigió a su habitación. Sintió un gran alivio al sentir el tacto del suave colchón. Mañana tendría que rogarle a su amigo para pedirle que lo cubriera en su ausencia.
Sus hermosos azules oscuros, tan oscuros como la noche que caía, acobijandolo, se fueron cerrando hasta caer en el país de los sueños.
Mañana sería un largo día.
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Buenas~
Algunas notas:
Volos es una ciudad de Grecia que se encuentra a unos 320km de Atenas aprox.
Imagine que el departamento de Albafica y Shion podía ser así:
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