La boda dio comienzo y era en el espacio abierto de la entrada de una mansión enorme. Una mansión cuya entrada tenía una fuente de agua blanca en la que una mujer griega semi-desnuda “vertía” agua de la botella que sostenía con ambas manos. Frente a esa fuente de agua, esperaba gustosamente el hombre que se casaría con la amiga japonesa de Jughead (quién claramente no era la persona que caminaba por entre los asientos hacia el novio con velo y vestido de novia). Las personas eran pocas. Mínimo cinco. Sentadas en las pilas de asientos colocadas en los dos céspedes que abrían paso al libre camino por el que caminaba Archie.
El rostro de Archie estaba cubierto por el velo. Que quede claro.
Jughead estaba parado al lado del novio como hombre de honor mirando con especial diversión a “la” novia que iba aproximándose cada vez más hacia ellos. El novio se emociono con cada paso. El sacerdote que los casaría sonríe también divertido. No habían invitadas de honor. Archie llegó hasta el novio. Posicionándose en cuerpo hacia el novio. Sosteniendo un ramo de flores.
—Cariño... Al fin el momento que hemos esperado.— Simpatiza el novio. Jughead mira a Archie con las cejas alzadas. Expectante a si el espía (según la inocente creencia del pelinegro) hablara o no.
—Mjm.— Responde Archie sin hablar. Solo emitir un gustoso sonido afeminado como parte se su acto. Asintiendo la cabeza. Sorprendentemente eso hace sonreír al novio. Quién, totalmente colado por su “novia”, le cree a sus palabras.
—Bueno, tenemos a Itchi y a Satorou frente al uno al otro para unirse en matrimonio.— Va informando el sacerdote. —Puede alzarle el velo a su dama.— El sarcerdote es lo suficientemente divertido como para saberlo y decir eso último cabizbajo tratando de evitar reír. El novio toma su velo y lo alza para colocarlo detrás de la cabeza del pelirrojo. Al retroceder por inclinarse hacia adelante mientras colocaba el velo, respinga indignado.
—¿Pero qué mierdas?— Va diciendo el hombre. Espantado.
—Eres el novio. ¿Por qué no corres si la novia te asusta?— Archie dice con sarcasmo antes de tirar hacia atrás la falda despampanante de su vestido y agarrar el rifle atado a su pierna derecha con una tanga blanca sexy. Lo saca de ahí para apuntar al pecho del hombre. Mira por el lente del rifle con su ojo derecho para cerrar el izquierdo. Jughead y el sacerdote se alejan de la escena corriendo en cámara lenta. Cómicamente ambos corren con mucho dramatismo. Abriendo sus bocas en demasía y mirando detrás de ellos a la escena de la cuál se alejan.
—¡Quería ver una boda irse a la mierda desde que me divorcie de mi quinta esposa, pero no enbarrarme en sangre!— Grita el sacerdote escuchándose con una voz potentemente gruesa por la noción lenta mientras huye de la escena.
—¡Yo también!— Grita Jughead con una voz intensamente gruesa por la noción lenta de la escena mientras corre.
Los labios de Archie se curvan hacia arriba en una ligera sonrisa maliciosa y no hace más que disparar el pecho de aquel hombre. Muchas personas de la boda gritan al ver los huecos en el pecho de aquel hombre que se crean a causa de balas. Perforando su carne para hacer brincar montones de gotas de sangre. Las gotas de sangre manchan el rostro del pelirrojo.
El pelirrojo desvía el rostro. Siendo místico con el sucio. Odiaba más que nada tener la sangre de otras personas en su cara. Finalizo los disparos y permaneció con el rostro desvíado y sus ojos cerrados con el ceño frustrado. —Maldición. No quería ensuciarme.— Maldice en bajo antes de alzar su rostro y mirar hacia Jughead.
Jughead estaba de rodillas en el césped viendo con terror al hombre que ahora esparcía su sangre por el césped.
Archie sintió pena por el cantante de opera y por todos los que se quedaron y vieron lo ocurrido. Se sintió como un monstruo. Esa era la realidad de matar personas por más malas que estás fueran. Nadie te lo agradece. Te conviertes en un monstruo. Archie enseguida caminó hacia el pelinegro para ponerse de cuclillas frente a este sin dejar de sujetar el rifle. Jughead lo miró al rostro con su boca aún abierta del miedo. —Supongo que... Ya no me querrás ver después de esto.
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𝗥𝗼𝗺𝗲𝗼 & 𝗥𝗼𝗺𝗲𝗼 • JARCHIE
RomanceArchie Andrews es un americano pelirrojo que trabaja para los yakuza en japón, una agencia mafiosa que trafica drogas, mata enemigos pero tienen prohibido matar a mujeres y niños. Estos mafiosos se identifican con el tatuaje en la espalda de un tigr...