Kenji deja de besarlo para mirarlo con mucha atracción al retroceder su cabeza. -Estudie años en medicina aunque al final,- Kenji brinca sus hombros. -renuncié de un hospital. Decidí que no era lo mío.- Contesta. Ambos mirándose a los ojos.
-Las carreras largas siempre ilucionan.- Dice Dai.
-Sip.- Concuerda Kenji.
Esta vez quién lo besa es Dai. Devolviéndole cada beso que el contrario plantó en sus labios. Sujetándolo de los cachetes mientras se mueven a una pared de la cocina. Acorrala a Dai contra esa pared para seguirlo besando con más calentura. Ambos entrelazando sus húmedas lenguas mientras se sujetan de las nucas. Ladeando sus cabezas a lados contrarios.
-Mmgh.- Gime internamente Kenji hasta que se vuelven a separar para verse a los rostros. Kenji lo toma de una de sus manos para llevárselo arriba las escaleras. Dai lo sigue.
Al ingresar la habitación de Kenji, cierran la puerta con seguro y Dai lo vuelve a plasmar contra una pared sujetando sus muñecas a los lados de su cabeza para tenerlo a su total disposición. Volviendo a besarlo.
Se besan ardientemente. Sin dejar de abrir sus bocas bien en grande ni dejar de besarse.
Dai entonces deja de sujetarlo de las muñecas para tomarlo de las nalgas y alzarlo. Cargándolo en sus brazos antes de tirarlo a la cama. Kenji cae con una sonrisa.
Comienzan a despojarse de sus prendas. La espalda de Dai con muchos moretones. Este sube al cuerpo del otro cuando ya no tiene prendas encima y el otro se abre bien de piernas para tener aquel chico entre sus piernas.
-Eres muy guapo.- Dai le coquetea ojeando todo su cuerpo.
-Tú no estás mal.- Kenji trata de sonar indiferente, pero se veía totalmente colado por el joven que estaba arriba de él.
-¿Necesito prepararte o ya estás lo suficientemente abierto?- Pregunta Dai en una voz rasposa.
-Tengo mis juguetes para mantenerme abierto.- Responde Kenji con una voz rasposa.
-Oh. Juguetes.- Sonríe Dai. -Pero apuesto,- Él lame uno de los suaves pezones del de abajo. Robando un gemido del contrario. -que no se siente tan bien como hacerlo con una persona.- Dice él con una sonrisa restaurando su espalda para sujetar los glúteos del otro un poco alzados de la cama. Se delinea con una mano entre sus bajos abdomenes.
Kenji tiembla con un jadeo cuando Dai comienza a entrar en él. Húmedo y caliente abriendo paso en esa entrada que lo va succionando de a poco. -¡Agh!
Dai va despacio hasta que está dentro de él. Ambos se miran a los ojos mientras que Dai vuelve a acostarse sobre él con sus fuertes brazos a los lados de su cabeza. Kenji está hiperventilando un poco ante la penetración. Los jadeos que le roban. Los escalofríos que bajan por su espina dorsal. El de abajo se sujeta a los hombros del de arriba con anhelo. Lo quiere sentir. Lo quiere todo.
-¿Comienzo a moverme?- Pregunta el de arriba con ojos que miran al contrario con cálidez.
-Por favor.- Gime el de abajo, restregando sus cabellos contra la almohada de la cama. Mostrando su desesperación ahora que el otro está dentro de él.
Así que Dai lo entiende, y decide actuar conforme a sus pedidos.
Archie estaba sentado en el mueble de la casa vestido en sus boxers pero hablando por el teléfono. A solas. Estaba hablando de negocios.
-Anata wa iu... Karera wa watashi ga yakuza no atama ni naru koto o kitai shite imasu ka? (¿Dices que... Esperan que yo sea el jefe de los yakuza?)- Pregunta Archie. Sin vestir camisa y al estar erguido hacia enfrente, los discos de su espalda amplían su tatuaje.
ESTÁS LEYENDO
𝗥𝗼𝗺𝗲𝗼 & 𝗥𝗼𝗺𝗲𝗼 • JARCHIE
RomanceArchie Andrews es un americano pelirrojo que trabaja para los yakuza en japón, una agencia mafiosa que trafica drogas, mata enemigos pero tienen prohibido matar a mujeres y niños. Estos mafiosos se identifican con el tatuaje en la espalda de un tigr...