𝗥𝗼𝗺𝗲𝗼 & 𝗥𝗼𝗺𝗲𝗼 • JARCHIE

12

Cruzaron al salón principal tomados de las manos a ocultas, pero a la vista de todo que mirase de cerca. Inteligentemente y como un gato escurridizo, Jughead se asomó a la conversación de una famosa cantante de ópera japonesa. 

-Disculpe, ¿no es usted la famosa Inose?— Él pregunta.

Ella deja de hablar con quién sea que estuviese hablando para mirarlo a él con una sonrisa. —Oh mi Dios, ¿Romeo & Romeo?— Ella pregunta.

Jughead ríe con una amigable sonrisa. —Wow. He visto tus shows, tu interpretación y voz son maravillosas. Tienes un don exquisito.— Ella habla con él y sacuden manos mientras que Archie solo los mira con una sonrisa de labios.

Después de hablar con muchos, pero muchos, artistas de ópera, la pareja de novios se encerraron en una oficina sin uso. Cerraron la puerta con seguro. Luces apagadas.

Jughead y él se vuelven a besar. Entrelazan sus lenguas en un fuerte abrir de bocas y cerrarlas de nuevo. El pelirrojo moviéndolos al escritorio del lugar. Sujetando uno de los cachetes del pelinegro. Dejaron caer los antifaces al suelo así que el pelinegro abrió sus verdes ojos para mirarlo. Separaron sus rostros.

—¿Morías por besarme?— Jughead le pregunta al pelirrojo en una suave sonrisa.

—Sí.— Archie le confiesa con cariño.

Ríen antes de volverse a besar. El pelinegro le da la vuelta para abrirle la camisa de botones, botón por botón, besándole el cuello... Escuchando los dulces gemidos que emite el pelinegro. Le logra desabotonar la camisa y la desliza por sus brazos junto a la chaqueta. Dejando a su pareja desnudo de arriba.

Baja sus pantalones para bajar los boxers negros del pelinegro y se baja el cierre de su pantalón. —¿Me quieres dentro?— Pregunta el pelirrojo.

—Te quiero dentro.— Respira agitadamente el pelinegro.

El pelirrojo se baja el pantalón junto a sus boxers, se sostiene el miembro y comienza a introducirse en Jughead. Jughead gruñe, llevando hacia atrás una mano para agarrar el esmoquin de Archie y cerrar su mano con un puño ahí.

—Ah.— Jughead gime.

Su entrada succiona la longitud del pelirrojo cuanto más entra todo de si. —Oh. Ugh.— Jadea hasta que el pelirrojo choca su abdomen contra esos glúteos.

Archie comienza las embestidas suaves, inclinándose sobre su espalda, para besarle una oreja. —Qué atrevido eres... Queriendo besarme... Mientras hablabamos con todas esas personas.— Tienta el pelirrojo en su oído. Recibiendo gemidos del pelinegro en respuesta. El pelirrojo sonríe. —Me encantas.— Dice para besarle la cien.

—Agh.— Jughead gime sin soltar su esmoquin. Gimiendo con los ojos cerrados.

Archie comienza a acelerar sus embestidas, tomándolo de la caderas para dar justo en su punto dulce.

—Más.— Pide el pelinegro.

Archie acelera más. Ambos están agitando ese escritorio con sus movidas. Ambos gimiendo fuertemente hasta que el pelinegro se corre con jadeos.

El pelirrojo sigue embistiendo porque aún no se ha corrido. Decide darle la vuelta para alzarlo y sentarlo en el escritorio y así volver a penetrarlo. El chico se aferra a sus hombros. Rebotando de las fuertes embestidas con gemidos. Archie lo vuelve a cargar de los muslos para caminarlos a una de las paredes de la oficina y lo embiste ahí. Cargándolo.

—¡Agh! ¡Archie! Archie.— Llama con desespero el pelinegro con gemidos.

—Dime qué es lo que quieres.— Archie le tienta en una sensual voz. Viéndolo a la cara. —¿Quieres que me corra?