-Parece que has pasado una buena noche.-Liam presionó su mandíbula y sin ningún otro gesto, salió de la habitación.
-Liv, despierta. Debes irte.-Samuel la despertó rápido, ella se cambió y salió con su camiseta en la mano.
Habían unos 5 chicos borrachos en el salón, todas las miradas quedaron clavadas en Olivia. Tom, uno de los amigos de Sam, silvó.
-Pero mira a quién tenemos aquí.-se acercó a la chica, tambaleándose. Se notaba como alargaba las palabras: estaba totalmente borracho.
-Sam, ¿me acompañas?-buscó complicidad en su mirada.
-Claro, vamos.-Sam habló bajo, con la intención de pasar desapercibido. Se acercaron a la puerta.
-Déjalo Sam, yo la llevo.-Liam cogió las llaves de su coche y se acercó a ellos.
-Yo puedo acompañarla. No te metas, Liam.-Sam lo miró desafiante, cogiendo de la mano a Olivia.
-¿La llevarás andando con esta lluvia? Anda, quítate.-Liam apartó a Samuel con la mano y la chica lo siguió, no sin antes despedirse de Sam.-¿Y? ¿Los rumores de Samuel en la cama son ciertos?-pregunta Liam sonriendo, sarcásticamente.
-No tengo por qué darte explicaciones de nada, no eres mi padre.-la chica suspira, entrando al coche junto a él.
-Tienes razón en eso, rubia. En cuanto a tu padre...-Olivia pasó difícilmente saliva por su garganta.-Me he enterado que piensas quedarte temporalmente en Londres, tu universidad me gusta.
-¿De qué hablas?-no entendía como podía saber toda esa información, si la había conocido ayer.
-Tu padre y el mío son íntimos. Me ha confiado esta información para que te tenga vigilada.-rió.
-¿Liam Russó?-una idea se encendió en su cabeza. Sospechó que era el niño con el que jugó algunas veces de pequeña, cuando se iba de viaje a Londres con sus padres.
El resto del camino fue nostálgico, con la lluvia y la niebla acompañando el momento.
-Luego tu padre te llamará, pero seguramente mañana podré enseñarte la universidad.-le guiña un ojo.Ella se despide y entra al edificio, cruzándose con Katherine, en bata y somnolienta.
-¿De dónde vienes tú?-en tono burlesco le sonríe a su amiga, y ambas entran al piso de Olivia.
-He dormido en casa de Sam.
-Parece que lo que menos has hecho es dormir, eh.-la empuja riendo.
-Si te digo la verdad, lo que más hemos hecho es dormir. No ha ido tan bien la verdad.-suspira sentándose en la cama, a su lado.
-Jo, pues que pena. ¿Y que harás? Se lo ve bastante ilusionado contigo.
-Es que es un buen chico, ¿sabes? Es la estabilidad que necesito. Alguien que me ponga los pies en la tierra.
-No suenas muy convencida. Creo que hay otra persona que te gusta más que Sam a decir verdad.
-No me gusta nadie, Kat. No los conozco hace más de 3 días, solo intento experimentar. Y estoy segura que con Sam estaré bien si todo sigue a este ritmo.
-Mira, es un buen chico, yo solo digo que no te veo el tipo de persona que está con alguien como él. Eres mucho más...explosiva.-Olivia se quedó pensativa.-Piénsalo, yo debo irme, que esta tarde quedo con alguien, luego te cuento.-Katherine la abraza y sale de la habitación.Al día siguiente, alguien toca la puerta.
-Toc toc, rubia.-cuando Olivia abre la puerta se encuentra con el chico de la chaqueta de cuero y ojos azules que hipnotizan.
-¿Que haces aquí?-con cara de pocos amigos y un cigarrillo entre sus dedos, recién despierta.
-¿No te parece pronto para estar fumando ya? Te falta la botella de whisky solamente.-ríe.- He venido a mostrarte la universidad.Con el coche de Liam llegan hasta un campus moderno, realmente de película. Muchos edificios algo rústicos y clásicos, entre ellos el departamento de Artes Clásicas y Contemporáneas, donde se encontraba su carrera.
-Es bonito, ¿verdad? Tu padre me dijo que te encantaría.-sonrió él.Olivia tuvo que rellenar unos papeles para completar su inscripción. Empezaría en Febrero.
Pensar en nuevos profesores y compañeros le emocionaba.-¿Liam? Hace cuanto no te veo.-una chica morena de ojos café se acercó a él, muy cariñosamente.
-Mia, ¿que tal estás?-Liam la abrazó, más cariñosamente de lo que Olivia se hubiera imaginado nunca.
-Disculpa por no presentarme, soy Mia.-saludó a la rubia, muy carísmatica.
-Hola, soy Olivia.-sonrió observando cada detalle, como solía hacerlo.
-Es una vieja amiga, íbamos al instituto juntos. Luego Mia se fue a vivir a Francia...-él se rascaba la nuca mientras daba el contexto de la situación.
-Pero eso es otra historia, ¿verdad?-río Mia.Los tres se subieron al coche de Liam y fueron a tomar un café.
-Este chico que ves aquí, ligaba a montones en nuestra adolescencia.-reía Mia señalando a Liam.
-Cállate.-el chico la empujó levemente, siguiendo el juego.
-¿Vosotros fuisteis pareja?-Olivia intentó no sonar maleducada con su pregunta.
Ambos rieron, negándolo. Solo eran amigos algo desencontrados y con una conexión sin relación a algo romántico o sexual. Era bonito ver las buenas vibras que transmitían en conjunto.La noche comenzó, y Mia se fue a su casa, con la promesa de volver a pasar tiempo junto con Liam próximamente.
-Mia es simpática.-tragó saliva mientras él aparcaba el coche delante del edificio de Olivia.
-Si... es buena chica. Ha sido un gran apoyo muchas veces.-dijo con voz dura, intentando que no se le escape demasiado sentimentalismo.
-¿Quieres quedarte a cenar?-una pregunta bastante impulsiva de su parte.
-Lo siento, tengo planes.-dijo él sin mirarla.Olivia se sintió una idiota por haber hecho esa pregunta. Solo se bajó del coche luego de un seco "vale, adiós".
Subió a su piso, se dio una ducha caliente y leyó un libro hasta quedaras dormida.Se despertó al día siguiente al escuchar su móvil sonar.
Su padre llegaría a Londres ese mismo día, y se quedaría en casa de Dante Russó, el padre de Liam.
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Éxtasis
Romance"Un amor tóxico, que nos consuma y a la vez seamos gasolina y cerillas eternas". Esto plasma Olivia Leithold, una estudiante de Literatura Clásica y escritora de una novela, aún sin concluir. que decide dejar New York para continuar su carrera en Lo...