Olivia despierta de su siesta al escuchar la lluvia, algo tan común pero bonito en Londres. Coge su mochila con libros, su novela(inconclusa aún), bolígrafos y lápices. Se pone la capucha de la sudadera y junto a "Someone You Loved" y la lluvia, camina hasta la cafetería más cercana, como si se tratara de una película.
Pide un café y se sienta en una de las mesas, observando a su alrededor algunas parejas enamoradas. Ya había pensado en un final de ese estilo, pero era muy cliché para su gusto. Necesitaba algo diferente. Aunque a veces quizás quería plasmar en su novela algo que también le gustaría para sí misma.
Frente a ella se sentó un chico rubio, de ojos oscuros aunque mirada amigable.
-¿Qué escribes?-preguntó dirigiendo su mirada al cuaderno de la chica.
-Una novela, ¿necesitabas algo?-dijo ella sin despegar la vista de sus cosas.
-Disculpa, no quería molestarte.-ríe él, incómodo.
-Perdona, es que estoy ocupada...
-Sam. Mi nombre es Samuel.-sonríe mirándola a los ojos.
La charla comienza, y Samuel cuenta que vive en California, pero vino aquí de vacaciones con unos amigos, y que le gusta escribir tanto como a ella.
Olivia se sorprende de haber encontrado por casualidad a alguien con quien coincide tanto....
-La he pasado muy bien esta tarde, no conocía a nadie aún.-sonríe simpática.
-Yo también. Esta noche hay una fiesta cerca, ¿quieres pasarte?-preguntó Samuel nervioso.
-No lo sé Sam, no conozco a nadie y...
-Mira, hay una chica al lado de tu piso, Katherine. Le diré que pase por tí a las 10, para que no vengas sola, vas a ver como te la pasas genial.-Sam insiste con emoción.
-Me lo pensaré, ¿vale?-sonrió ella.
Samuel la acompañó hasta su edificio.
Mientras se duchaba, pensó en la propuesta de la fiesta. No le parecía muy seguro de su parte, pero si tenía la oportunidad de hacer amigos, ¿por qué no?
-Toc toc, ¿el hada madrina ya te ha convertido en cenicienta?-dijo una chica detrás de la puerta. Exactamente a las 10. Que puntual.
-Katherine, verdad? Soy Olivia.-rió al abrir la puerta. Era una chica morena, probablemente descendiente afroamericana, con unos rizos motta y una sonrisa radiante.
-Mis amigos me dicen Kat. Venga vamos, que llegamos tarde y ese look debe lucirse.-Katherine le silba mientra le hace dar una vuelta.
Ambas bajan y piden un taxi hasta una dirección desconocida para Olivia.
-Hemos llegado.-ambas se bajan del taxi y observan una mansión impresionante, llena de gente, música a todo volumen y alcohol, mucho alcohol. En la puerta hay un hombre vestido completamente de negro, muy serio y alto.
-Nombres, por favor.-dice el hombre observando la lista en sus manos.
-Soy Katherine, estoy invitada.-dice muy segura de sí misma.
-No está en la lista señorita.-el hombre la mira desafiante.
Katherine exaltada empieza a decirle que se fije mejor, que debe estar en la lista. Detrás del hombre aparece un chico com chaqueta de cuero, pelo liso color azabache y unos ojos azules en los que Olivia se perdió por un instante.
-Las chicas están invitadas, déjalas pasar.-dice con media sonrisa y una voz calmada. El hombre obedece la orden y se mueve para dejarlas entrar.
-Oye, ¿como es que no me has puesto en la lista?-dice Katherine con los brazos cruzados.
-Disculpa, se me debe haber pasado, Kat.-ríe, y dirige su mirada hacia Olivia-pero mira que tenemos aquí-la observa de pies a cabeza con una sonrisa mortal.
-Que tal, soy Olivia.-dice ella extendiendose a darle un beso en la mejilla.
-Me gusta tu perfume, rubia.-le susurra en el oído cuando están cerca.
-Gracias, supongo.-suspira ella molesta, aunque un escalofrío le recorrió el cuerpo en ese momento.
-No le hagas caso, Liam es así.-dijo Katherine cuando el chico se alejó, entrando a la mansión.
-No es el primer imbecil del estilo que me cruzo, tranquila.-Olivia rodea los ojos. Al entrar encuentra a Sam y a sus amigos.
-Estás guapísima Liv.-dijo Samuel, atónito. Ese vestido negro con sus zapatos a combinar, esculpían aún más la figura de la chica.
Se pusieron a beber, a bailar y a jugar a "verdad o beber".
-Olivia, ¿es verdad que ya han pasado cosas con Sam?-Matt uno de los chicos del grupo, ríe haciendo la pregunta. La noche estaba muy avanzada y todos bastante ebrios.
-Todavía no ha tenido la suerte.-ríe ella expulsando el humo del cigarrillo que sostenía en su mano.
-Tranquila rubia, tampoco te pierdes de nada. Las pocas chicas que lo han hecho no tienen nada bueno que decir al respecto.-todos empiezan a reír por el comentario de Liam, menos Sam que se queda callado mirándolo.
-Por lo menos yo no uso y descarto a las tías, como tú.-dice Sam poniéndose de pie.
-Venga, vámonos.-Matt cogió del brazo a Sam, llevándolo hacia fuera de la casa.
-No me toques los cojones Samuel, nunca termina bien.-ríe Liam con una copa de whiskey en su mano.
-Kat voy al baño y nos vamos.-dice Olivia terminando de fumar el cigarrillo, suspirando.
Frente al espejo del lujoso baño se arregla el pelo.
Al salir, despistada, se choca con Liam. Ella se queda perpleja frente a él, con el olor de su perfume y su mirada clavada en sus ojos.
-Me quedaría todo el día en esta posición, pero creo que tu amiga te espera, guapa.-le dice aún más cerca de su cuerpo, con sus manos apoyadas en el marco de la puerta.
-Vámonos Liv.-Katherine, decepcionada de la situación de Samuel, decide irse junto a Olivia caminando. A esa hora no habían taxis ni quedaba gente en la fiesta que pudiera llevarlas.
-Quédate quieta o tu amiga no terminará bien.- un hombre en mitad de la calle coge a Katherine del cuello, apuntándole a la garganta con el arma.
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Éxtasis
Romance"Un amor tóxico, que nos consuma y a la vez seamos gasolina y cerillas eternas". Esto plasma Olivia Leithold, una estudiante de Literatura Clásica y escritora de una novela, aún sin concluir. que decide dejar New York para continuar su carrera en Lo...