Capítulo VIII

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Ambas caminaron hasta la universidad, no estaba a más de 30 minutos, y querían aprovechar uno de los pocos días de sol al año en Londres.

-¡Buenos días! Sobre todo para tí.-entrando al enorme edificio, un chico apareció frente a ambas chicas.
Tenía gafas negras para el sol puestas, aunque un poco bajas, mostrando sus verdes ojos. Su tez blanca y pelo rubio lo hacía aún más atractivo. La miró a Olivia, sonriendo coqueto.
-¿Te conozco?-respondió ella frunciendo el ceño.
-Zarek Nowak.-suspiró Katherine. Efectivamente no la alegraba verlo, y verla malhumorada no es algo muy común.
-Mucho gusto, Ładny.-él le guiñó un ojo y siguió caminando, mientras iba saludando a la mayoría de chicos que pasaban por allí.
-¿Ładny?-preguntó Olivia arqueando una ceja.
-Es un halago en su país natal, Polonia. Es un amigo demasiado cercano de Liam, pero cuidado con él.-ambas rieron. A Olivia no le sorprendía en lo absoluto una amistad como la de Zarek y Liam, se lo imaginaba sin esfuerzo alguno.

Las chicas se separaron para ir a sus distintas clases. A diferencia de Olivia, a Katherine si la acompañó alguien: Matt. Ambos estaban estudiando la misma carrera, y parecían muy unidos últimamente. La rubia aún no había pasado mucho tiempo con él, pero a Kat se la notaba feliz con el chico, ella es muy romántica, y puede compartir eso con Matthew.

Olivia empezó su primer clase: Historia de la Filosofía Antigua.
Todo transcurrió normalmente, y en el final de la clase se reuniría con Katherine en el campus. La esperó sentada bajo un árbol, leyendo un libro. Estaba tardando bastante.

-¿Te gusta Agatha Christie? Es mi autora favorita.-Zarek está de pie frente a ella, girando su cabeza para leer la portada del libro.
-¿Ah si? ¿Cuál es tu libro favorito?-pregunta ella sonriendo falsamente.
-Mira por dónde, es el mismo que el que estás leyendo tú. Creo que estamos destinados.-ambos ríen ante el comentario. En verdad era muy rápido para dar contestaciones en tono de ligue.
-No he tenido tiempo de presentarme. Soy Olivia.-ella se levantó del césped y guardó el libro en su mochila.
-Lo sé. Liam me ha hablado mucho de tí.-él le acarició un mechón de pelo, y sostuvo su mirada con la chica. Estaban muy cerca realmente.
-No quiero interrumpir...-Katherine se aclaró la garganta.-¿Vamos a beber un café?-miró a Olivia.
-Claro, vamos.-se separaron rápidamente, y antes de que ella pudiera irse, Zarek le había dado un beso en la mejilla y se despidió.
-Do widzenia, ładny.- (adiós, guapa).
Ella rápidamente empezó a caminar con la morena, ignorando la situación.
-¿No piensas decir ni una palabra de lo que acaba de pasar?-Katherine mira a su amiga, mientras mantiene sus brazos cruzados.
-Solo estábamos hablando Kat, no te montes pelis.- ambas se sentaron en la cafetería.
-Peli le va a montar Liam a Zarek como se entere de esto.-rodó los ojos y sorbió su café.
-No exageres.-rió la rubia.
-No lo hago. Tú no lo conoces a Liam, a veces se pone en plan psicótico cuando una chica le gusta de verdad, y tú no eres la excepción.-Olivia, al escuchar decir a Katherine las cosas tan serio, le costó tragar saliva.-No voy a negarte que está buenísimo de igual manera.-ambas rieron. Por suerte la morena sabía como eliminar la tensión del momento.

Tuvieron 2 clases más antes de volver a casa, aunque Katherine iría en el coche de Matt hasta el piso del chico, insistiendo a su amiga para llevarla hasta su piso. Olivia prefirió ir caminando. Era de día, el atardecer era bonito, y el tiempo a solas en la ciudad no le disgustaba. Pero sus planes fueron interrumpidos.

-Buenas.-saludó Liam bajando la ventanilla del coche frente a ella.
-Hola.-respondió cortante, y rodeó el coche con la intención de ignorarlo.
-Oye.-él se bajó rápidamente y cogió su mano, evitando que se vaya.-A no ser que quieras volver a New York, te recomendaría que me dejes llevarte hasta tu piso. Tu padre no se enfadará solo contigo, sino también conmigo.-hizo una mueca.
-Vale.-se soltó de su agarre y se subió al coche dando un portazo. Durante el resto del viaje miró por la ventana, sin emitir palabra. De vez en cuando miraba de reojo al chico conduciendo. Hacerlo complicaría el hecho de querer alejarse de él. Luchaba contra las ganas de besarlo.
-Ya puedes bajar.-él le quitó el seguro a su puerta. Olivia no pudo evitar mirar su manos, su piel blanca hacía notar mucho sus venas, que provocaban un relieve sobre su piel. Esto la hipnotizaba, pero rápidamente quitó su mirada y abrió la puerta.-Espera.
Ella suspiró. Sabía que se vendría una conversación incómoda.
-¿Que ha sido lo del otro día?-preguntó él.
-No sé a qué te refieres, Liam.-rodó los ojos.
-A Mia. ¿Por qué la empujaste de esa forma?-apretó su mandíbula.
-No lo sé. Podría dar la misma excusa que tú respecto a Samuel.
-No te justifiques, Olivia. No me compares situaciones que no son ni remotamente parecidas.-él subió un poco el tono de voz. Intentaba conservar la calma, pero no le funcionaba.
-No necesito justificar nada, Liam. No tengo que darte explicaciones, ni tu a mí. Quedamos en tregua.-ella se bajó enfadada del coche. Liam bajó la ventanilla.
-Pues ojalá que no vuelvas a empujar a Mia por tus celos. Ella es una buena chica, Olivia.-ella en lugar de seguir su camino, se quedó quieta, y se dio media vuelta, solo para rematar el golpe final de la conversación.
-Hoy he conocido a Zarek. Espero que no vuelvas a hacer tus escenitas, porque él es un buen chico, Liam.-terminó en un tono burlesco. Sonrió cínica, y entró al edificio. Él golpeó enfadado el volante del coche, y empezó a conducir rápidamente.

ÉxtasisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora