Capítulo 16

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C-claude... ¿Porqué?” solloze mientras aquella espada se incrustaba más en mí pecho.

“Ja, ¿Te intentas hacer la víctima?, ¿Olvídate que hiciste?, ¿Lo que me hiciste?” trate de decir algo, pero un nudo en mí garganta se había formado evitando poder hablar “Solo eres una zorra inútil y estúpida” aquellas duras palabras hacían sangrar mí corazón de forma dolorosa.

Sentí como aquella espada salía de mí cuerpo y caía bruscamente en el suelo, formando un charco de sangre, que se hacía cada vez más grande a medida que soltaba suspiros en busca de aire.
Las lágrimas se acumulaban en mis ojos y caían en el suelo mezclándose con la sangre.

“¿P-porque?, Pe-pense que... Me amabas” mí voz se quebraba mientras miraba al hombre que tenía delante mio... No era Claude, no el Claude que yo conocía.

“¿Yo?, ¿amarte a ti?” una risa escalofriante escapo de sus labios “¿De que mierda hablas? Nunca te amaría. Solo muerte ya” expresó con aquellos ojos fríos y llenos de rabia, solo para levantar su espada y está descendía con rapidez.

* * * *

“¡Ahg!, ¡Ah!” me desperte de golpe soltando jadeos ya que mí garganta dolía mucho como para poder gritar. Solté un suspiro aliviado al darme cuenta de que estaba en mí habitación.

El solo recordar las palabras de Claude hicieron que las lágrimas fluyeran por mis mejillas. Sin poder evitarlo sollozos salieron de mí boca, tratando de que el dolor en mí corazón se deteniera.

La puerta de mí habitación se había abierto de golpe, mostrando a Claude muy preocupado y acercándose a mí rápidamente.

“Anastasio, ¿Que sucede?, ¿Te duele algo?” su voz dulce y preocupada solo hacía que mis sollozos se volvieran más fluido, aún podía recordad aquella voz seca y fría en mí cabeza.

En ese momento senti aquellos calidos brazos que me hacían sentir tan seguro envolviendome. Me acurruque más en ellos y suspiré con suavidad.

“¿Te sientes mejor?” levanté mí vista, solo para encontrarme con aquellos ojos azules preocupados clavados en mí persona.
Intenté hablar, pero cuando lo hice el dolor punzante en mí cuello me detuvo.

‹Estoy bien, solo... Tuve una pesadilla› solté con una sonrisa forzada. Claude me miro y beso mí frente, solo para besar el resto de mí rostro con ternura.

“Estoy aquí sabes... Estoy aquí para ti” susurro con dulzura en mí oído mientras me seguía abrazando.

Escondí mí rostro en su hombro, inhale el aroma cálido y confortante que el desprendía.

“Q-quedate co-conmigo... Por favor” Susurré con algo de dificultad. Claude asintió con la cabeza y ambos nos acostamos en la cama, solo para abrazarnos como si nuestras vidas dependiera de ello.

• • • •

Solté un suspiro aliviado y mire a mí hermano con preocupación. Nunca pensé que lo vería tan... Vulnerable. Anastasio sollozo de nuevo con dolor mientras dormía. Eso hizo que mí corazón sangrara de preocupación.

“Esta bien, estoy aqui. Está bien” Susurré mientras acariciaba su espalda y besaba su frente con cariño.

Suspiré aliviado mientras lo seguía abrazando, después de todo Anastasio cayó dormido por tanto llorar.

“Te protegeré, así que duerme tranquilo” Susurré con delicadeza en su oído. Cómo repuesta recibí un ligero suspiro de alivió.
Y al final cai dormido a su lado sin mucho esfuerzo.

* * * *

“¿Estás seguro que estás bien?”

‹Claude por décima vez, estoy bien. En serio› me sonrió para acariciar mí cabeza con delicadeza.

“Solo... dime cuando te estés sintiendo mal, ¿Si?” Anastasio asintió con la cabeza, así que eso me hizo sentir algo mejor.

‹¡Ah!, Claude me dijeron que ibas a entrar a la competencia anual de los caballeros› cambio el tema de repente con una sonrisa cálida en su rostro.

“Si. ¿Quieres venir a ver cómo los derroto a todos?” pregunté con una sonrisa esperanzada de que me vaya a ver.

‹¡Claro que iré!, No me perdería esto por nada en el mundo. Además... Te estaré apoyando› Susurro la última parte con su rostro rojo, cosa que creo que es contagiosa, ya que estaba seguro que mí rostro estaba igual.

Maldición. El se veia tan lindo con ese sonrojo, lo hacía ver cómo un hermoso ángel. Cabello rubio, ojos zafiros cristalinos, labios rojos como una fresa y piel blanca con durazno. Todo esto lo hacía ver tan apetecible, que no me pude aguantar más.

“Yo... Quiero besarte” lo había pensado, pero solo salió de mí boca sin siquiera darme cuenta.

“Puedes ha-hacerlo” el repentino susurro tan angelical, hizo que mí cuerpo se estremeciera y mí mirada se dirigiera al rostro de Anastasio. El cual estaba más rojo que un rubí.

Sin más que decir o hacer, me acerque a el despacio y cuando nuestros labios estaban a unos centímetros corte el espacio que nos distanciaba.

Suaves. Pensé mientras nuestros labios chocaban con delicadeza, a medida de que el tiempo pasaba el beso se estaba volviendo casa vez más desesperado y hambriento.

“Cl-Claude” soltó un suspiro entrecortado, sin saber porque lleve mis manos hacía su cadera y comencé a toquetear de a poco, hasta llegar a su trasero. “¿¡Hm?!” abrió sus ojos sorprendido cuando noto que mis manos masajeaban sus glúteos grandes y firmes.

“Son grandes y firmes” murmuré una vez que nos sepamos del beso. Aunque lo besaba de vez en cuando en el cuello mientras seguía agarrando y masajeando su trasero.

“Esc-” ‹¡Esperar!› el repentino tintineo en mí oreja, hizo que me dejara de tocar y masajear los glúteos. Gracias a ello hice una mueca de decepción ‹Y-yo no estoy listo aún› expresó sonrojado y jadeante.

“Lo entiendo” murmuré algo decepcionado. Pero también estaba dispuesto a esperar, quería hacerlo cuando el este listo.

Sentí como sus manos agarraban mis brazos con cariño y arriba más su cuerpo sobre el mío.

‹Cuando ganes la competencia... Te daré el regalo más grande que tengo› sonrió con timidez y sonrojado, para darme un beso en la mejilla.

“Entonces no tengo otra que ganar, si o si” sonreí con grandeza para levarlo al estilo nupcial y llevarlo a la habitación.

Estaba decidió. Ganaría la competencia y no me importaría dejar en ridículo a algunos caballeros arrogantes y soberbios.

Me Convertí En El Hermano Mayor Del Emperador Loco ¿Como Evito Mí Final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora