Capítulo 2

22.5K 2.4K 326
                                    


Hoy estaba frustrado. No solo fui levantado a la madrugada sino que también, tenía que aguantar al maldito Emperador hijo de puta. A simple vista parecía que el bastardo estaba teniendo una resaca.
  Para mí suerte esté no me dijo nada mientras desayunábamos, y pude salir de lugar sin ningún problemas.

Una vez que salí de ahí, fui caminando hacia el Palacio Ruby, que es donde se encontraban las concubinas del Emperador. Entre todas esas concubinas se encontraba Maya y Claude.
  No sé como me las ingenie para encontrar el palacio, pero una vez allí vi la pequeña figura de un niño. El cual estaba sentado en los escalones de la entrada.
  Ya sabía de quien se trataba. Su cabello rubio era inconfundible ya que brillaba como el mismo sol, y su rostro junto con aquellos ojos azules. Sin dudas ese era Claude.

"¡Claude!" grite su nombre mientras ponía una sonrisa. El levantó su mirada y aquellos ojos azules se fijaron en donde estaba. Puede ver cómo su rostro era de sorpresa pero en unos segundos cambio a una de felicidad, se acercó a mí corriendo para luego abrazar mí cintura. Después de todo soy más alto que el, solo por unos cuantos centímetros.

"Hermano, sabía que vendrías a verme" Dijo con una sonrisa mientras seguía aferrado a mí cintura, sonreír por lo que dijo. ¡Sin dudas mí hermanito es el más tierno y adorable de todos!

"Claro que vendría a verte. ¿Cómo no venir a ver a mí lindo y adorable hermanito?" pregunte mientras me inclinaba un poco, para luego abrazarlo. Parece que se quedó unos segundos en shock, ya que luego de eso correspondió el abrazo con algo de timidez.

"¡Príncipe Claude!, ¿Dónde está?" aquella voz no se me hacía conocida, pero parece que a Claude si. Ya que lo escuché soltar un suspiro y me abrazo con algo más de fuerza. Paso sus pequeños brazos por mi cintura y de alguna manera de volvía algo ¿Posesiva?. Creo que estoy pensando mucho las cosas.

"Estoy aquí Félix" dijo mientras seguía abrazándome. Fue entonces que Félix apareció en mí línea de visión. Evite soltar un jadeo de sorpresa... ¡Félix es muy tierno y lindo de niño!. Se que de mayor es guapo y sexi... Al menos eso decían las lectoras femeninas. Pero de Niño es muy tierno.

"Príncipe Claude, le dije que no abandoné mí línea de visión" Murmuro algo enojado mientras hacía muecas y pucheros. Solté una risa cuando vi eso.

"...Estaba esperando a que mí hermano" susurró mientras seguía abrazándome. Y parecía que Félix recién se había dado cuenta de mí existencia y de inmediato se puso rígido y nervioso.

"¡Siento mucho no haberme dado cuenta de su presencia, su alteza!" dijo mientras se arrodillaba a mis pies... . Esto es muy raro.

"Hey, está bien. No hace falta de que hagas eso, después de todo estás cuidando a mí hermanito" dije mientras ponía una sonrisa, por lo visto eso lo calmo ya que soltó un suspiro de Alivió y se incorporó.

"Hermano, ¿Viniste a jugar conmigo o te quedarás quieto viendo a Félix?" Pregunto mientras hacía un puchero de enojo. Me sorprendió esa actitud, pero luego solté una pequeña risa.

"No te pongas celoso, Claude. Después de todo tu hermano no le prestaría atención a nadie que no sea tu" dije para agarra sus mejillas y estirarlas un poco, mientras sonreía. Pude ver cómo sus mejillas se ponían rojas y desviaba su mirada. "Claude, no sé que te gusta. Así que si me lo dices ahora. Te prometo que te lo traeré la próxima vez" Dije algo apenado, para mirarlo a los ojos... Son muy lindos cuando tiene brillo en ellos. Claude me miro y asintió con la cabeza.

"Bueno... No tengo muchas cosas que me gusten, pero me gusta el café negro. También hay un libro llamado "El buen Emperador" gusta mucho leerlo." Sonrió cuando me dijo sus gustos, pero luego su sonrisa comenzó a decaer "Lo que no me gusta son los dulces. No me gusta que padre lástima a mamá, ni que me lastime a mí" Apreté mis manos con fuerza... . Claude no tenía que pasar por eso, es solo un niño. Maldigo al hijo de puta del Emperador. ¡¿Como se le ocurre hacerle eso a un niño de tan solo 6 años?!

¿Cómo puede haber personas tan horribles?. Se que no es nada nuevo, en mí tiempo, ahí algunos que otros "padres" si es que de le podían llamar así. Que mataron a sus hijos. Pero aún así me preguntaba ¿Por qué existía la maldad?. No lo sabía, pero como dijo alguien una vez. -Donde hay blanco, hay negro. Donde hay paz, hay destrucción. Y dónde hay buenos, hay malos.-

"Lo siento Claude. te prometo que Padre no volverá a hacerte daño, haré todo lo posible para que no vuelva a pasar" dije mientras lo abrazaba y apoyaba su pequeña cabeza en mí pecho. Mientras acariciaba su cabello. El solo se aferró a mí y cubrió su rostro en mí pecho.

Nos quedamos así unos cuantos minutos, hasta que Félix tosió falsamente, para llamar nuestra atención. Por unos minutos me había olvidado de su existencia.

"Disculpe, su alteza. Pero el principie Claude tiene que ir a clases de magia" informo Félix. Mire a Claude y el me miro con unos ojos de cachorros los cuales decían <No quiero ir >.

" No pongas esa cara Claude. En la tarde vendrá a verte de nuevo y te traeré una sorpresa" dije con una sonrisa, me agache un poco y bese su frente con dulcera "No te esfuerces tanto, pero tampoco holgazanees. ¿Si?" Fue lo último que dije, para ver cómo Félix se llevaba a Claude de la mano.

• • • •

"¿No podrías haber llegado en otro momento?" pregunto aquel niño de unos 6 años, mientras apartaba la mano del otro.

"Disculpe si arruine su momento con su alteza, príncipe Claude" contesto el chico de cabello rizado mientras camina atrás del nombrado.

"Uhm. No importa... . Por ahora, pregúntale a las sirvientas que cuidan de mí hermano ¿Qué es lo que le gusta comer?" dicho eso Félix asintió con la cabeza y fue a hacer su mandado. Después de todo no podía desobedecer las órdenes de su amo.

El niño inocente, no eran tan inocente.  
  Después de todo su padre lo torturó cuando el tenía 5 años hasta que cumplió los 6. Solo había pasado un año, y ahí pudo ver qué clase de monstruo era aquel hombre.
  Claude Pensó que su hermano sería igual al emperador, pero Anastasio era muy diferente. Este era cálido y su presencia le brindaba seguridad. Hasta le daba una sensación que nunca antes había conocido. Y este estaba dispuesto a averiguar que era ese sentimiento.

Me Convertí En El Hermano Mayor Del Emperador Loco ¿Como Evito Mí Final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora