Capítulo 31

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“¡Tu!” grito Claude con irá mientras miraba al hombre delante suyo. El tirano parecía algo sorprendido al ver a Claude pero rápidamente se fue cuando vio que tenía a Anastasio dormido (desmayado...) en sus brazos.

“Devuelveme lo que es mio” el hombre cuya voz se volvío apática exigía que le devolviera a Anastasio. Claude negó con la cabeza y puso con mucho cuidado a Anastasio atrás de la pared (ellos estaban justo en uno de los pasillos),

“No te daré nada. El no es tuyo, no es de nadie” expreso mientras se ponia recto aunque en su aura se notaba que estaba a la defensiva.

La contraparte de Claude automáticamente lo miro con frustración y le lanzó su magia, Claude la pudo bloquear con su magia de protección. Ambos Claude sin decir una sola palabra se lanzaron hechizos, cada hechizo iba con intención de matar o de al menos inmovilizar al otro Claude no se lo había dejado fácil a su contra parte, el reconocía que a su contraparte mayor era bueno en la magia pero el no se queda atrás.

“¿Cómo te atreves a lastimar a mí amado?” pregunto mientras lanzaba al tirano hacía el jardín, la luz de la luna era la única testigo del acontecimiento.

“¿Amado? O entonces ¿Eres tu el que le puso las manos encima? ¿Que se siente el saber que tome lo que era tuyo, que destruí cada parte dentro suyo?” las preguntas siempre iban con una sonrisa arrogante. Claude tomo aliento y sin poder controlarse dejo de lanzar magia y fue corriendo (mientras esquivaba los hechizos que el otro Claude lanzaba) hacía el tirano y le lanzó un puñetazo limpio que impacto con la masilla del mencionado, landadolo unos pocos metros hacia atrás.

Cuando Claude iba a volver a lanzarle un puñetazo el tirano había convocado su espada y la empuño contra Claude. Claude sin poder evitarlo recibió la apuñalada en su hombro derecho, apretó sus labios con fuerza para evitar soltar un grito de dolor. Aún con aquella espada adherida a su hombro le propinó una patada en el estómago al tirano haciendolo caer al suelo. Cuando el tirano estaba en el suelo Claude se puso arriba y comenzo a golpearlo una y otra vez, haciendo que la sangre manchara sus nudillos.

“Muere, muere, muere” decía mientras golpeaba una y otra vez. Aún cuando antes habían pasado horas lanzandose hechizos y ambos se encontraban agotados por eso, Claude no dejo que su dolor o su agotamiento interrupiera el castigo que le estaba dando al monstruo que lastimó a su amor.

Los golpes se detuvieron cuando Claude vio el rostro lleno de sangre de su contraparte, el no quería detenerse pero necesitaba las respuestas de las preguntas que estaba por hacer. “¿Porqué? ¿Porqué lastimarlo de tal manera? ¿Porqué eres tan diferente a mí?” pregunto afligido, Claude necesitaba saber porque su contraparte era tan diferente a el, que fue lo que cambio para que el sea así.

El tirano, Claude soltó una risa desgarradora y miro a su contraparte más joven. “Me preguntas el porque, ¿Verdad?. ¿Porque lo lástima? Porque el me hizo la vida un infierno, me humilló de las peores maneras posibles... Asesinó a mí madre, entonces estaría bien que le devolviera el mismo trato pero más severo. ¿El porqué soy diferente a ti? Tal vez... Eso sea porque tuviste al Anastasio bueno mientras que yo me quedé con aquel vil ser que no dudaba en burlarse o lastimarme, tal vez por eso soy diferente a ti. Estoy celoso de lo que tienes” dijo mientras miraba el cielo estrellado. Aquel rostro inexpresivo que siempre llevaba ahora se había convertido en algo que expresaba su agonía.

Claude apretó su mandíbula y se comenzó a debatir si seguir con lo planeado o no, así que cuando tenía su mente en claro levanto su puño y golpeó una vez más el rostro mallugado del tirano adolorido. “No te perdonó, no puedo hacerlo. Pero... Lamento las cosas que hayas pasado y te deseo suerte con la vida lamentablemente qué tienes” dijo para levantarse y sacar la espada aún incrustada en su hombro. Con eso hecho camino hacia donde había dejando a Anastasio, una vez ahí miro a su amante el cual se encontraba despierto y lo miraba como si el no fuese real.

“Claude” el llamado tan fino y delicado hizo que Claude se arrodillara y dejara que la mano cálida de Anastasio se instale en su mejilla. “¿Eres real? ¿Realmente estás aquí?” pregunto dudoso y tembloroso, aún Anastasio no creía que esto fuera real, no creía que su dulce Claude estaba con el ahí.

“Si, soy real y estoy aquí para llevarte a casa, cariño” con dulzura en sus palabras llevo su mano a la mejilla del contrario y la acarició con tan dulzura que hizo que Anastasio soltara un suspiro aliviado. “Todo estará bien ahora” susurro mientras besaba la mano la mano de Anastasio (la cual antes estaba en su mejilla).

Anastasio sonrió y se dejo caer sobre el pecho de Claude cuando esté lo levanto con cuidado. Cuando Claude giro hacia atrás, Anastasio pudo ver a aquella contraparte de su amado y lo miro con tristeza y a pesar de que temblaba un poco aún necesitaba decirlo “No lastimes a Anastasia” el Claude mayor poso su mirada en el adolescente mayor cuando esté había hablado. “Ella es buena y tierna, no la lastimes por culpa de la magia negra” fue lo último que dijo para caer dormido una vez más en los brazos de Claude.

El tirano no sabía a lo que se refería Anastasio (o tal vez si) eso se podía ver en el su rostro confundido. “El se refiere a la magia negra que está dentro tuyo, alguien te la puso. Si no te desases de ella harás cosas horribles” dijo Claude para darse la vuelta y comenzar a caminar hacia su destino dejando atrás a un Claude mallugado y adolorido.

“¿Que dirías si me vieras ahora, Diana?” pregunto en un susurro mientras aún miraba el cielo oscuro lleno de luz gracias a la luna y las estrellas.

• • • •

Cuando Anastasio abrió sus ojos lo primero que sintió fue cálido, se sentía cálido y protegido. Sus ojos se posaron a la persona que estaba al lado suyo abrazandolo, sintió un ligero temor al ver la cara de Claude pero trato de reprimirla diciéndose una y otra vez que esté es su Claude, que el lo protegia. Eso junto con algunas respiraciones que se tomó, al fin se armó de valor y llevo su mano hacía la mejilla cálida de Claude y la acarició tiernamente.

“Te extrañé” soltó mientras algunas lágrimas comenzaban a formase en sus ojos. Se sobresalto cuando sintió una mano en su mejilla que limpiaba las lágrimas que había soltado sin que de hubiera dado cuenta.

“Yo también, te extrañe, te extrañe tanto” dijo con una débil sonrisa para acercarse más y que sus rostros queden a unos centímetros “¿Puedo besarte?” pregunto mientras sus ojos cálidos miraba los de Anastasio.

Anastasio sonrió, su Claude sin dudas sabía cómo hacer que se sienta seguro y poder hacer que diferencie entre el otro Claude. “Puedes hacerlo, puedes besarme las veces que quieras" susurro para cortar el espacio que los mantenía alejados y besarlo. Sería muy chicle para Anastasio decir que fue un beso suave, lleno de amor y cariño, pero así lo fue y el no cambiaría eso disfrutaría de ese momento. Solo son Claude y el (y su bebé), nadie más.

Me Convertí En El Hermano Mayor Del Emperador Loco ¿Como Evito Mí Final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora