Capítulo 22

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Anastasio gimió débilmente cuando algunos rayos del sol fueron directamente hacía su rostro, débilmente abrió sus ojos de apoco (para poder acostumbrase a la luz). Una vez que su visión se aclaró miro el otro extremo de su cama, esperando encontrar a Claude ahí, pero solo se encontró con esta vacía. Anastasio no debía sentirse decepcionado de no ver a su amante a su lado (luego de a ver compartido un momento íntimo), pero lo hizo.

Tal vez... Tuvo algo urgente que atender. Pensó algo malhumorado, para sentarse adolorido y tratar de caminar hacia el baño (cosa que logró, solamente que cojeando). Una vez allí dejo que el agua caliente cayera en su cuerpo, el agua recorría aquellas mordidas, chupones y moretones de los dedos de Claude en todo su cuerpo.

Salió del baño con una toalla cubriendo su cintura para abajo. Toco levemente sus pezones rojos y con mordidas que Claude le dio, cuando estaban teniendo el encontró sexual. Anastasio no se dio cuenta de que Diana entraba y miraba con incredulidad el cuerpo llenos de mordidas y chupones de Anastasio.

“Mierda, con tu cuerpo así diría que un animal te atacó. ¿Sabes que animal fue?” la repentina voz de Diana hizo que Anastasio saltará por el susto, pero se tranquilizó cuando se dio cuenta a quien pertenecia aquella voz.

Anastasio miro a Diana para resoplar “Fu. Me atacó un animal de cabello rubio, ojos zafiro, piel blanca y que lleva siempre una sonrisa descarada en su rostro” dijo sarcásticamente mientras resoplaba un poco por el dolor en su cadera. Diana se rió por la contestación (fue tan Anastasio, según Diana).

“Tienes suerte, traje algo para tu dolor” Dijo Diana mientras dejaba ver en su mano una pomada, la cual era exclusivamente para el dolor (del encuentro sexual) “Wow, en serio parece que un animal sediento te atacó” miro incrédula el cuerpo de Anastasio cuando le ponía la pomada en los moretones y mordidas.

“Te diré que si me atacó un animal sediento. Nunca me dijiste que esto iba a dolor en la mañana” dijo a regañadientes mientras acariciaba su espalda baja, necesitaría un masaje para que el dolor de vaya.

“Bueno, mí error ” sonrió descaradamente mientras le daba una leve palmadita en la parte baja de su espalda, haciendo que Anastasio soltara un leve quejido “Cierto, Félix te está esperando en tu despacho, parace que quiere hablar contigo respecto al antiguo emperador” la seriedad tanto en la voz como en el rostro de Diana, solo hizo que Anastasio sintiera un escalofrío.

“Bien, dile que estaré ahí en un momento. Puedes irte, nos encontraremos en mí despacho” Diana asintió y salió de la habitación dejando a Anastasio solo. El doncel suspiró pesadamente mientras llamaba a las sirvienta para que lo vistieran. Esto sera un día muy largo. Pensó mientras miraba la ventana de su habitación.

• • • •

“Estas diciendo que... ¿Mí padre está vivo?” pregunto incrédulo, nunca pensó que el viejo seguirá vivo ni por un momento. Pero con el asentimiento de Félix y la descripción de uno de los caballeros que aseguro hacerlo visto, estaba las que claro que estaba vivo.

“Asi es, su majestad. Según el caballero que se dirigía de regreso, vio al antiguo emperador entrara al ducado de los Judith” Anastasio se estremecio al escuchar el apellido, estaba claro que estaba hablando del “perro blanco” (según Claude lo bautizo así en la novela) y de la loca de Penélope.

Si el viejo está ahí, significa que algo están planeado. Los planes del perro blanco antes eran respaldados por Anastasio, ¿pero ahora significa que el antiguo emperador tomara su lugar?. Los pensamientos en su cabeza le hacían dar doleres de cabeza, ningun adolescente debería estar pasando por tal estrés. En ese momento su mente viaja a los bandalos que había ejecutado antes ‘Nuestro jefe vendrá por usted’, esas palabras quedaron grabadas en Anastasio desde hace mucho. Y si... ¿El antiguo emperador estaba detrás de ese accidente?, Pero, ¿Porque me querría a mí?. Soltó un suspiro y despacho a Félix. Anastasio necesitaba estar solo por unos minutos. No sé espero que Claude luego de que Félix se fuera entrara a su despacho y lo mirara con aquella sonrisa descarada.

“¿Cómo te sientes?” pregunto mientras se acercaba y se sentaba al lado de Anastasio (donde estaba firmando papeles).

“Bien, solo adolorido” confesó con un ligero sonrojo. La silla le hacía dolor su parte baja y parecía que Claude se dio cuenta de eso, ya que agarró a Anastasio por las caderas y lo sento en su regazo.

“¿Esta mejor así?” Anastasio asintió con la cabeza y ocultó su rostro entre los papeles, no quería que Claude lo viera todo sonrojado ( se sonrojo tanto que sus orejas estaban rojas).

Anastasio no sabría decir en qué momento las cosas comenzaron a subir de tono, los brazos de Claude se encontraban envolviendo su estomago, pero de pronto las manos de este se encontraban abajo de su camisa tocando su piel sin vergüenza alguna. Sentía como de apoco los labios de Claude se encontraban en su cuello y le daba besos suaves.

Fue ahí cuando sintió la primera lamida, lo que lo hizo jadear. La lengua de Claude se encontraba caliente, lo que lo hacía estremecer ya que su piel se encontraba fria. Concentrate en los papeles. Pensó agitado mientras su mano temblaba, podía sentir como las manos de Claude ahora bajan hacia su pantalón como si quiera dejar expuesto la parte inferior de Anastasio.

“Cla-claude, aquí no” soltó un gemido cuando aquellas manos cálidas tocaban sobre abajo de su pantalón, la parte de arriba de sus muslos, y subían juguetonamente hacía su entre pierna ya despierta.

“Solo una vez, por favor” Susurró lastimosamente con aquellos ojos llorosos (los cuales Anastasio no se podía resistir). El mayor miro a Claude, luego miro a la puerta y de nuevo a Claude, con todo la éxtasis de su cuerpo solo pido asintir ante la petición del menor.

Claude tomo una bocanada de aire, la situación enfrente lo están dejando sin aire. El tener a su amante aceptando su petición (su petición de tener sexo en el despacho de Anastasio, donde alguien podría verlos si entraba por esa puerta) lo dejo sin habla. Con descaro recorrió con una de sus manos la pelvis hasta llegar a los pezones, podía sentir los musculos no tan desarrollado pero firmes. El chillido agudo que Anastasio soltó cuando Claude estiro uno de sus pezones, solo hizo que la excitación del menor se volviera más grande y si erección se encontraba constantemente frotándose contra el trasero de Anastasio.

Claude con algo de prisa quito los pantalones que Anastasio llevaba puesto, y los dejo deslizarse por las hermosas piernas del doncel hasta que cayeron al suelo. Sin poder resistirse más bajo el cierre de su pantalón y sacó su pene ya erecto.

“Claude” gimotio cuando sintió la punta del pene de Claude en su agujero, su cuerpo temblaba por desesperación, quería que el pene de Claude entrara dentro suyo para dejar de sentirse tan vacío.

Claude pudo ver eso y le sonrió con esa sonrisa que Anastasio tanto amaba “Tranquilo, te lo dare” susurro en el oído del mayor, haciendo que esté se estremeciera y sin precio aviso adentrarse en el cuerpo de Anastasio.

El doncel podía sentir como el aire abandonaba sus pulmones, el pene de Claude salía y entraba de su cuerpo (el rubio oxigenado ni espero a que se acostumbrara, palabras de Anastasio), el sentir como la pelvis de Claude golpeaba contra su trasero haciendo un sonido obsceno se escuchará en esa habitación, hacía que su excitación se incrementara y estará apunto de correrse con solo escuchar sus gemidos, los jadeos de Claude y el sonido de piel chocando contra piel.

“Cla-claude, más” sollozo mientras trataba de sostenerse del la mesa del despacho con desesperación.

“Mierda, nosé porque pero, quiero poner mí semilla dentro tuyo. Lo necesito, necesito que te impregnes con mí bebé” susurro con descaro mientras se movía

No paso mucho hasta que ambos chicos llegarán a su límites y se corrieran. Claude en una última embestida, golpeó el útero de Anastasio y se encarnó en ella llenandola de su semen. Anastasio soltaba ligeros jadeos mientras apoyaba su cara en la mesa, el doncel imagino como se vería ahora mismo (lleno de lágrimas que caian en la mesa, junto con la baba y como sus piernas temblaban y si Agüero chorreaba el semen de su amante).

“Parece que tendremos que limpiar” Claude soltó una risa juguetona mientras besaba la mejilla del doncel.

“Me duele la cadera, te voy a matar si el dolor no se va” dijo cansado mientras trataba de moverse cosa que no pudo. Claude sonrió con descaro y Anastasio trato de golpearlo pero sus piernas quedado en una sola posición.

Claude se rió por eso y Anastasio se puso de malhumor. Y así pasaron la tarde Claude tratando de que Anastasio no lo mate (por subirle el pantalón y mancharlos con el semen que salía de su trasero) por dejarlo con dolor de cadera. Fue una mañana intensa para el pobre Anastasio.

Me Convertí En El Hermano Mayor Del Emperador Loco ¿Como Evito Mí Final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora