Capítulo 27

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Cuando Anastasio abrió sus ojos no dijo nada, se enderezó en la cama en silencio y miro su parte inferior tenía mordidas en sus muslos, chupones y sobre todo... La sangre seca entre arriba de sus muslos. Por un momento Anastasio se aterrorizó pensado que había tenido un aborto espontáneo, llevo una de sus manos temblorosa a su vientre y canalizo algo de Magia en ella, soltó un suspiro de alivió al sentir como esa pequeña criatura que crecía en el chupaba su magia, fue una clara respuesta de que el feto seguía vivo y creciendo.

Cuando el doncel volvió a mirar la sangre entre sus muslos frunció los labios en una expresión lastimera, esa sangre era una clara evidencia del abuso que sufrió su cuerpo. Con cuidado trato de levantarse de la cama (cosa que le fue algo difícil por qué sus piernas le dolían), cuando por fin pudo camino hacia el baño que había en el lugar, lleno la bañera y se sumergido en ella no le importo que el agua algo fría envolvía su cuerpo (el bebé estaría bien ya que su magia lo mantenía caliente y cuidado).

Cuando terminó de bañarse se puso una camisa algo desgastada y se puso los mismos pantalones que tenía antes de ser violado. Se quedó ahí sentado hasta que la puerta se abrió y su mirada rápidamente mira en esa dirección, se sintió algo aliviado al ver qué era solamente Félix.

“Eh venido para llevarlo a dar un paseo por el jardín” dijo con suavidad como si no quisiera asustar a Anastasio más de lo que ya estaba. Anastasio solo sintió con la cabeza y a duras penas se levantó, puede que Félix se haya dado cuenta de que no podía pararse ya que lo agarro de su brazo para que se apoyara en el. Anastasio al sentir el contacto rápidamente se sobresalto y trato de alejarse. “Esta bien, todo está bien” la tranquilizante vos de Félix de alguna manera lo tranquilizo un poco y dejo que su cuerpo se relajara, aunque todavía se encontraba alerta.

No paso mucho hasta que llegaron a los jardines del lugar, si bien las concubinas del palacio rubí tenían prohibido pisar el jardín, pero parace que el era un caso especial. Increíble, ya pienso igual que una concubina. Pensó con amargura y dejo que Félix lo guiará, cuando llegaron a una especie de lago Félix lo había dejado ahí para pasar el rato por unos minutos antes de volver al palacio.

~Corazón, corazón. Tu que eres protector, protege el amor. Amor, amor, amor, amor. Tu dulce sensación bailando esta, por las calles del lugar... Y las luces de tu resplandor tan cálidos y dañinos son. Dolor, dolor, dolor, dolor. Deja de destrozar mí corazón, porque el amor cansado está de reconstruir mí pobre corazón~” La dulce melodía en la voz de Anastasio había traído un visitante algo peculiar (y pequeña). Anastasio se había dado cuenta pero siguió cantando hasta que finalizó la canción y con ello la persona que estaba oculta entre los arbustos había salido.

Los ojos de Anastasio se dirijeron hacía la pequeña figura, la niña que salío detrás de los arbustos fue nada más ni menos que Anastasia. El doncel lo había deducido al momento que vio aquel cabello rubio, ojos celestes como joyas y las mejillas rosadas y regordetas por la grasa de bebé.

“¿Pu-puedes cantar otra ves?” la suave vos tímida de la niña dejo a Anastasio encantado y sonrió cálidamente por primera vez desde que está ahí.

“Por supuesto” dijo mientas volvía a cantar, Anastasia se había acercado más a él y Anastasio nos sabía cómo había sucedió, pero de un momento a otro la niña se encontraba sentada a su lado y con la cabeza en su regazo. El doncel sonrió suavemente y acaricio la cabeza de la niña con ternura (al principio se puso rígida, pero luego se relajo).

“¿Cual es tu nombre?” pregunto Anastasia con suavidad mientras seguía recostado su cabeza en el regazo de Anastasio.

“Anastasio ¿Y el tuyo?” pregunto ahora con cariño mientras acariciaba la cabeza de la niña.

“Anastasia, ¡Nuestros nombres son casi idénticos!” la voz emocionada e incrédula de Anastasia, junto que se había levantado y ahora podía ver su rostro emocionado e inocente.

“¿Verdad?. ¿Que hace una pequeña niña como tu en este lugar?” la pregunta parece haber tomado por sorpresa a Anastasia ya que se removió en su lugar con nerviosismo.

“Yo... Escape de la niñera, quería ver a papá pero el no me quiere ver. Nunca me fue a ver desde que nací y todos dicen que soy una hija no querida por el” la voz quebradiza de la niña hizo que Anastasio se le oprimiera el corazón, ninguna niña de 8 años debería estar pasando por eso. Con cuidado levanto sus manos y abrazo a Anastasia con cariño.

Sabía lo que le pasaría a esta hermosa niña y sentía como su corazón sangraba al saber que no podría cambiar nada “Lo siento, cariño. No te preocupes estoy seguro de que tu papá solo está algo ocupado, ¿Si?” sabía que estaba siendo egoístas pero aún así no tenía el valor de decirle a Anastasia alto tan cruel como su destino.

Anastasia miro al hermoso hombre que tenía delante y sonrió con cariño para refregar su cabeza en el estómago del doncel. Nadie la había tratado con tanto cariño(excepto Félix y Lilian) y lo estaba disfrutando hasta que Félix rompió ese momento.

“Si me disculpa necesitamos volv-” sus palabras quedaron a medio decir cuando se dio cuenta que Anastasia estaba abrazando la cintura de Anastasio “¡¿Pri-princesa, que está haciendo aquí?!” pregunto para que de un chasquido se encontrará al lado de Anastasio tratando de que la niña lo suelte.

“¡Felix sueltame!, Quiero pasar más tiempo con el Sr. Anastasio” exclamó Anastasia mientras seguía negándose a despegarse del doncel. Félix trataba de convencer a la niña pero está se seguía negándo.

deja vu. pensó Anastasio mientras miraba la escena, la obstinación de Anastasia le recordaba mucho al de su Claude cosa que lo hizo reír un poco.

La niña junto con el caballero dejaron de pelear cuando escucharon la suave risa de Anastasio, ambos lo miraron con sorpresa, Anastasia lo miraba con un ligero sonrojo y una sonrisa (en su mente Anastasia gritaba de alegría por hacer echo reir a Anastasio) Felix tenía un ligero sonrojo en su rostro pero rápidamente desapareció.

“Bien, su alteza me pidió que lo lleve de nuevo a su deposento” ante la mención de su alteza, Anastasio rápidamente se puso rígido y su cuerpo tembló ligeramente.

“Bien... Llévame de nuevo” susurro con amargura para agacharse y sonreírle a Anastasia “Bueno cariño, tengo que irme” Anastasia estaba apunto de rechistar pero Anastasio poso su dedo en los labios de la niña callandola “pero te diré un secreto; vendré aqui para verte todo los días. Será nuestro pequeño secreto, no le digas a nadie, ¿Si? ” ante eso Anastasia asintió con la cabeza y llevo sus manos a su boca en forma de cruz.

“secreto” dijo con una sonrisa luego de que bajo sus manos, Anastasio sintió con la cabeza y dejo que Félix lo escoltara de nuevo hacía la habitación donde tenía recuerdos para nada agradables.

Cuando entro en la habitación no se esperaba que su agresor se encontrara ahí, cuando lo vio inmediatamente su respiración se volvió agitada y el muero calo en cada uno de sus huesos. Los recuerdos, los golpes, las mordidas, las palabras hirientes y sobre todo el dolor de la agresión volvieron a su mente en segundos.

“¡Qu-quedate dónde estás!” grito asustado mientras deseaba poder fundirse con la puerta, su mente comenzó a vagar en el trauma de si agresión. Anastasio estaba tan metido en sus pensamientos y en trauma del dolor que no se dio cuenta de que su agresor ya se encontraba acorralandolo.

“¿Me tienes miedo?” la voz tan cerca de el, hizo que Anastasio disparar su mirada a aquel rostro tan cerca del suyo. Cuando los ojos de ambos se encontraron Anastasio fue el que tenía ojos adoloridos y asustados, mientras que los de Claude eran fríos y vacíos. “No me volveré a repetir, así que respondeme pequeña mierda; ¿Me tienes miedo?” Anastasio se quedó tan quieto y miro con horror a Claude y buscaba la forma de que las palabras que quería decir salieron.

Me Convertí En El Hermano Mayor Del Emperador Loco ¿Como Evito Mí Final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora