Capítulo 28

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“S-si. Te tengo miedo” dijo cuando pudo al fin encontrar su voz y palabras, pero aún así su voz se rompía en sollozos y sus abrazos protegian su vientre con firmeza. El tener a Claude delante suyo solo hacía que su cuerpo temblará, las lágrimas bajarán y el terror en su corazón se instalará.

“Bien, así debe de ser siempre que entre. Tan dosil, tembloroso y llorón” dijo con sastifaccion mientras pasaba su mano por la mejilla de Anastasio, eso solo había provocado que el mencionado apartará su rostro lo más lejos posible.

Cuando Claude apego su cuerpo al de Anastasio, este inmediatamente se tenso y trataba de salir de ahí pero no podía estaba atrapado entre la puerta y Claude. Lo único que pudo hacer fue sollozar mientras dejaba que Claude hiciera lo que quiera.

“Bien, hoy tengo ganas de una buena sacudida y tú eres el único que me la puede dar. No te preocupes por tu bebé mientras pongas la suficiente magia para protegerlo de los golpes de mí pene en ti, el estar bien” Anastasio se mordió el labio para ahogar una protesta, después de todo al ver la sádica sonrisa que había en el rostro del tirano solo hizo que su corazón sangrara y se rindió y dejo que Claude le hiciera cosas que de seguro nunca olvidará.

• • • •

Corazón, corazón. Tu que eres protector, protege el amor. Amor, amor, amor, amor. Tu dulce sensación bailando esta, por las calles del lugar... Y las luces de tu resplandor tan cálidos y dañinos son. Dolor, dolor, dolor, dolor. Deja de destrozar mí corazón, porque el amor cansado está de reconstruir mí pobre corazón. Cantaba Anastasio en su mente mientras sus ojos vacíos miraban el techo. El dolor en su cadera junto con sus piernas abiertas en par y el choque de piel contra piel solo hacía que las lágrimas corrieran por los ojos de Anastasio.

Cada jadeo de placer que Claude daba junto con las estocadas, solo provocaba un profundo dolor en su agujero ensangrentado (prácticamente lo desgarró). Aún así Anastasio no quería prestar atención y solo se dedicó a cantar canciones y que su magia protegiera al feto de las brutales estocadas del tirano.

“Maldita sea, no importa cuánto te penetré tu agujero lo toma todo y aprieta con fuerza mí pene. Sin dudas eres una perra, naciste para ser un buen polvo” dijo entre jadeos, mientras que besaba el cuello de Anastasio dejando chupones y mordidas.

Corazón, corazón, corazón, por favor sana mí dolido corazón que por el dolor quebrado se quedó. Amor, amor, amor, amor, sálvame por favor de este dolido dolor y curalo con tu dulce sensación. Siguió con la canción en su cabeza ignorando las palabras incoherente que Claude soltaba por lo perdidos que estaba en el éxtasis.

“Joder, quisiera ver la cara del tipo con el que te acostabas. Quisiera ver qué cara pondría al verme penetradote mientras lloras, mientras súplicas que no asesiné a su bebé, mientras te desgarró sin compasión. ¿Estaría asqueado contigo? ¿Miraría todo con impotencia?” Anastasio apretó su labio inferior con fuerza, fue tanta la fuerza que directamente su labio sangro. ¿Que diría su Claude de todo esto? ¿Le diría que es asqueroso? ¿Lo defendería?. Miles de preguntas pasaron por la mente de Anastasio lo que solo hacía que se sintiera cada vez más miserables y su corazón doliera en punzadas.

Pero... Luego pensó en su Claude en lo gentil, cariñoso y protector que es. Si lo viera ahora el estaba seguro de que lo salvaría y mataría a este Claude, sobre todo el estaba seguro de que su Claude, su amado lo confirmaría y cuidaría. Con tan solo pensar en eso dibujo una sonrisa en su rostro llorozo “E-el me sa-salvaria de ti” se atrevió a decir mientras miraba con pena al tirano que tenía en frente.

Claude al ver aquellos ojos llenos de pena hacía su persona gruñó escalofriante y retomó las embestidas más violentas, más dolorosas. “¿Quien te crees para verme así? Eres tu el que está encadenado a mí, eres tu el que debería sentír pena por ti mismo” gruñó enojado, solo para darle una fuerte cachetada a su víctima. Anastasio por otra parte apretó de nuevo su labio, no dejaría que Claude escuché su dolor, ya no le daría ese gusto.

Cuando por fin todo acabo Claude se encontraba frustrado (no sexualmente sino que emocionalmente), no solo la insistencia de Anastasio sobre que su amado lo salvará, sino que todavía tiene a ese bebé creciendo dentro de lo que es suyo. Tenía que sacar a esa cosa y poner el suyo y eso es lo que haría si Anastasio seguía poniéndolo tan frustrado y enojado.

• • • •

Anastasio se levantó de nuevo con ese horrible dolor, no hacía falta decir que Claude lo desgarró de nuevo. Hizo una mueca para poder levantarse pero no pudo, así que no le quedó de otra que arastrarse por el suelo hasta llegar al baño y entrar en la bañera. Abrió el grifo de la bañera y dejo que el agua tibia corriera por sus extremidades adoloridas.

Maldito hijo de puta. Pensó con amargura y enojo. No avanzo en nada en los dos días de que el estaba ahí y estaba seguro que no quería quedarse aquí por mucho tiempo. No paso mucho que alguien entro a su habitación estaba seguro de que era Félix, Anastasio quería ir verlo pero no podía salir de la bañera gracias a sus extremidades adoloridas.

Para la suerte de Anastasio Felix apareció en el baño con una bata en su mano. La mirada de Félix se poso sobre todo su cuerpo lastimado, una mueca de preocupación y lástima se poso en el rostro de Félix. Anastasio sonrió débilmente al ver eso, ya que al menos este Félix no cambio en absoluto.

“No me mires así. Solo harás que sienta más lástima por mí mismo” dijo Anastasio con la voz ronca y adolorido. Félix se acercó y con cuidado dejo la bata a un lado y agarró a Anastasio para sacarlo de la bañera al estiló princesa.

“Lo siento... Nunca pensé que su majestad haría tal cosa” se disculpo Félix con un sincero arrepentimiento. Cuando dejó el cuerpo de Anastasio en la cama, lo ayudo a ponerse la bata para tapar su desnudes y dolor. Anastasio miro a Félix y llevo una de su mano a la mejilla del mencionado y la acarició tiernamente.

“Gracias... Por ser el único que no a cambiado” a pesar de que Félix no sabía a lo que Anastasio se refería, solo pudo asentir con la cabeza y acercarse más a ese contacto cálido.

Ambos estaba tan sumergidos en el momento que no se dieron cuenta de que la puerta estaba entre abierta y una persona ahí estaba viendo todo con los labios apretados por la furia y ojos zafiro como joyas, tan fríos y afiliados como una espada que prometían dolor absoluto y estaba más que claro que eso daría.

Me Convertí En El Hermano Mayor Del Emperador Loco ¿Como Evito Mí Final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora