No es Sooyoung, sino Jiwon. Lo observo con cautela.
-Vaya, vaya, vaya -digo-, mira lo que se le ha escapado a la niña pelirroja.
Me dirige una sonrisa avergonzada y se pasa una mano por el pelo.
-Lo siento, Hanbin, supongo que le está costando más de lo que pensaba.
-Escucha, la verdad es que no quiero ser la tercera rueda de ninguna relación...
He debido de tocar algún nervio sensible, porque pestañea como si se le acabara de meter algún bicho en el ojo.
-Lo comprendo -asegura-. Quiere que tenga amigos, tan solo fue una conmoción para ella.
-No quiere que tengas amigos como yo, Jiwon, y si te dijo que le parecía bien, estaba mintiendo.
-¿Amigos como tú? -dice con una sonrisa-. ¿Estás insinuando que eres atractivo? -Pongo los ojos en blanco. Sabe a que me refiero. Y se está saliendo del tema totalmente-. Bien, bien-añade levantando las manos-. Pero quiero tenerte como amigo, sin importar lo que piense nadie más. ¿Eso cuenta?
Le hago esperar, fingiendo estar pensando la respuesta. Me muerdo el labio y frunzo el ceño, y a continuación me aparto a un lado y le dejo volver a entrar en mi casa. Tiene un aspecto de total engreído.
Decidimos que queremos una tarta, así que saco unos cuencos y los ingredientes, y Jiwon hace unos gorritos de chef con papel de cocina. Me maravillo ante el hecho de que hace unas pocas semanas pensaba que no volvería a verlo y ahora esta en mi cocina. Nos reímos mucho y, cuando la masa está lista para meterla en el molde, Jiwon arruina el buen humor.
-Chaeyoung hace una tarta Red Velvet increíble.
Lo fulmino con la mirada, porque no quiero tener que pensar en su novia sofisticada justo ahora, Y ADEMÁS nunca he probado una tarta Red Velvet.
Como no deja de hablar y hablar sobre el tema, tomo un puñado de masa y se la tiro a la cara. Por supuesto, fallo el tiro, y la masa aterriza sobre la pared por detrás de su cabeza. Jiwon se gira para mirarla.
-¿Sabes? -comienza con una calma sorprendente-, la verdad es que tienes que trabajar en tu puntería.
Antes de saber lo que está pasando, vuelca su cuenco entero por encima de mi cabeza.
Estoy chorreando masa marrón de la cabeza a los pies, riéndome tan fuerte que apenas puedo manterme en pie. Llevo una mano hasta la encimera para sujetarme y siento que mis pies resbalan. Jiwon estira un brazo para sostenerme y, en lugar de aceptar su ayuda, trato de mancharlo con la masa. Le golpeo la cara con ella. Él suelta un chillido y, en cuestión de segundos, mi pequeña cocina es una zona de guerra. Nos lanzamos huevos, harina y aceite y, cuando se nos acaban, nos tiramos puñados de pepitas de chocolate el uno al otro. En algún momento le hago una llave, y caemos deslizándonos al suelo. Nos estamos riendo con tanta fuerza que unas lágrimas comienzan a derramarse de mis ojos embarrados de masa. Estoy encima de él, que yace tirado sobre su espalda. Tiene huevo en la nariz, y sus dos cejas están cubiertas de harina. No puedo imaginar el aspecto que debo de tener yo. La risa queda absorbida de inmediato cuando nos damos cuenta de lo extraño de nuestra posición. Podríamos besarnos. Como en las películas.
Me quedo encima de él durante un segundo, esperando a ver si hace algún movimiento. Sus ojos se encuentran sin duda fijos en mi boca, y yo estoy sin aliento a causa de la expectación. Tengo el corazón presionado en algún sitio contra sus costillas, y me pregunto si podrá sentirlo latiendo con fuerza.
-Hanbin -susurra, y yo trago saliva-. Todavía tenemos que hacer la tarta.
¿Hacer la tarta? Miro el desastre que me rodea y suelto un gruñido. ¿Cómo puede estar pensando en hacer una tarta?
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El oportunista, 𝚍𝚘𝚞𝚋𝚕𝚎𝚋
FanfictionHanbin es un manipulador con lengua afilada, la cual utiliza para conseguir siempre lo que quiere. Con una sola excepción, Kim Jiwon, a quien tontamente dejó escapar. Después de un encuentro casual que trae a Jiwon de nuevo a su vida, Hanbin se encu...