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Después de nueve meses de preparación, el caso va a juicio. Uno de los testigos de la fiscalía es hombre.

Cuando procedo a examinarlo se enoja por mi acusación de que estaba celoso de la promoción de Chaeyoung, y la llama una perra mimada desde el estrado. El segundo de los testigos fue suspendido por el padre de Chaeyoung unos meses en los ensayos clínicos de Prenavene. Le muestro al jurado cinco cartas separadas que el testigo escribió al padre de Chaeyoung, primero rogando por su empleo, y luego amenazándolo con destruirlo de cualquier forma que pudiera. La tercer testigo no estaba trabajando el día que ella decía que vio a Chaeyoung cambiar los resultados de los ensayos en el equipo. Tenía una multa por exceso de velocidad y un video de su audición para KpopStar para probarlo.

Soy un maestro de la fachada, cuando Hanbin el abogado entra en la sala del tribunal, él tiene cara de póker y esta sereno, es una viva imagen de fortaleza juvenil. Soy tan bueno fingiendo, que a veces pierdo la noción de quien realmente soy. Por la noche después de la corte, jaló mi cabello en todas direcciones y después paso mis dedos por mi cabello mientras camino hacia el mar a llorar (Sí, sigo siendo melodramático). Me gustaría que mi madre aún viviera. Desearía que…

Jiwon está en la sala todos los días. Me veo obligado a verlo, olerlo, interactuar con él...

Todavía hace girar su anillo del pulgar. Me he dado cuenta de que en su mayoría lo hace cuando estoy hablando. Él está esperando que haga algo loco e irracional, lo sé. Pero, tengo el control, tengo un trabajo que hacer y no, no se trata de ganar el caso para mí, ya no más. Se trata de él y mi expiación.

Mis testigos toman el estrado, uno por uno, y mi caso toma fuerza. Cuidadosamente seleccionado a los desesperados, las personas que tienen más que perder si pierde Chaeyoung; el jubilado que no verá su pensión, los jóvenes químicos que sólo están empezando a impulsar sus carreras.

Chaeyoung me mira a través de entrecerrados ojos de serpiente mientras cuidadosamente recorto las cuerdas de incriminación a su alrededor. A veces juro que veo admiración allí, también.

En mi cumpleaños, llego temprano a la sala del tribunal, porque hay algunas cosas que quiero repasar antes de que comience el juicio. Jiwon está sentado en su lugar habitual sin Chaeyoung.

—Feliz cumpleaños —dice mientras abro de golpe mi maletín.

—Me sorprende que lo recordaras —le digo, sin mirarlo.

—¿Por qué es eso?

—Oh, ¡Has estado olvidando un montón de cosas en el último par de años.

—Nunca te olvidé —dice, y parece como si estuviera a punto de decir algo más, pero entonces el fiscal entra y él se calla.

En la novena semana del juicio, he llamado a siete testigos al estrado. De los treinta empleados que trabajaron bajo mi cliente para formular Prenavene, sólo siete están dispuestos a presentarse y testificar en su favor. De esos siete, hay tres cuya lealtad a ella es inquebrantable y cuatro que manipulé en el estrado.

Tomo lo que puedo conseguir y hago girar sus testimonios a mi favor. Cuando el fiscal pone sus testigos en el estrado, los desacredito. Una mujer que ha perdido a su marido por un ataque al corazón, provocado por el lanzamiento prematuro de Prenavene. Yo muestro la afección cardíaca preexistente de su marido y su dieta poco saludable. Un veterano tiene cientos de miles de dólares en gastos médicos debido a su tratamiento, después de la droga comió su hígado y necesitaba un trasplante. Yo sacó a la luz la adicción al alcohol que destruyó su hígado mucho antes de que Prenavene lo llevara a eso.

Pegamos el peso de la culpa en su padre, que no puede sufrir las consecuencias en su tumba. Ella se lamentaba por hacerle esto, por manchar su nombre, pero le recuerdo que si él estuviera vivo, estaría sentado donde ella estaba y habría tomado con mucho gusto la caída por su hijita.

Chaeyoung sube al estrado de último. Contemplamos no ponerla allí en absoluto, pero decido que es necesario para que el jurado escuche su voz dulce y mire sus ojos aterrorizados. Ella interpreta bien su papel de ser vulnerable.

—¿Estaba usted consciente cuando firmó los formularios de autorización, señora Park, de que no fue Prenavene lo que fue entregado a la FDA, sino en realidad una versión no genérica de Paxcilvan? ─Me paré ligeramente a su izquierda, mis ojos recordándole cómo responder a las preguntas que habíamos ensayado una docena de veces.

—No, no lo estaba —Ella levanta un pañuelo de color rosa a su la nariz inflamada y sopla suavemente. Miro al jurado por el rabillo de mi ojo. Ellos están observando con atención, preguntándose si ella era capaz de tal engaño, esta delicada chica en su vestido lavanda. Recuerdo el momento en mi apartamento cuando soplaba el humo de sus labios carmesí, con los ojos delineados en negro kohl. Ella es capaz, les digo en mi mente, de eso y mucho más.

—¿Qué es lo que su padre, el difunto Sr. Park —le digo mirando el jurado— le dijo que usted estaba firmando?

—Lanzamientos —admite con voz débil.

—¿Y usted leyo acerca de estos lanzamientos antes de añadir su firma a la página? ¿Observó usted misma los resultados en el laboratorio?

—No —ella mira a su regazo y esnifa—. Yo confiaba en mi padre. Si necesitaba mi firma, yo se la daba sin dudar.

—¿Cree usted que su padre estaba al tanto de los resultados inexactos de las pruebas de la droga Prenavene que se encontraba en esos documentos? —Esto era todo… la parte más difícil. Veo a Chaeyoung luchando consigo misma, tratando de obligar a las palabras a salir de sus labios. Hizo que todo fuera más creíble para el jurado, su indecisión para hablar mal de su papi.

—Sí, creo que él estaba al tanto —dice mirando directamente a mí. Las lágrimas están concentrándose en sus ojos. Suéltalas, le incentivo con mi mente, déjalos ver cuán destruida estás por esto. Sus lágrimas brotan por sus mejillas y la veo de nuevo de pie en mi puerta la noche que Jiwon estaba en mi apartamento para la cena.

Lágrimas manipuladoras.

—Señora Park —digo finalmente dándole un segundo para recobrar la compostura—, ¿tiene algo que decir a los familiares de las víctimas de esta droga, las familias que perdieron a sus seres queridos debido a la conducta engañosa, descuidado de OPI-gem?

—Sí —En este momento se rompe, abrazándose y llorando, las lágrimas goteando de su cara en su regazo—. Lo siento mucho. Estoy indignada y profundamente arrepentida por el hecho de que yo participé en sus muertes. Haría cualquier cosa para cambiar lo que pasó. Quiero que sepan que reconozco que mi disculpa no sirve para nada, que nunca va a traer los padres y madres y las hijas e hijos de vuelta, pero veré sus caras hasta el día que me muera. Lo siento —sus manos suben y acunan su cara. Bravo.

Doy un suspiro de alivio. Ella lo hizo, lo logró.

—Gracias, Sra. Park. Eso sería todo su señoría.

A continuación, el fiscal interroga a Chaeyoung. Ella se mantiene firme. Hace el tonto tan bien. En silencio, aplaudo sus ojos abiertos de terror.

Cuando camina bajando del estrado y toma su asiento, nuestros ojos se encuentran en un saber que trasciende una relación normal de abogado/cliente. ¿Mentí bien? Sus pestañas me preguntan. ¿Estoy siendo lo suficientemente suave para convencer al jurado? Su boca hace un mohín.

Eres una actriz talentosa. Digo con un movimiento de los ojos. Y te odio.

El oportunista, 𝚍𝚘𝚞𝚋𝚕𝚎𝚋 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora