▲Como un sueño▲

Capítulo 5

~ El Taller de beys ~

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Nuevamente, Valt volvió a despertarse debido a la luz del sol que se coló por las cortinas de la habitación. Ahora que lo pensaba la tela con la que estaban hechas eran algo delgada, lo bueno es que el aire que corría a través de ellas es cálido, así que no era necesario preocuparse por el frio.

Luego de que termino de vestirse Valt bajo a desayunar junto con la familia de Aiko, en esta ocasión la señora Nozomi preparo un par de omelettes de queso con algunas rebanas de pan tostado, todo esto acompañado por jugo de manzana y algo de café.

— Bueno querida es momento de irme — dijo el padre de Aiko levantándose de la mesa.

— Entonces siempre si decidiste unirte al equipo de pesca de Ryo — dijo la mujer. Su esposo suspiro sin muchos ánimos.

— Si queremos comer bien durante los próximos días tengo que hace el sacrificio — respondió el hombre. Su esposa se levanto igualmente de la mesa para entregarle su almuerzo — volveré en la tarde.

— Seguiré sin entender esa rivalidad que tiene con Ryo— comento Nozomi una vez que su esposo se fue. Al ver que ambos chicos habían terminado con su desayuno recogió sus platos y los llevo al lavabo.

— Descuida mamá, creo que yo tampoco entenderé a papá— le dijo su hija.

— Bueno, esperemos no termine por empujar a su amigo fuera de su bote, aunque conociendo a tu padre lo más seguro es que él sea el que termine por salir fuera del bote — comento la mujer.

Aquel comentario genero algunas risas por parte de su hija. Luego de ello, la mujer subió al segundo piso para empezar con las tareas del hogar. Mientras tanto su hija y el peliazul se quedaron solos en el comedor.

— Oye Aiko — llamo el chico a la pelirroja — ¿Sabes de casualidad como llegar al taller de una niña llamada Madoka? 

—¿Madoka?,¿Acaso la conociste?.

— ¿Tu la conoces? — le pregunto.

— Por supuesto — asintió la pelirroja — la conozco a ella y a su hermano se exactamente en donde queda su taller, puedo guiarte si quieres.

—  ¡Perfecto!

Después de que la chica le avisara a su madre que volvería más tarde, ambos chicos salieron de la casa rumbo al pueblo.

En el trayecto Aiko y Valt comenzaron una platica entre los dos, Aiko le pregunto al chico sobre como fue que se hizo Campeón mundial, Valt manera amable le conto su historia.

— ¿Enserio no sabías como lanzar un bey?, no te creo.

— Te digo la verdad, de hecho fueron varias ocasiones en las que mi mamá me castigo por romper una de las ventas de la casa por lanzar mi bey — decía el chico con diversión al recordar aquella anécdota — afortunadamente tiempo después yo y mis amigos hicimos un club de bey en nuestra escuela, así que ya tuve a donde ir a practicar.

— Ya veo.

— Ahora que lo pienso, ¿Aquí en la isla no tienen alguna especie de club bey o algo por el estilo? — le pregunto Valt.

Al hacerle aquella pregunta a la chica, Valt se percato que esta se había quedado pensando un momento.

— Bueno... solía haber uno — respondió Aiko.

— ¿Y qué le pasó?

— Cerro...— le respondió algo cabizbaja —  nuestro capitán y entrenador abandono el club. Eso hizo que varios niños también decidieran irse. Al final los pocos que quedamos pensamos en sacar adelante al equipo... pero no lo conseguimos.