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Los carruajes en los que la realeza viajaría a Lucxan ya se encontraban preparados y listos para comenzar su travesía. La Reina esperaba, no tan pacientemente, en el salón principal del castillo a que sus hijos estuviesen listos.

Desde atrás de la puerta se escucharon los pasos y los murmullos de los príncipes que venían peleando entre sí desde sus habitaciones.

–¡Eres un imbécil!– la voz de Sagitario retumbó por las paredes de la imponente habitación al mismo tiempo que las puertas dejaban a la vista a los herederos de Eralión.

–Chicos, no es momento de estar peleando, por favor– la Reina Maia se levantó del sillón con rapidez y miró con severidad a sus hijos– ¿Están listos?– ellos asintieron lentamente y los guardias se posicionaron para acompañarlos hacia su transporte.

El camino del salón a la puerta principal del palacio era relativamente corto pero para los príncipes, quienes jamás se habían visto inmersos en una situación tan arriesgada, pareció durar un milenio. El miedo de fallar contra Fulano estaba presente en cada uno de los jóvenes y era ese mismo temor el que los podría hacer fallar.

–Sus majestades– el jefe de la Guardia Real abrió la puerta del primer carruaje y ayudó a la Reina a subir. Eran tres los vehículos necesarios para transportar a todos hasta Lucxan y en el primero de ellos irían la Reina, Géminis, Acuario, Aries y Leo; mientras que en el segundo viajarían Tauro, Capricornio, Piscis y Sagitario; y en el último estarían Escorpio, Virgo, Cáncer y Libra.

–Gracias, Ray– Maia subió al carruaje y sus hijos la imitaron. Se encontraban listos para partir.

El viaje duraría alrededor de tres horas pero la ansiedad de los príncipes hacía parecer que los senderos se extendían infinitamente.

–Bueno, aquí vamos– Piscis resopló nervioso, mientras miraba el rastro de árboles desde la ventana del carruaje.

–¿Qué, tienes miedo?– se burló Sagitario, a pesar de que él se encontraba incluso más aterrado que su hermano.

–Sí, porque si no acabamos con la locura de Fulano, todos vamos a terminar muertos o esclavizados– Piscis respondió sin siquiera pensarlo.

–Sí, porque si no acabamos con la locura de Fulano, todos vamos a terminar muertos o esclavizados– Piscis respondió sin siquiera pensarlo

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–Cálmense, nadie va a morir– Capricornio solamente quería disfrutar de un viaje tranquilo admirando la naturaleza.

–Eso no lo sabes– Tauro se acomodaba para tomar una siesta y todos lo miraron mal–. Es la verdad. Estamos desafiando a un psicópata con magia, existe una probabilidad de que alguien muera.

–Espero que sea Libra– susurró Sagitario y los demás asintieron.

Mientras tanto, en otro de los carruajes tenían conversaciones mucho menos serias y oscuras.

–Les digo que es posible meterse todo el puño en la boca– Libra trataba de convencer a sus hermanos.

–A ver, demuéstralo– Escorpio quería ver a su hermano humillarse.

12 princesas bailarinas {zodiaco}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora