–¡No puedo creer que no nos dijeras nada!– Las princesas habían dejado el comedor unos momentos antes y ahora se encontraban en uno de los salones secundarios del palacio, en práctica para el baile de mañana.
–Si les decía que planeaba ofrecerme como voluntaria no me hubiesen dejado hacerlo– se defendió Capri.
–Estás en lo correcto– Gemma la miraba con indignación mientras bebía un vaso de agua para refrescarse del ensayo.
Las princesas estaban en un momento de receso y aprovechaban para recriminarle a su hermana mayor por la decisión que había tomado.
–Capri– Scor la miró con seriedad–, no tenías que hacer eso. Tenemos un plan y va a funcionar.
–Lo sé, pero teníamos que darle a alguien o si no las cosas hubiesen ido peor–Capri sabía que hizo lo correcto.
–Tienes razón, pero nada te costaba hablarlo con nosotras primero– Leah odiaba sentirse fuera de algo.
–¡Lo siento!– no sabía ni cómo disculparse– No pensé que les fuera a molestar tanto.
–Ese es el problema, no piensas–Aria la miró con recelo.
–Claro que pienso, y más que todas ustedes juntas– Capri ya se ponía a la defensiva.
–Vamos, hermanas, dejemos a Einstein y su cerebrote pensar– Tara caminó de vuelta al centro de la sala.
–Princesas, hora de regresar al ensayo– el coreógrafo principal junto las manos y su aplauso fue la señal para que las chicas se reunieran en el centro del salón. Cada una de ellas se posicionó con el bailarín designado para ser su pareja durante el ensayo–. Ahora vamos a alejarnos un poco de los bailes en pareja y pasaremos a los bailes grupales, así que les pido que formen un gran círculo.
En la habitación se formaron dos círculos, el pequeño conformado por las princesas de Persse y uno más grande que las rodeaba conformado por los bailarines.
El coreógrafo explicó rápidamente los pasos y se apresuró a poner en marcha la música para poder admirar su trabajo en la práctica. Pronto, en la habitación sólo se escuchaba la melodía y el sonido que hacían las zapatillas de las y los bailarines.
–¡Excelente, maravilloso!– el hombre se paseaba por toda la sala admirando la belleza de la danza que se desarrollaba frente a sus ojos.
–¿Crees que este hombre sepa que aprendimos a bailar desde que sabemos caminar?– Acua le susurró a Can en una pequeña risa ahogada.
–¡Por Dios, Su Alteza– el alarmado grito del hombre hizo que todo el mundo se detuviera y mirara en dirección a Capri, quien parecía haber pisado a uno de los bailarines–. Si baila de esa forma mañana en la noche, dejará a su prometido sin pies.
–¿Prometido?– Pi encontró preocupante el hecho de que en menos de dos horas la noticia del compromiso de su hermana se hubiese esparcido por todo el palacio.
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12 princesas bailarinas {zodiaco}
FantasyLas 12 hijas del Rey de Persse han descubierto un mágico mundo, en el cual podrán escapar de los males que amenazan a su reino. Pero no serán las únicas en ese mágico mundo. Ellas, junto con un grupo de desconocidos, tendrán que salvar a Persse de l...