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Desde el tercer piso del castillo de Persse se podían escuchar las voces de las princesas, quienes celebraban el cumpleaños número 16 de las gemelas, Sagi y Acua.

–¡No puedo creer que mis dos hermanitas menores ya tengan 16 años!–exclamó Scor.

–Hablas como una anciana, relájate hermanita– Capri le tocó el hombro  y le dio una sonrisa.

–Es cierto, el puesto de anciana es de Capri y nadie se lo puede quitar–comentó Virgy desde su cama y todas comenzaron a reír.

Repentinamente las puertas de su habitación se abrieron de par en par y su nana, Justine, apareció en la puerta.

–¡Felicidades mis niñas!–se acercó corriendo a las festejadas y le dio un fuerte abrazo a cada una–Es mejor que se apuren, su padre las está esperando en el comedor.

Las princesas salieron de la habitación, yendo directamente al comedor, en donde las esperaba su padre sentado.

–¡Ahí vienen las cumpleañeras!–se levantó de su silla y fue a abrazar a sus hijas.

–Gracias, papá–respondieron ambas, riendo.

–Les tengo una pequeña sorpresa–les dijo su padre.

–¿En serio?–preguntó emocionada Sagi.

–Así es–asintió su padre–,tendremos un baile aquí el sábado para festejar el cumpleaños de mis dos bebés.

–¿Un baile?– preguntó emocionada Sagi, nuevamente.

–¿Bebés?–preguntó indignada Acua.

–¡Sí, es en serio!–su padre se sentó nuevamente.

–Hace muchísimo que no teníamos un baile aquí–dijo Aria, un poco melancólica.

–Desde que mamá murió– Pi miraba al piso un poco triste.

–Exacto, yo creo que a su madre le hubiese encantado que sus dos hijas más pequeñas tuvieran como regalo de cumpleaños un baile espectacular–su padre les dio una cálida sonrisa–,pero basta de charlas, siéntense porque Linguini ya va a traer la comida.

Cada una ocupó un lugar en la mesa, esperando su comida.

–¿Y ese es su regalo, el baile? Pensé que les habrías comprado algo más– comentó Liv.

–¡Claro que les compré algo más! De hecho, sus regalos están en las caballerizas, pueden ir a verlos si gustan–el rey miró a sus hijas.

–¿Unos caballos?–preguntó Acua emocionada.

–Puede ser–su padre sonrió y en ese momento las gemelas se levantaron de sus asientos y salieron corriendo del comedor.

–Bueno, parece que no tienen mucha hambre–Tara miró a todos con una sonrisa.

–Bueno, parece que no tienen mucha hambre–Tara miró a todos con una sonrisa

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12 princesas bailarinas {zodiaco}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora