Las princesas estaban en el jardín del palacio, en completo silencio.
–No puedo creer que haya dicho eso, ¿qué le sucede?– Pi estaba devastada por las recientes noticias.
–Hay algo muy extraño aquí– habló Scor–. Papá jamás hubiera dicho eso.
–Pero lo dijo– Acua estaba sentada en el césped junto a un arbusto y arrancaba hojas de este.
–Independientemente de por qué lo dijo, tenemos que decidir qué hacer– Capri daba vueltas por el jardín.
–¿De qué hablas? Nadie se va a casar con ese cretino– Liv se mordía las uñas de los nervios.
–¡Ya lo sé! Pero algo tenemos que hacer– contestó su hermana.
–Miren, yo no creo que papá esté detrás de todo esto– Aria estaba sentada en medio del kiosko–. Para mí que Fulano organizó todo esto.
–No lo sé, Aria. Papá no se veía amenazado ni mucho menos– Gemma se preocupaba de que en realidad su papá fuera un imbécil, fascista y machista; esperaba que Aria tuviera razón.
–¿Entonces qué debemos hacer? ¿Elegir a una y mandarla al matadero?– Tara se estaba empezando a estresar por la situación.
–Tengo un plan, pero no sé si funcione– habló ahora Virgy. Todas la voltearon a ver.
–Es mejor a nada– comentó Sagi.
–Lo que pensé es que finjamos que estamos decidiendo quién se casará con él; es decir, si alguien pregunta, decir que lo estamos pensando– habló Virgy.
–¿Y eso para qué?– Leah estaba sentada en una banca consolando a Can, quién seguía muy afectada por la noticia.
–Para ganar tiempo– contestó Virgy–. Tiempo para investigar a Fulano y al Conde sin levantar sospechas.
–Virgy, gracias a Dios tienes un cerebro, no como nosotras– Leah corrió hacía si hermana y le dio un abrazo.
–No he terminado–Virgy empujó un poco a Leah para sacársela de encima–. También es necesario ganarnos la confianza de ambos hombres, por lo que voy a necesitar que nos hagamos cercanas a Fulano, e incluso llegar a coquetearle.
–Olvida lo que dije, no tienes cerebro– Leah se alejó de ella.
–No, tiene razón– Tara estaba analizando las cosas–. Si él piensa que estamos de su lado, será más fácil acceder a su información.
–¡Al fin un ser pensante!– Virgy alzó los brazos hacia el cielo.
–¿Y qué vamos a hacer si llega el día del baile y no descubrimos nada, eh?– Scor no tenía tantas esperanzas en el plan.
–Siempre podemos invitar a los chicos– Liv reía desde el suelo–. Ya saben, decirles que vengan y se hagan pasar por nuestros prometidos– seguía riendo, pero al notar que sus hermanas la miraban fijamente, la risa cesó–. Era una broma.
–No, es una idea brillante– Gemma se había levantado y se encontraba bastante positiva.
–Pero, ¿qué les diremos?– Acua seguía dudando–¿Viajen miles de kilómetros y vengan a un baile para hacerse pasar por nuestros futuros prometidos para que no perdamos nuestro lugar en el palacio?
–Sí– Tara respondió sin más.
–Se ve que son amables, además de extraordinariamente guapos, por lo que me gustaría asumir que si les pedimos que vengan, ellos lo harán. Además vendrá la realeza de otros reinos, no veo porqué no vendrían– Pi se encogió de hombros.
–Entonces tenemos un plan–Sagi finalizó la pequeña reunión que acababa de tener lugar en el jardín del castillo de Persse.
La mañana y la tarde habían transcurrido sin nada fuera de lo normal, comieron, bailaron y cada una se había ido a distraer a sí misma.
La hora de la cena se aproximaba, por lo que las princesas habían quedado de verse en la biblioteca para preparar su actuación frente a su padre, el Duque y Fulano.
Pi se había pasado la tarde en el lago Luz Celeste, cuyas místicas y hermosas aguas lo convertían en el lago más famoso de Persse. Éste se encontraba justo a las afueras del reino, junto a las casas de los adinerados.
Cuando llegó la hora de regresar, montó su caballo y regreso al palacio. Después de ir a su recámara por ropa seca, la princesa ya estaba lista para ir a encontrar a sus hermanas pero en el camino se topó con Fulano.
–¡Disculpa!– ella se disculpó por haber chocado con él.
–No se preocupe, princesa– él se acomodó su saco para luego mirarla–. Supongo que ya se enteraron.
–Así es– la chica titubeó. En ese preciso momento, logró divisar una cabellera pelirroja detrás de Fulano. Era Gemma, quién al ver la situación le hizo señas a su hermana para que siguiera con su actuación.
Pi reaccionó e hizo lo que le correspondía–. ¿Sabes algo?– la chica puso una mano sobre el pecho del hombre y se acercó a él– En verdad me gustaría ser yo la que se casase contigo.
–Espero que se te cumpla, linda– el joven depósito un beso en la mejilla de la chica y siguió su camino hacia el comedor. Pi reaccionó y salió corriendo en dirección contraria a él, hacia donde estaba su hermana.
–¡Bien hecho! No sabía que podías actuar– Gemma la felicitó y ambas caminaban hacia la biblioteca.
–Me doy asco. Doy pena ajena. Me siento sucia. No volveré a hacer eso nunca– Pi hablaba tan rápido que parecía balbucear.
–Tranquila– su hermana puso su brazo alrededor del cuerpo de Pi–, lo hiciste genial.
Llegaron a la biblioteca y todas las demás ya estaban ahí.
–¿Por qué tardaron tanto?– Liv estaba ansiosa.
–¡No van a creer lo que hizo Pi!– Gemma procedió a contarles lo sucedido, mientras que Pi se sentaba en un sillón, todavía con asco.
–Hermanita, te luciste– Leah le dio una palmada en el hombro.
–Voy a estar marcada por este momento de por vida– Pi no podía dejar de recordar ese bochornoso momento.
–Así como ahorita fue Pi, tenemos que estar preparadas para actuar en cualquier momento, ¿de acuerdo?– lideró Aria. Murmullos de aceptación llenaron la sala.
–Hora de poner en acción el plan e ir a cenar con el enemigo– habló Tara. Todas se prepararon mentalmente y salieron de la biblioteca.
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¡Nuevo capítulo!Sé que en las últimas 24 horas ya subí tres capítulos, espero no fastidiarles, jajaja.
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Lqm
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12 princesas bailarinas {zodiaco}
FantasyLas 12 hijas del Rey de Persse han descubierto un mágico mundo, en el cual podrán escapar de los males que amenazan a su reino. Pero no serán las únicas en ese mágico mundo. Ellas, junto con un grupo de desconocidos, tendrán que salvar a Persse de l...