Una cena más que inolvidable

6 1 0
                                    

Llegamos al comedor donde ya había más personas. estaban algunas de mis tías, mis primas y uno que otro invitado a esa fiesta que en verdad yo no conocía. La cena consistía en espaguetti, pollo y no recuerdo que otra cosa más. 

-¿si van a cenar, verdad? Preguntó mi hermana. 

-¡así es! Ya habíamos comido hace rato, pero ya tengo hambre. dijo Édgar y yo me reí.

-bueno pues... ahorita te caliento unas tortillas y...

-¡No! La interrumpí. Yo lo hago, si quieres, no tengo problema con eso.

-¿tú le vas a calentar las tortillas, de verdad? Preguntó mi hermana sorprendida.

-si claro, ¿qué tiene de raro? Le pregunté pensando que no diría nada que me pudiera comprometer de alguna forma. 

-¡Pues tiene de raro que tú aquí nunca quieres hacer nada!

-bueno, pero esta vez si lo haré. Así que dame las tortillas, ¿vale? Ella asintió y yo encendí el microhondas para poder calentarlas. 

en esos minutos que pasábamos cenando, mi cabeza empezó a llenarse de un montón de pensamientos. 

Pero decidí cenar tranquilamente hablando con el de cuantas cosas se me ocurrían. era muy divertido, la verdad. 

-bueno, yo creo que saldré ahora, quiero ir a tomar algo allá afuera. ¿te veo más tarde, está bien? 

-si, está perfecto. Le dije sonriendo mientras seguía cenando. 

Y en ese momento empezó a pasar algo que me causó sorpresa, miedo, no sé exactamente que fue.

-¿Oye Luna, por qué no dejas a tu novio? ¿Ya viste que este chico es muy guapo? Preguntó una de mis tías. 

-si, es guapo pero... la verdad es que yo tengo a mi novio y no...

-¡Bueno! Pero el está lejos, y acuérdate que amor de lejos es amor de...

-¡Pero no! el es el mejor amigo de mi novio, yo jamás le haría algo así... ¡No! 

Pero justo en ese momento me ganaron las dudas. ¿de verdad quería esto para mi vida? ¿de verdad pensaba que mi relación aunque tuviera factores en contra como la distancia, seguiría en pie? ¿De verdad pensaba que el iba a cambiar alguna vez? ¿que dejaría de hacer lo que sea que estaba haciendo que me incomodara? 

Mi cabeza estaba llena de dudas, unas dudas que me comían el  alma y el corazón.

 Pero bueno, el tampoco es buena opción, considerando que las locas de sus amigas invaden sus redes sociales publicándole cosas cursis cuando saben que tiene novia, además el no lo evita y eso significa que no podrías confiar en alguien así... ¡Por favor, abre los ojos Luna! Pero terminé mi cena y decidí que no me importaría en ese momento lo que estaba pasando. 

salí del comedor para tomarme una bebida más... total... ¿qué importaba?

-¡Oye, Luna, ven un momento! escuché su voz y no pude evitar sonreír.

-¿qué pasa? Le pregunté riendo. 

-¿está todo bien? Me dijo.

-si, la verdad que las cosas no podrían estar mejor ahora. Y no mentía, en verdad no podían estar mejor.

-bueno, te propongo entonces que esta noche te diviertas, que no te importe nada más que estar contenta, de tu teléfono te preocupas mañana, además el estar triste hoy no es una opción... ¿de acuerdo?

-está bien, dejaré de estar triste, de preocuparme y todas esas cosas raras. 

Y así fue. Nuestra conversación siguió, el consumo de bebidas también y mi alegría iba en aumento. era una cosa tan extraña, sentir que nada importaba cuando estaba cerca de el. 

-bueno, entonces... ¿te gusta la fiesta? Le pregunté sonriendo. 

-¡Claro! aDemás hay mucho que celebrar. estoy a nada de terminar mi segundo año de carrera, tengo trabajo, no podría estar mejor ahora, ¿sabes? 

-Me imagino. que bueno que estés estudiando, la verdad. eso me parece genial. Le dije sonriendo.

-tú también podrías estudiar, si quieres... 

-si, ya me habló un amigo sobre el tema y créeme, me lo estoy pensando muchísimo.

-Pues cualquier cosa que decidas, puedes contar conmigo. si te puedo ayudar en algo, yo más que encantado.

-Muchas gracias, Édgar. de veras. 

-No tienes nada que agradecer. ¡Para eso estamos los amigos! ¿que no?

-bueno, eso es cierto. tú también puedes contar conmigo para lo que nesecites. 

Y fue así que entre pláticas hablamos un poco de mi novio y decidimos que pronto estaría soltera. Y fue entonces que se nos ocurrió formar el club de los solteros. ¿Pero de qué estábamos hablando? ¿Cómo que el club de los solteros? era una cosa tan loca pero tan divertida. 

-¿Te imaginas? así no tendrías que depender del amor ni de nadie. ¿te gusta la idea? 

-si, la verdad es que suena increíble. Yo creo que si terminaré uniéndome a tu club. ¿Qué podría perder? 

en ese momento descubrí que las cosas en su vida tampoco estaban muy bien, pero por primera vez eso me hizo tener una pequeña esperanza, muy pequeña pero al fin de cuentas esperanza.

La noche estaba siendo increíble. después de seguir tomando unas bebidas, mi hermana nos invitó a ir por más y lo hicimos. en el transcurso del viaje, se me ocurrió que sería buena idea fingir caerme, estaba segura de que el me ayudaría. Pero como hombre que es, ni siquiera se percató de que me había caído y solo terminé con un poco de dolor en mi espalda. 

después de aquello estábamos nuevamente disfrutando de más bebidas cuando una de mis tías se nos acercó y me dijo que me enseñaría a bailar, yo la verdad no era muy buena en eso y le dije que no hacía falta, pero ella insistió y me empezó a enseñar usando sus dedos para marcar los pasos, Y como yo estaba tan contenta, le seguí el juego, aprendí a bailar y luego le pedí a Édgar que bailara conmigo. después de negarse 2 veces, aceptó. 

Y cuando aceptó, nos acercamos demasiado, no era tan raro... después de todo éramos 2 amigos tratando de alegrar nuestras vidas. Con lo que no contaba era con que sentiría algo increíble. Nada más al tomarle la mano sentí como una descarga eléctrica recorría mi piel. Y no sé si el lo sintió, pero de una o de otra forma fue increíble. Su perfume era delicioso, su risa era encantadora y además de que fue divertido equivocarnos, fue genial tenerlo cerca... estaban pasándome cosas muy extrañas con mi amigo. Tan extrañas eran que ni siquiera recordé a mi novio en ese momento. Lo único que quería era estar cerca de este chico, abrazarlo, verlo feliz... ¿qué me pasaba?

Tenía la respuesta en la punta de la lengua... creo que me estaba enamorando. Y no de una forma normal, sino de una muy muy fuerte. Y no sabía como iba a terminar eso. 

el día que todo cambió.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora