Nuestra verdad y su verdad.

6 1 0
                                    

Los días que siguieron de aquél acontecimiento donde terminé mi relación eran tan placenteros en algún punto pero también eran bastante estresantes. Tenía que estar aguantando cosas que en mi sano juicio no soportaría.

Primero, tenía que estar aguantando a una loca que creía que yo estaba enamorada de su novio. Luego yo estaba demasiado alterada porque en esos días se me había roto mi teléfono y tuve que conseguir otro y entre que me adaptaba y que no lo hacía, terminé sabiendo cosas que en mi sano juicio no sabría.

El caso es que después de expresar a nuestros amigos lo que nos estaba pasando, hubo muchas opiniones encontradas. Que estaba genial, que lo aceptaban, pero que era un poco injusto porque ambos chicos eran amigos y que era una injusticia que su amistad terminara de esa forma tan absurda.

¿Pero quién había querido hacer estas cosas a propócito? Nadie se imaginó nunca antes de aquél día que nos íbamos a enamorar. Nadie lo sabía, Nosotros únicamente éramos amigos y de un momento a otro llegó el amor y la atracción y ¿qué podíamos hacer?

Mi exnovio se encargó de decirle a todo el mundo que solamente una persona había sido culpable cuando en realidad fuimos 2. El por confesarme lo que me confesó y yo por quererlo y confesarle también que lo quería. Pero claro, la mancha debía ser únicamente para el, ¿Y yo por qué no? Si al final la culpa había sido mía. Yo lo terminé, yo le dije la verdad, eran mis problemas y mis cosas pero me estaban dejando fuera del juego.

El problema no había sido únicamente de Édgar, la relación era de ambos, nosotros estábamos conociéndonos, estábamos hablando más y nos dábamos cuenta de que teníamos muchísimas cosas en común.

Y a pesar que hubo demasiados comentarios en nuestra contra, que dijeron que todo era únicamente un capricho y demás. Lo disfrutamos, y lo disfrutamos demasiado.

Ambos acordamos no decir nada y esperar un tiempo prudencial para decirles a los amigos que nos queríamos y que queríamos tener una relación.

Pero los malos comentarios seguían llegando a un así, y para ser sincera yo tenía mucho miedo. Era tan bonito el tiempo que pasábamos juntos y tan pequeños esos instantes que me parecía poco real lo que estaba viviendo, pero el me decía que me quería y para mi con eso era más que suficiente.

En ese entonces no tuvimos una sola discusión, todo lo que hacíamos era divertirnos, hablar mucho, aprender demasiadas cosas, reírnos, bromear... fueron los mejores meses de mi vida, si me preguntan.

Si mi autoestima entonces no era mala, se volvió muchísimo más fuerte y más capaz de soportarlo todo. Era feliz y lo sabía.

Mi exnovio y yo ya habíamos terminado, pero ahora, después de unos días venía la parte en la que tendría que decirle la verdad. Que estaba empezando a sentir algo muy fuerte por la persona que era para el su mejor amigo.

-Tengo que decirte algo que... me va a costar, pero mira... además de terminar contigo porque las cosas ya no estaban bien y porque yo ya no siento lo mismo por ti, hay algo más. Le dije algo asustada, no sabía como reaccionaría.

-¿qué es ese algo más? Me preguntó con un poco de enojo.

-bueno, lo cierto es que... creo que siento algo por Édgar y... no sé si lo entiendas pero eso me pasa y entonces...-

-Lo sospechaba- Me dijo y me sorprendí demasiado.

-¿Cómo que lo sospechabas? Le dije incrédula.

-si, por las actitudes que tiene contigo, por como te habla y por como ahora interactúan en redes sociales. Pensé que podía pasar algo así.

La verdad no me sorprendía que sospechara hasta del más mínimo chico que me hablaba pero... ¿pero sospechar de su mejor amigo? ¿sospechar de la persona que me rogó que buscáramos una forma para que el no sufriera?

el día que todo cambió.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora