el día que todo cambió.

La nueva etapa.

después del cumpleaños muchas cosas empezaron a cambiar. Nuestra relación aunque algo rápida como muchos se encargaron de decirlo, fue una de esas donde no te imaginas hasta donde podemos llegar. 

Hablábamos tanto y nos volvimos tan confidentes que era una relación maravillosa. Y aunque en algunos aspectos teníamos problemas por terceras personas, eso no impidió que avanzáramos y que empezáramos a construír otra historia. 

En realidad ni siquiera recuerdo como fue que empezamos a planear, pero hablamos de vivir juntos. fue una cosa tan loca... que ni siquiera sé exactamente como pasó. 

de un día para otro pensamos que queríamos vivir juntos. fue así como cuando decides que quieres ser actor. Y no sabíamos ni como haríamos todo eso pero estábamos tan felices y tan llenos de sueños que todo nos parecía simple y fácil. Lo hablábamos como si estuviéramos conversando del clima. Una cosa bastante normal para nosotros, pero que hasta entonces queríamos mantener en secreto por si hacía falta hacer alguna cosa sin que los demás se enteraran.

 Y de verdad que nos creíamos expertos, pensábamos que todo sería sencillo, que las cosas no se nos complicarían, pero eso nos hizo aprender muchas cosas. éramos 2 locos intentando comernos el mundo y parecía funcionar. cuando hacíamos nuestros planes lo único que nos preocupaba era el bienestar de ambos, que todo funcionara bien, que nadie nos dijera que hacer... 

-¡Yo estoy seguro que nada se nos va a complicar! Decía Édgar sonriendo. Tantas personas no pueden equivocarse. Y si la gente dice que puede funcionar, seguro que funciona... créeme, va a salir todo bien. 

Lo que me daba mucho impulso, era que alguna vez, meses atrás, el me sonreía mientras estábamos en mi casa y me decía que podía confiar en el, que nadie me haría daño, que todo saldría bien... Que el lograría que mis sueños se cumplieran, que solo era cuestión de creer. Y mientras me abrazaba yo me sentía dueña del mundo, pensaba que todo podía lograrlo sonriendo, pensaba que él era la razón que tenía para impulzarme y para ser mejor persona. 

Y si, justo después de aquello armamos el viaje a la ciudad donde el vivía, organizamos todo para entrar a la escuela y ahora estábamos ahí, buscando ser felices juntos. ¿qué cosas, verdad?

-Tengo miedo... ¿Y si no funciona? ¿Y si no sale del todo bien? Le preguntaba mientras comíamos en algún lugar.

-Todo va a funcionar, yo lo sé. Confía en mi. 

Además si nos va mal, no importa porque ya lo intentamos y ya nadie nos va a poder contar como es ni como se siente porque ya lo aprendimos y vivimos por nuestra cuenta. Dejemos que los demás digan lo que quieran y piensen lo que quieran, ya estamos aquí y esto es lo que importa. además como yo siempre digo, soñar es el primer paso para lograr.

Pasaron algunos días y me di cuenta de que las cosas de verdad eran en el tiempo correcto porque todo se iba a comodando conforme lo necesitábamos. 

La familia, los amigos y hasta los jefes de Édgar me sonreían y me trataban como si me conocieran desde hace mucho tiempo, como si fuera de su propia familia. Y es cosa que actualmente sigue pasando. Personas que vienen de lejos la primera vez que me ven, me empiezan a tratar como si yo siempre hubiera estado aquí y eso se siente muy lindo.   

 así que... ¿cómo no apostarle a aquello? ¿cómo no apostarle a ese futuro prometedor? Que aunque en un inicio tenía bases poco sólidas, y lo que queríamos era demasiado ambicioso,  al final todo se daba de tal forma que como decirle que no a lo que me atraía demasiado... era como un imán que me hacía desafiar las reglas de la gente. 

Porque todos me decían: ten cuidado, estás segura de esto, es muy rápido, no van a lograrlo, no podrán conseguirlo... ¡estás loca! esas cosas no funcionan, primero cásense y luego vivan juntos. Vaya disparates, eso no era necesario, y sigo pensando lo mismo, un papel no da garantía de nada. ¿si no, entonces por que existen los divorcios? ¿Ven lo que les digo? El papelito no garantiza absolutamente nada. bueno si, que puedes perder tus bienes por darle la mitad a otros. 

Y yo soy la prueba de que lo que en realidad importa son las actitudes de las personas y las ganas de hacer las cosas.  Un papel te compromete, eso es cierto, pero son los valores los que de verdad hacen que las cosas funcionen. 

Al final, me decidí y arriesgué todo. Un día como cualquier otro le llamé a mi padre para contarle la gran noticia, y la verdad esperaba que se molestara conmigo, pero en realidad eso no pasó. el solo me dijo que tuviera mucho cuidado y que hiciera lo que hiciera me cuidara mucho, que el me apoyaría. cosa que me sorprendió mucho porque si bien mi padre no era malo, nuncca estaba de acuerdo conmigo en nada. 

Y menos con una desición tan... ¡rara!