Armadura [USA x Rusia]

73.

—América, ya son tres meses, quiero ver a mi hijo.

—¿Y a mí no?

—A ti y al bebé —suspiró en susurros.

—Ni nace.

—No estoy jugando. Necesito verlos, USA.

El americano jadeó y hubo un incómodo silencio.

—¿Ya no me dices "América"?

—Yo...

—¡Suficiente! Tu actitud no me agrada. Adiós —y le colgó.

Rusia maldijo a viva voz por la frustración.

Pero para otros no era el mismo lio.

—Creo que te enseñé muy bien sobre exagerar un drama —Francia le sirvió un chocolate caliente a su niño.

—Es que no quiero verlo —hizo una mueca—. Lo odio profundamente.

—Es el embarazo, cariño.

—Lo único malo es que no tengo quien soporte mis lágrimas repentinas y que despierte a las dos de la mañana porque me quiero quejar con alguien.

—Querido, no cuentes conmigo —se tocó el rostro—. Si me desvelo, me saldrán ojeras.