Armadura [USA x Rusia]

4.

Canturreaba en las mañanas, se divertía al hacer sonidos con las cucharas, tenía por objetivo hacerle un rico desayuno al ruso comunista del que lamentablemente estaba enamorado.

Pero no.

Lo atacaron antes de que pudiera hacer algo siquiera.

Identificaría esas manos frías donde fuera, los dedos largos que se internaron por debajo de su camiseta, el aroma a fresitas y la enorme existencia que a veces le molestaba.

Pero lo que más reconocía eran esos dientes incrustándose en la piel de su cuello, doloroso saludo en la mañana, un escalofrío le surcó la piel, y soltó un jadeo antes de golpear a ese idiota.

—¡¿Por qué me muerdes?!

—Porque sí.

—Cuántas veces te he dicho que dejes tu complejo de tiburón —reclamó mientras verificaba si sangraba.

—Marco mi territorio.

—El que muerde aquí, soy yo —hizo una mueca—. Así que tómate un café, siéntate y déjame hacer el desayuno.

Rusia obedecía entre murmullos, sonriendo divertido al escuchar al americano protestar, dejando que lo "consintieran" un poquito y apreciando la marca roja de su autoría.

No le diría a nadie que estaba celoso.

Suficiente tenía con dejarle una marca a USA.