Veintitrés : Cincuenta y Nueve [MewGulf]

Capítulo 24

"100 años de perdón"

Boom

Desde una distancia prudencial los observo conversar y sonreírse mutuamente. Aún no decido cuál de los dos se ve más apuesto. Escaneo sus cuerpos perfectos al ritmo de la música que se escucha en el momento.
Mew posee belleza por donde sea que lo mires. Es alto, con buen cuerpo, lindo rostro, además es tierno, atento, protector, talentoso y como broche de oro, es rico.
Gulf a simple vista es el postre que cualquiera quiere comerse antes de la cena. Su altura es envidiable, sus largas piernas y su espalda en forma de un perfecto triangulo invertido llevan tu imaginación a volar. Aunque notablemente tiene un carácter bastante duro.
Cualquiera piense así, viéndolos tan guapos y elegantes, ellos podrían llegar a ser los novios de la nación o una pareja mediática perfecta. Pero la perfección no existe.

La más dura realidad es que extraño el pasado que comparto con Mew, pero eso no me prohibe probar un poco de su presente.
Sonrío, creo que estoy enloqueciendo.
Existe una frase que dice "Ladrón que roba a otro ladrón, tiene 100 años de perdon".

Mew robó mi felicidad hace tres años cuando tomó la decisión de dejarme sin razón alguna, ahora yo robaré su felicidad sin piedad ni razón alguna.

War

Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo. ¿Cómo asumir que algo inesperado te sorprendió gratamente?
No sé si culpar a los efectos del alcohol que consumi, al estrés o a que, pero sigo su beso robado. Siento sus labios acariciar los míos suavemente. Esto no puede ni debe ser verdadero, con él no puedo. Es el hijo de mi jefa.
Me aparto de golpe y lo miro.

-¿Qué pasa? -pregunta Yin desconcertado-

-¿Qué pasa? Yin, ¿Que hiciste?

-Te besé... -me mira fijo- War, me gustas.

Mi corazón ridículamente comienza a latir rápido. ¿Qué disparates está diciendo? No puedo gustarle, es decir, nos conocemos hace un mes.

-¿Qué dices? Yin, estas borracho deberías regresar a casa.

-Seguramente no me recuerdas en absoluto. Nosotros tomábamos clases con Jack. Te conocí antes de que debutaras en U.S -mi mente intenta recordar- en una clase me regalaste una púa y me enseñaste a tocar la guitarra eléctrica con facilidad. -atisbos de recuerdos me invaden-

-Te confundes de persona, Yin.

-Claro que no. Admiro tu talento, cantas bien, tocas bien, al principio pensé que solo era un deslumbramiento fugaz, pero ese sentimiento se fue incrementando con el pasar del tiempo. Me gustaste desde siempre.

Lo miro atentamente, su rostro no hace gesto alguno y el silencio indica que espera mi respuesta. Si esto es una broma de mal gusto él es muy buen actor. Pasan unos minutos sin que pueda siquiera formular algo coherente para responder.

-No bromees conmigo

-No es una broma, estoy siento totalmente sincero contigo.

-Yin...¿Cómo supiste que yo soy...?

-Pude notarlo, además el acontecimiento del otro día termino de confirmarlo.

-Ah -No se que más puedo decir-

-Ese tipo, Prom. ¿Te estuvo molestando?

Escucho sus palabras y no puedo creer que, a pesar de que fui un imbecil con él desde el inicio, esta atento a las cosas que me pasan. Sin poder controlar el impulso asiento respondiendo su pregunta. Prom me molesta porque esta irrumpiendo mi paz nuevamente, dejamos bastante claro que no hablaríamos jamás.