Veintitrés : Cincuenta y Nueve [MewGulf]

Capítulo 44

"Clímax"

Gulf

La habitación está ligeramente oscurecida, solo la luz tenue de una lámpara en la mesa de noche trae claridad. Vinimos con el objetivo de buscar un álbum de fotos y la laptop de Mew pero de repente comenzó a hacer mucho calor.

Aún no sé cuál de los dos comenzó el vicioso juego de morder los labios del otro y empujar la lengua dentro de la boca ajena, pero se volvió una obsesión. Caímos en el colchón suave y mullido de la cama mientras rítmicamente nos acariciamos entre sí. Mew me quita la camisa y desprende el cinturón de mis pantalones, se aparta de repente y me mira. ¿Qué sucede?

-¿Pasa algo? -digo intentando recuperar el aliento-

-Deberíamos detenernos aquí... -acomoda su ropa y se sienta bien en la cama-

No sé en qué momento mis manos desabotonaron su camisa pero puedo ver su sixpack.

-¿Por qué? -no es una pregunta inocente, sé porque se aleja. Su cuerpo pide más al igual que el mío-

-Por tu bien... -afirma nervioso-

-Mew, ¿me vas dejar así? Tu cuerpo también reconoce el mío ¿A que tienes miedo?

-Te estas precipitando mucho, estás tan absorto en recordar que temo que no sepas diferenciar entre sí sientes algo realmente o te estás obligando.

Lo miro fijo.

-¿Crees que si no sintiera algo real estaría aquí? Mírate y mírame... no podemos parar aquí...

Estoy molesto porque Mew está pensando mucho en mi condición de pérdida de memoria, incluso más que yo.

-¿Tienes lo que necesitamos?

-¿eh? -me mira, no sé cómo decir esto. Me avergüenzo-

-Preservativo... lubricante...

Mew sonríe y suaviza su mirada conmigo.

-Si

-Entonces...

-¿De verdad lo quieres?

-Dijiste que me enamorarías de nuevo ¿No?

-Lo dije, pero esto es saltarse varios escalones...

-Saltarse pasos es conveniente a veces...

-No pretendas correr si no sabes caminar...

-Entonces enséñame.

Nuestras bocas permaneces inmóviles unos minutos.

-¿Puedo preguntar algo? -deseo mantener el buen clima-

-Sí, claro.

-Tú eres mi primer...

-Lo soy...el primero y el único. Hasta ahora.

-Si tu intención es seguir teniendo el privilegio de ser el único, no pierdas el tiempo...

El ceño de Mew se frunce con tanta fuerza que sus cejas casi se juntan. ¿Mi comentario le molestó? Lentamente avanza por la cama hasta que queda completamente sobre mí. Mi nariz roza con su nariz. Sus ojos recorren mi rostro y se detienen en mis labios. Sube lentamente la mano hasta que llega al botón del pantalón, lo desprende y lo baja. Con urgencia se quita la camisa y la arroja lejos. Regresa a besarme.

Piel a piel. Mientras nuestra respiración se hace una y la tanda de besos por mi cuello y clavícula no finaliza. Mew separa un poco mis piernas y rocía lubricante en sus dedos. Me mira fijo y besa mi nariz. Estoy desnudo y vulnerable a sus ojos.