Todo lo que fuimos sin etiquetas [EDITANDO]

1. La humillación

5 meses antes

—Abuela, ¡YA LLEVAMOS LA MITAD! —grito de la emoción.

He trabajado todos los días y metiendo horas extras para completar el dinero para su operación, que de cierto modo es muy importante.

Pero lo malo de esto es que solo puede ir ella, porque si nos ponemos a conseguir dinero para las dos nunca se operará.

Vivimos en el estado de Virginia Occidental, pero su operación se hará en otro estado y para eso debe ir en avión ya que en carretera demorará más.

Estudio en la mañana y apenas termino me voy a mi jornada laboral llegando a la casa a eso de las 19:00 de la noche.

—Hija, deja que trabaje para conseguir más dinero. —coloca una mano sobre la mía.

—Por supuesto que no, ya tú hiciste mucho por mí, ahora es mi turno.

Y es así, ella a estado conmigo desde que nací.

No porque mi madre quiso dejarme, simplemente al momento del parto murió.

Y mi padre no se quiso hacer cargo de mi y se marchó, por eso mi abuela es el único familiar que tengo.

—Pero...

—Pero nada abuela, seguiremos como estamos y ya —la interrumpo.

Suelta un suspiro y asiente con la cabeza.

—Hice tu comida favorita.

Sonrío.

Amo cuando cocina espaguetis.

Nos levantamos yendo a la cocina.

Miro el reloj y aún me queda tiempo para comer, ya que hoy Axel me invitó a salir con sus amigos.

Es sábado y saldré a despejarme un rato.

—¿En que tanto piensas? Tienes cara de boba —se echa a reír.

La miro mal dudando en decirle.

—Saldré con Axel —le comento apoyándome en la mesa. Se gira para mirarme.

A ella no le gusta que salga con él, según ella es mala influencia para mí y en realidad no lo es. Él es una buena persona conmigo y me apoya, aunque a veces se queja que no tengo tiempo para él, pero al rato se le pasa.

—No te diré que no salgas porque de igual manera lo harás, solo te pido que te cuides ¿okey?

Asiento con la cabeza acercándome a ella y darle un beso en la frente.

*

Estoy en mi habitación terminando de arreglarme porque en menos de media hora pasan por mí.

A Axel lo conocí en la preparatoria, era el niño nuevo en ese entonces y la mayoría querían ligar con él, pero se acercó a mí.

Es realmente guapo.

Solo llevamos cuatro meses saliendo y por ahora va todo bien.

¿Es celoso? Claro que lo es.

Le gusta salir mucho a fiestas, recuerdo una en donde casi me obliga a fumar, pero agarre el cigarro y lo pise para que no siguiera jodiendo.

¿Se enojó? Tal vez, pero no le presté atención y decidí regresar a mi casa.

Desde esa vez a mi abuela le cae mal.

Escucho como mi abuela me llama diciéndome que ya llegaron por mí. Salgo corriendo de mi habitación yendo a la sala.